Mi Dulce Niña (NaruHina)

CAPÍTULO 13

― ¿Porque le hiciste un entierro?

Pregunto Sasuke frente a la que sería la tumba de Zabuza y Haku.

― No lo sé. Solo creo que es lo correcto.

Contesto Naruto dejando la espada de Zabuza enterrada donde ambos descansaban. Después de lo que había sucedido, Naruto había corrido a buscar a gato y a terminar con su gente. No quería que ese pueblo temiera más. Hinata y el habían dado su palabra de que los protegerían. Y el planeaba que así fuera.

― Espero que estén juntos, a donde sea que vayan... se miraba que se querían.

Dijo Hinata dejando una flor y despues acercarse a Naruto, el no dudo en abrazarla para consolarla. El corazón de ella era muy noble aun. Y era algo que Naruto quería que siguiera manteniendo.

― debemos irnos.

Aseguro Naruto cargado a Hinata en su espalda para ir a recoger sus cosas, debían volver a la aldea.

――

― Neji, lleva a Sasuke al hospital para una revisión, yo llevare a Hinata a su casa.

― ¿Por qué no lo lleva usted? ―pregunto molesto Neji.

― Porque ustedes dos son buenos peleando juntos pero fuera de ahí no. Aprendan a convivir, son un equipo. Además Hinata aún está dormida. No quiero levantarla.

Naruto solo se alejó con Hinata aun en su espalda. Quería que permaneciera descansando un poco más, además de que aun quería platicar con ella. Después de la pelea de Zabuza ella parecía triste. Temía que fuese por verlo matar a alguien.

Por lo que no dudo en llevarla al rio donde siempre se reunían. La deposito en el pasto recargándola en un árbol. Sus ojos perlas comenzar a abrirse poco a poco hasta enfocarlo.

― Hola.

― ¿Ya...ya llegamos?

― Si. Hace algunos minutos.

― ¿los demás?

Pregunto mirando a todos lados reconociendo el lugar. Aunque lucia diferente de día, siendo que siempre se reunían de noche.

― están bien. Solo...quería ver que pasaba.

Hinata desvió la mirada antes de juntar sus dedos nerviosa.

― ¿sobre qué?

― Sobre todo. Te veo...triste.

Le dijo Naruto quitando sus cosas y sentándose frente a ella.

― Yo...no...

― Puedes decirme lo que sea Hinata.

Los ojos perlados de Hinata se llenaron de lágrimas antes de que comenzara llorar.

― No...No puedo quitar...no puedo quitar la imagen de ti...―Naruto abrió sus ojos temiendo que su preocupación se hiciera verdad―...herido. Pensé que te perdería.

Hinata se aventó a sus brazos mientras Naruto respiraba aliviado.

― Estoy bien Hinata. De verdad.

― ¡Nunca me lo hubiera perdonado!

Sollozo en su cuello triste. Naruto solo la meció mientras se tranquilizaba. Pero una parte de él se alegraba de que fuera eso y no algo peor.

― No pude protegerte.

― Hina, está bien, soy lo suficiente fuerte.

― Yo también daría mi vida por ti.