Mi Dulce Niña (NaruHina)

CAPÍTULO 16

― Hinata-chan.

Hinata miro hacia atrás viendo a Naruto. Su sonrisa se agrando al verlo y no dudo en ir con él. Había permanecido despierta esperándolo. Sintiéndose triste al ver que no había ido en todo el día a verla. Pero diciéndose que él estaba ocupado.

Se había despertado después de mediodía, cuando una de las muchachas de servicio le había llevado la comida y medicina. Se sintió mal porque la cuidaran tanto, cuando lo único que tenía era cansancio y dolor. Aunque lo último era normal. Ya con la medicina había disminuido a solo una molestia.

― Naruto-kun.

― Perdón por no venir a verte. Fue un día agitado. ―Le explico mientras aun la abrazaba y tocaba su cabello.― ¿cómo te encuentras?

― Mejor ahora.

Dijo Hinata relajándose de inmediato antes de suspirar cerrando sus ojos, cuando el rubio la cargo y la abrazo con fuerza. De repente se dio cuenta del ruido del agua. Por lo que antes de abrir sus ojos ya sabía dónde estaba.

Naruto estaba sentado con ella mientras estaba recargado en un árbol de su lugar donde siempre se reunían.

― Tendremos los exámenes Chunnins. Y yo los propuse. A Neji, Sasuke y a ti.

― ¿En....enserio?

― Sí, creo que están preparados. Confió en ti. Eres muy fuerte.

―Pero...No creo lograrlo.

Dijo triste Hinata al pensar en que si entraba, sin duda perdería. Podía ser fuerte pero eso era una lucha a muerte con ninjas de otras aldeas.

―Lo harás. Eres tan fuerte como...alguien que yo conocí.

Hinata le miro viendo sinceridad en sus ojos azules haciendo que su corazón se acelerara y su confianza creciera.

― Quiero que estés orgulloso de mi.

― Ya lo estoy.

― Pero más. Quiero ser tu igual Naruto-kun.

― Lo eres.

Hinata se recostó en su pecho una vez más, antes de envolverlo con sus brazos. Desde que se entregó a él, sentía mil emociones diferentes. Desde miedo por perderlo hasta un profundo amor que sentía la desarmaba totalmente. Volvió a apretar su agarre en el por la emoción de sentirlo tan cerca hasta que noto que Naruto comenzaba a moverse algo incómodo.

―Cariño, aun estas adolorida. ―dijo en un susurro― Y no quiero lastimarte.

Hinata sintió algo duro entre sus piernas y supo de inmediato que era. Se sonrojo y se levantó como si quemase poniéndola totalmente roja.

― Yo...lo siento. No era mí...mi intención...

― Lo se...solo... no te muevas mucho.

Hinata miro hacia un lado sintiendo esa sensación de una noche atrás. Y Naruto que tenía más experiencia que ella, debía resentirlo con mayor razón.

― Si quieres acuéstate a mi lado para que duermas.

Hinata estaba debatiendo en si hacer caso o...no.

― Yo...yo...yo no...

― Hina, en serio. Ocupo que te recuerdes lado mío. ―Le pidió con urgencia al ver que no se movía.

Las manos de Naruto fueron a su cintura intentando quitarla pero Hinata se agarró de su chaleco sorprendiéndolo.

― Quiero estar contigo.