Mi Dulce Niña (NaruHina)

CAPÍTULO 28

A la siguiente mañana Hinata se había despertado tarde. Al menos de su hora habitual. Y al no tener entrenamientos ni misiones con su equipo, por el motivo de que se prepararan para la última parte de los exámenes chunnin, decidió esperar tranquila mientras meditaba en la fuente de su clan. Escucho el agua fluir y las gotas de esta con tranquilidad.

Se concentró hasta que las palabras de Naruto interrumpieron al llegar a su mente una vez más.

Le había dicho...no, le había exigido que fuera más agresiva.

No le gustaba la idea de que Naruto pensara siquiera que ella podría fijarse en alguien más.

Su corazón pareciera pertenecer a él, como si toda la vida hubiera sido así. Abrió sus ojos al darse cuenta que su meditación había terminado, noto las pequeñas hojas flotar en el agua. A veces le era increíble creer que fuese tan fácil para ella aceptar ese amor.

Si alguien se diese cuenta de lo que sucedía entre ellos, no solo lo verían mal, si no quien se llevaría la peor parte seria Naruto. Quedando como un perverso, por decir solo algo pequeño.

Pero aun así...pareciera que esa preocupación no rondara por la cabeza de él. Al contrario. Parecía ser otra persona tan distinta cuando estaban juntos. Tan atento. Tan cariñoso. Todo lo contrario a quien se acercaba a ella.

-El desayuno está listo.

Escucho a Hiashi tras de ella. Lo había sentido en el momento que había puesto su pie en la tierra. Él era tan silencioso. Pero sus habilidades se habían pulido y mejorado considerablemente.

- Entiendo.

- Bien -Hinata se levantó de la fuente para ir tras de él, pero no se movió. Seguía con su semblante serio y sus brazos cruzados ahora frente a ella.- me entere que pasaste a la final de los exámenes.

-Sí, lo hice.

Contesto tranquilamente viendo el motivo del porque había ido a buscarla. Pero no le extrañaba. Y por primera vez en su vida no sintió ese tirón de tristeza por los rechazos de su papá.

― En ese caso a partir de hoy entrenaras junto a Neji y conmigo. Te espero en...

― Gracias, pero no entrenare con usted. ―dijo Hinata al caminar con mirada en el campo de entrenamiento. Hiashi no se movió al igual que ella una vez que se posó junto el― Entrenare aparte, justo como lo he hecho.

― ¿A caso no quieres ganar? Enorgullecerme era tu mayor anhelo. Tienes la oportunidad de hacerlo ahora.

Sabía que era así. Al menos la pequeña niña que fue la que anhelaba eso, pero ya no, al menos no a Hiashi.

― No. ya no es usted a quien quiero enorgullecer. Y ganare, pero será bajo mis propias reglas y sin el apoyo de mi clan, como siempre ha sido.

Se fue dispuesta a desayunar para salir. Debía buscar a Naruto para dar comienzo a su entrenamiento lo antes posible.

――

Camino un rato por la aldea esperando encontrar a Naruto. La noche anterior simplemente se había desmayado.

Me desmaye.

Pensó por fin captando lo que había pasado con ella. Su rostro se tornó rojo.

¿Naruto-kun se habrá enojado por eso?

Se preguntó tapando sus mejillas intentado disimular su vergüenza y creyendo que seguramente Naruto la creyera solo una niña por no llevar su ritmo en...en... como era posible que lo hiciera con él y no pudiera solo decirlo.