CAPÍTULO 47

2.3K 193 38
                                    

— Ya veo.

Dijo Itachi. Hinata estaba dormida junto a Tonton, quien no se había separado de su lado. Pasaban de la media noche. Tsunade platicó del episodio de ansiedad que Hinata había sufrido por la tarde.

Ambos estaban en la cocina bebiendo te. Aunque en esos momentos moría por un poco de sake.

— Mañana...necesito que entres a la mente de Hinata. No quiero que vuelva a invocar aquel animal. Has que olvide sobre la invocación. Cuando crezca mas le diremos. Por ahora temo que le hagan daño. Hasta no estar segura de si son buenos para ella, debería abstenerse de acercarse a ellos.

— ¿Aun esta intranquila por lo que invocó?

— Si, aun lo estoy. De los rollos antiguos que Jiraiya ha traído a la casa, creo haber leído acerca de un Kitsune blanco...o algo así. Y concentrarme en eso, es lo único que se me ocurre, porque si te soy sincera...no sé qué hacer.

— Yo tampoco...aunque, lo que si se es que debemos estar con ella. Que sienta nuestro cariño y apoyo.

Tsunade reflexionó sobre esas palabras. Incluso olvidó el dolor que siempre provocaba la ausencia de Jiraiya. Por mas que pasaran los años no se acostumbraba. Y mas cuando pasaban un tiempo juntos y él tenía que volver a su misión. Sabia que era por el bien de la aldea, pero aun así...le dolía.

Aunque en ese momento quien más le preocupaba, era la niña que dormía en su casa.

— Entonces...irán a la aldea de la niebla.

— Si, ayudarán en la revolución que tienen ahí. El plan es derrocar en las sombras a Akatsuki. Me reuniré con Shisui en unas semanas. Me dará información sobre ellos.

— Bien ¿Cuándo subiré yo como Hokage?

— En una semana se anuncia. Después eso es cuestión de que usted lo decida.

— En ese caso, cumplamos nuestro deber Itachi.

— Si. —Itachi cerro sus ojos suspirando. Las cosas no debían ponerse peor. Tenían prohibido que algo así sucediera. — proteger a la aldea...

— Y a Hinata...

— A cualquier costo.

——

— ¿Qué hacemos aquí?

Esa mañana Itachi había ido por ella. Se encontraban en los monumentos de los Hokagues. El aire era frio, pero la lluvia había cesado.

— Oing oing

— Que suerte que tienes un pequeño suéter tú también.

Hablo Hinata al animalito. Desde que lo había conocido, no se había separado de ella. No le molestaba, todo lo contrario. Era el único que le robaba una que otra sonrisa sincera.

— Hinata-chan... disculpa. Pero esto es temporal.

— ¿He?

No entendió porque Itachi se disculpaba, pero cuando sus ojos se toparon con los de él, no fueron unos de color negro, si no unos rojos con una extraña marca en ellos.

Quedo paralizada en cuanto los miró y el peli negro pudo entrar en su mente.

Indago en los recuerdos de Hinata buscando sobre lo aprendido del Jutsu de invocación. Pero no fue eso lo que encontró, si no unos brillantes ojos azules, los que se toparon con el y lo arrojaron no solo de la mente de Hinata, si no literalmente, lo arrojaron hasta azotar en el suelo.

— ¿Qué...que pasa?

— ¿Es que no es suficiente este dolor que le han provocado? Ahora quieren cortar nuestros lazos.

Mi Dulce Niña (NaruHina)Where stories live. Discover now