Mi Dulce Niña (NaruHina)

CAPÍTULO 44

― ¡No! ¡Es mentira! ¡No!

Grito Hinata siendo retenida por Itachi. Naruto estaba frente a ella. Se encontraban en su clan y el tercer Hokage estaba presente.

― Solo la quiero lejos de mí. Itachi se encargara de lo demás. La necesito lejos de mí lo antes posible.

Naruto había pedido a Hiashi y al Hokage que los recuerdos de Hinata fueran borrados. Al menos los que conllevaban a él y sus amigos. Ella apenas se estaba recuperando de las palabras que noches atrás él le había dicho. Que la odiaba y que sería capaz de matarla. Y seguía sin creerlo.

Porque aún seguía buscándolo y yendo tras de él. Naruto l había corrido una y otra vez de su casa pero Hinata no entendía. Y no era de esperarse. Toda una vida de amor y cariños por parte del rubio no podían borrarse de la noche a la mañana.

― Por mi está bien.

Contento aburrido su papá aun viéndola con su corazón roto y la desesperación en sus gritos. Hinata logro zafarse de Itachi y apegarse a las rodillas de naruto.

― Naruto por favor. Te lo suplico, no me hagas esto. Te amo. Eres lo único que me hace feliz, no me quites eso ¡Por favor no me hagas esto!

Pero naruto ni siquiera se inmuto en sus gritos y llantos. El permaneció firme sin mostrar algún remordimiento.

― Es lo mejor. Si sigues así, no dejaras de molestar.

Le hablo aun firme frente a Hiashi y el Hokage.

― ¡No! ¡Itachi-nichan! ¡No lo hagas! ¡Por favor!

Le pido de rodillas desesperada sin saber que más hacer.

― Hinata-chan...si no lo hago yo...lo hará mi papá...él no te dejara ni los recuerdos de Hana-sama.

Le respondió con su mirada triste y levantándola del suelo. Hinata sintió su pecho arder. La estaban matando en cada palabra y ella no podía hacer nada.

― Hinata... ―sintió los brazos de Kakashi que la envolvieron y al ser su único consuelo se aferró el.― De verdad....es la única opción.

―....por favor...sácame de aquí.

― Sabes que lo haría sin dudarlo. Lo sabes.

Le dijo Kakashi con pesar e igualmente frustrado al no poder hacer nada. Hinata era la hermana con la que siempre soñó crecer. Y aunque así fue por un tiempo, todo se había terminado. Verla tan destrozada lo estaba matando.

― Naruto...― se acero tomando su mano pero este solo se soltó de ella.―....por favor. No te molestare más...vi...vire con tu recuerdo...pero por favor no me los quites.

― Tú no entiendes. Si te quedas con ellos no pararas. Tal vez no lo hagas ahora, pero en un año o dos o cual sea el tiempo tú siempre regresaras, debo asegurarme que no será así.

― Bien. ―EL tercer Hokage hablo viendo que la situación estaba tomada.― Itachi, prepararte, será en dos días en el amanecer.

― ¡No! ¡No pueden hacerme esto!

― Lo mejor será que la lleven a su habitación.

Pidió Hiashi molestándose por los llantos de Hinata. Pero sabiendo que eso terminaría pronto. Unos de los encargados del clan se acercaron a ella tomándola, pero ella lo noqueo de un golpe en su estómago.