Mi Dulce Niña (NaruHina)

CAPÍTULO 36

― ¡Vamos Hinata! ¡Una vez más!

Grito Jiraiya animándola para que no desistiera. Los exámenes eran en dos días. Por lo que ese sería su último día de entrenamiento. Ella debía descansar para poder estar lista. La había entrenado hasta al cansancio desde el día en que había logrado salir de ese acantilado. Naruto no sabía nada de lo que paso ese día.

Solo sabía que habían entrenado y Hinata había logrado controlar su chakra con mejor destreza. Por eso es que el rubio estaba encantado viendo como Hinata hacia Jutsu tras Jutsu con mucha precisión y fuerza.

― ¡Jutsu de hielo: Cuchilla de hielo!

Una especie de látigo salió del movimiento de brazo que hizo Hinata partiéndola roca cerca de ella y unos árboles varios metros más lejos.

― Impresionante.

Dijo Naruto feliz de ver el avance e ella. Jiraiya miro como Hinata realizaba otra técnica. No había vuelto a hacer una tan grande como la montaña de ese día, pero de igual manera eran mortales las que realizaba.

― ¿Está todo bien Ero-sennin? Lo he visto algo serio últimamente.

― Esta todo bien. Ella se ha vuelto una Kunoichi muy fuerte. Eso es todo lo que importa.

Naruto lo miro confuso hasta que el grito de Hinata llamándolo, lo hizo olvidarse de todo.

― Hinata.

Abrió sus brazos para recibirla. Había estado algo ocupado para la seguridad de los exámenes ya que varios ninjas de otras aldeas se presentarían y quería que todo fuera seguro.

― Vamos a comer.

Le dijo Hinata sin apartar su rostro de su cuello feliz de verlo.

― Bien. Vamos a Ichiraku.

― Esperen. ―les hablo Jiraiya― Tsunade me dijo que los invitara a comer hoy. Quiere celebrar el avance de Hinata y darle ánimo para los exámenes.

― Que bien. Quiero probar la comida de oba-chan.

Tomo el hombro del peliblanco para aparecer en la habitación de la casa de los sannins.

― ¿He?

Hinata no se había soltado de naruto en ningún momento por lo que naruto la seguía sosteniendo cual niña pequeña.

― Oba-chan tiene un kunai con mi sello.

Le explico mientras bajaban a la cocina.

― Llegaron justo a tiempo.

Les saludo Tsunade dejando todo en la mesa.

― Mi Tsunade.

Le saludo Jiraiya abrazándola haciendo avergonzar a la rubia.

― Espera tu pervertido.

Naruto y Hinata rieron llamando la atención de Tsunade apartadnos de Jiraiya. La puerta se escuchó haciendo que se distrajera del sannin y fuera a abrir.

― Hasta que llegan, pasen y siéntense.

Itachi y Kakashi entraron sorprendiendo a Naruto.

― Hola Hinata-chan ¿Cómo estás?

Se acero a ella quien se bajó rápido de Naruto avergonzada y dejando que Itachi acariciara su cabeza.

― Bien Itachi-san.

Le saludo sonriendo de volver a verlo. Kakashi vino tras el pelinegro y solo alzo su mano.

Hinata inclino la cabeza curiosa por él. Juraría que había visto ese cabello antes y esa mascara. Pero no tuvo tiempo de indagar cuando naruto interrumpió enojado.