CAPÍTULO 46

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Volvió a la conciencia por el sonido de la lluvia. Parpadeo, un poco desorientada. Se levanto de la suave cama antes de ver que no estaba en su habitación.

Pero los hechos del día anterior, no la asustaron o pusieron expresión en su rostro. Solo le recordaron su persistente dolor en su pecho.

Miro a la ventana notando que la lluvia era ligera pero constante. El sonido la dejo en vigilia dentro de sus pensamientos.

Su mente pasaba por sus recuerdos, casi como una persona viendo fotos de un antiguo álbum. Sabia como eran las fotos, nunca cambiaban o eran diferentes. Pero el gusto de verlas era siempre igual.

En ese momento se sentía de esa forma. Sus recuerdos sellados volvían poco a poco ella y lo único que quería era disfrutarlos una vez más.

A pesar de que estas venían con mas dolor. Abrazo sus piernas en forma de consuelo mientras enterraba su rostro en ellas.

— ¿Por qué?

Susurro dejando que una lagrima se resbalara.

— Papá volvió a regañar a mamá.

Dijo una pequeña Hinata. Ella y un Naruto adolescente estaban bajos sus sabanas. le gustaba platicar de esa forma. No le gustaba agobiar a Naruto con sus problemas. Ya tenía suficiente con los de él, pero parecía leer su mente.

Siempre que algo le preocupaba él lo notaba y le pedía le contara que pasaba.

Al principio era difícil pero cuando el comenzó a dormir con ella el habito de platicar bajo sus sabanas, se había vuelto una rutina.

— Por mi ¿Cierto?

Hinata oculto parte de su rostro en la almohada sin querer afirmar lo que Naruto había dicho. Porque era verdad, habían vuelto a discutir sobre como a su papá le enfurecía que su mamá procurara tanto a Naruto.

— No lo entiendo. Eres la mejor persona Naruto-kun ¿Por qué no te quiere mi papá?

El suspiro de Naruto la hizo sentir su corazón apretar por lo que solo se recargo en su hombro a modo de consuelo.

— pero ¿tú me quieres Hinata-chan?

La pequeña ojo perla se incorporo por la pregunta y poder verlo a sus ojos.

— Claro. Pero yo... —Sus mejillas se tonaron rojas y aunque sabía que él no podía verlo, aun así, sintió vergüenza. Porque recordó lo que su mamá había dicho una vez. Que amar a una persona es querer dar tu vida por el con tal de proteger su sonrisa. Tal vez aún era pequeña, pero tenía algo seguro, ella daría su vida por proteger a su chico de ojos azules. — Yo...yo te amo Naruto-kun. Con todo mi corazón.

La sonrisa que invadió el rostro de Naruto era la más hermosa que había visto en él. Y ella no pudo más que regresarla.

— Yo también te amo. Siempre lo he hecho. Y por eso no importa lo demás. Mientras Hinata-chan me ame todo estará bien.

Hinata se levantó rápido de la cama. Debía ir por algo de ropa. Le pediría el favor a Neji o alguno de los sirvientes para que le proporcionaran algo de sus pertenencias. Con las misiones que haría podría pagar sus gastos.

Si era verdad que Naruto no volvería, ella tomaría su casa. Era lo mínimo que podía hacer después de todo lo que había pasado.

Camino a la cocina por un vaso de agua, pero en la entrada, frente a la mesa, estaban un par de maletas y unas cajas de cartón; además de un plato cubierto por una servilleta. Se acerco curiosa notando una nota a lado de este.

Mi Dulce Niña (NaruHina)Where stories live. Discover now