Regreso al campo

Capítulo 28: Un Hermano y una Hermana

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Capítulo 28: Un Hermano y una Hermana

Qi Yue llevó a He Ling a una tienda muy famosa en la ciudad, que tenía dos pisos, la planta baja vendía telas y ropa, mientras que el primer piso vendía joyas de oro y plata, también colorete y polvo, con una amplia gama de estilos que eran muy popular entre las niñas y los gers.

"¡Yo, no es este Qi Gong zi!" El gerente de la tienda pareció reconocerlo y lo saludó con una sonrisa en su rostro. 

Qi Yue asintió y dijo: "¡He traído a mi esposo(1) aquí hoy para echar un vistazo!" 

El gerente de la tienda sonrió y miró a He Ling. Pensó que era muy bonito y hermoso. No es de extrañar que Qi Yue lo amara tanto. Él dijo: "Ustedes dos realmente se ven bien juntos, ¡incluso mi pequeña tienda se siente un poco más brillante!" 

"¡Estás bromeando!" dijo: "Le mostraré el lugar, el gerente de la tienda está ocupado, no es necesario que lo salude". 

"¡Está bien, siéntanse como en casa!" El gerente de la tienda levantó la mano e hizo señas a un compañero asistente para que lo siguiera, y se fue con un arco de la mano. 

Qi Yue volvió la cabeza hacia He Ling y dijo: "¡La ropa y el perfume que compré antes para ti pertenecían a esta tienda!" 

He Ling dijo de repente con una sonrisa: "¡Pensé que esta tienda también fue abierta por mi marido(2)!" 

Después de escuchar, Qi Yue parecía pensativo como si lo estuviera considerando seriamente: " Si a mi esposo le gusta, entonces compraré este lugar, ¿qué piensas?" 

"¡Mejor no!" He Ling estaba ansioso, ¿Para qué necesita esta tienda? 

Al ver su pánico, Qi Yue sonrió y quiso burlarse de él nuevamente, pero luego vio una camisa colgada: de color azul claro, con algunos racimos de flores de pera bordadas en el dobladillo, ¡muy elegante y hermosa! 

Arrastró a He Ling hacia él y lo tocó con la mano, la textura era suave y muy agradable. Le dijo al compañero que lo seguía: "¿Tiene este traje en el tamaño de mi esposo?" 

Miró a He Ling e hizo una reverencia: "¡Sí, iré a buscarlo para ti!" 

Al ver que era para sí mismo, He Ling tomó la mano de Qi Yue, "Esposo, tengo mucha ropa, ¡no hay necesidad de comprar más!" 

"Seguramente te queda bien, ¡quiero verte usarlo!" Qi Yue no dijo mucho más, sus ojos lo miraron con una sonrisa. 

La boca de He Ling se abrió una y otra vez, pero no podía decir que no. Mientras dudaba, el hombre ya se había acercado con la ropa, así que tuvo que tomarla y cambiarse. 

Qi Yue de repente pensó en algo y le dijo al sirviente a su lado: "Subiré al primer piso para echar un vistazo, y cuando salga mi esposo, avísele". 

El hombre hizo una reverencia en respuesta, y Qi Yue se dio la vuelta y subió las escaleras en busca de una horquilla adecuada para combinar con la ropa. 

Tan pronto como Qi Yue subió las escaleras, un dependiente lo saludó y asintió con la cabeza, dijo: "¿Dónde están las horquillas de jade?" 

El hombre escuchó y lo llevó a un gabinete, "Todas las horquillas de jade en la tienda están aquí, ¿Vea si hay algo que le guste?" 

Qi Yue bajó la cabeza y examinó las horquillas de varias formas y tamaños antes de finalmente detenerse en una horquilla de jade blanco. La horquilla era cálida y delicada y, casualmente, la cabeza de la horquilla también estaba tallada con flores de pera, que combinaban con el vestido.