CAPÍTULO 90

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- ¡Te lo advertimos Naruto!

Grito el Hokage furioso, mientras el rubio estaba de rodillas en su oficina. Los ancianos estaban presentes, al igual que Hiashi e Itachi.

Tan pronto como trajeron a Naruto, Itachi había llegado a los minutos. Intento buscar a Kakashi, pero no lo encontró por ningún lado.

- Se que tienes al Kyubi niño, pero eso no justifica que te comportes como desees. Lo que acaba de ocurrir es algo grave. ¿Cómo estamos seguro de que esto no vuelva a ocurrir? Incluso amenazaste al patriarca del clan.

Acuso la anciana molesta.

- Mato a mi hermano e hirió a mi hija, además de levantar falsas acusaciones para justificar sus acciones. Deben conseguir otro contenedor y pasar al Kyubi a él. Es obvio que Naruto no puede controlarlo ya.

En cambio, Naruto permaneció en silencio a pesar de todo lo que decían, y no se defendió. Itachi que lo miraba, se dio cuenta del cambio de semblante. Era como si Naruto no estuviese ahí, o al menos su conciencia. Se miraba perdido y lleno de odio.

Y no le extrañaba, el mismo no sabía cómo manejar el que él tenía en ese momento por lo que presencio, no se imaginaba como se sentiría Naruto. No le sorprendía que perdiera el control, incluso en su egoísmo, agradeció que así fuera, porque sabía que, de no hacer así, lo hubieran asesinado.

Pero al parecer por como las cosas iban, lo que quería lograr Hiashi era eso. Si le quitaban al Biju, el moriría.

- Seria razonable, no nos da tranquilidad de que el este libre ahora.

Dijo el hombre anciano, antes de que Danzo se levantara y fuera a donde estaba Naruto. Tomo su mentón y le obligo que le mirara. Pero el hombre se quedó un momento paralizado por el odio profundo que había en esos ojos azules. Siempre había visto al niño haciendo travesuras e importándole poco lo demás.

En más de una ocasión había querido llevárselo a su raíz, pero no lo miraba viable. Se necesitaba cierta madurez para entrar a ella, y él no la poseía. Hasta ese momento.

- Podría hacerme cargo de él. Mantenerlo en control. Lo tendré vigilado, no se acercará a los Hyuga.

- En otra ocasión me opondría. -Aseguro el tercero, pero las cosas se habían salido de control. - pero ahora siento que es lo más recomendable.

- Me niego.

Dijo una voz ajena a ellos, antes de que la puerta se abriera y entraran tres personas más.

- Jiraiya. Tsunade. ¿Qué hacen aquí?

- Este niño nos encontró. -Apunto a Kakashi, quien venía tras de ellos. - Y nos contó lo que ocurría, veo que llegamos tarde. Lo siento por eso.

- Pues a mí me gustaría saber ¿Por qué no sabíamos que el hijo de Kushina y Minato estaba vivo? Si no mal recuerdo, nos aseguró que murió en el incidente.

Reprocho Tsunade antes de dirigir la mirada a donde el rubio los miraba con una cara de no entender nada.

- Vaya, eres el reflejo de Minato.

Tsunade se acercó a él, antes de agacharse y poner su mano en su brazo y emitir un brillo verde. El rubio por fin se dio cuenta que tenía una cortada en ella. Pero en eso Tsunade frunció su ceño preocupada.

- Tus redes de chakra están destrozadas.

- Eso no importa.

Dijo Naruto volviendo a perder su mirada. Ni siquiera sentía dolor en ese momento. No podía quitar la imagen de Hinata en el piso y llena de sangre.

Mi Dulce Niña (NaruHina)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz