CAPÍTULO 89

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El hilo que unía a Kōri y Kurama era uno irrompible, así este estuviera débil, el poder que ella tenía sobre del Biju más fuerte, era innegable.

Así lo había designado la primera Hinata.

Solo ella podía detener o hacer avanzar a Kurama. Ella era la única que podía frenarlo o hacerlo
destruir todo. Jamás le había pedido lo segundo. El corazón de todas las Hinata se mantenía firme a su promesa de proteger al mundo. Pero esta era diferente.

Esta Hinata nunca había sido enseñada esa obligación y ninguna otra había pasado por algo
parecido a esta. Porque Kōri y Hinata siempre habían estado a su lado para protegerla.
Pero ahora era diferente. Lo único que pudo hacer Kōri aun en su inconciencia, fue dar solo una
orden. Pero eso era suficiente.

Kurama sintió como su cuerpo reclamo obedecerle y entonces perdió el control. Al igual que Naruto. Lo que fueron dos colas de chakra, rápidamente se convirtieron en siete, dejando ver a un Kyubi de gran tamaño. Su pelaje naranja rojizo destaco de la oscura noche, al igual que el fuego que comenzó a lanzar a los que estaban ahí.

Una de sus garras logro arrasar con varios y logro barrer con árboles y piedras. Hizashi miro la escena con horror, y después miro ahora a la niña inconsciente en sus brazos. Ella había provocado eso. Debía matarla. Alzo su mano dispuesto a atravesar su corazón, pero el cuerpo de Kurama al ver el peligro, solo se movió con rapidez sin medir las consecuencias. La garra atravesó a Hizashi, quitando su vida en un instante. Aunque no había el único.

Hinata también fue atravesada.

Kurama al ver esto, saco su garra de inmediato, pero era tarde. El cuerpo de Hizashi fue echado al fuego y las filosas garras de Kurama tomaron el cuerpo ensangrentado de Hinata. La miro ahora consciente de lo que había pasado, al saber lo que había hecho.

No. No puedo perderla de nuevo. No.

Oculto el cuerpo de Hinata entre sus manso y empezó a dar una enorme cantidad de chakra al

cuerpo, intentando llegar al subconsciente de Kōri. Si la había sentido por un segundo, podía
hacerlo una vez más.

¡Kōri! ¡Kōri!¡Aférrate a la vida! ¡aférrate a mí! ¡Solo necesito una ligera conexión! ¡Por favor!

Suplico sin dejar de reconstruir cada tejido del cuerpo de Hinata. pero el corazón fue en el que
más batallo. Si Kōri no lograba la más mínima conexión con él, no lo lograría.

¡Kurama!

Fue todo lo que escucho de ella, pero era suficiente. Rugió al cielo de la noche dando lo más que
podía de su poder para revivirla mientras un aire frio y caliente salía de él, debido a la conexión
con Kōri. Porque aquel hilo tan delgado como el de una telaraña que los unía, se tensó, pero no se rompió.

Y con eso él se aferró a ella y la trajo de vuelta.

Dejo el cuerpo con cuidado antes de caer el. Había usado mucho chakra y posiblemente había
lastimado el cuerpo de Naruto, pero era algo que debía hacer. Miro una última vez a donde Hinata y vio como su pecho volvía a subir y bajar por su respiración. Lo había logrado.

La forma de Kurama desapareció y solo dejo al cuerpo de Naruto inconsciente en medio del
bosque, donde todos los que habían estado, ahora eran más que cadáveres calcinados. Las llamas empezaban a apagarse y Naruto salía de su inconciencia. Intento moverse, pero su
cuerpo ardía. Se levanto con mucho esfuerzo.

Debía ver que estaba bien, que estaba vida. Que aquella imagen de haberla atravesado era
mentira. Que Kurama no había perdido el control y todo era mentira. Al verla muerta en sus manos el solo se había vuelto loco y había desaparecido por ese momento en algún lugar oscuro. Miro delante de él, y fue cuando miro un pequeño cuerpo. Intento enfocar su vista, y fue cuando la miro.

Mi Dulce Niña (NaruHina)Where stories live. Discover now