𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟸𝟻

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-𝐂𝐚𝐛𝐞𝐥𝐥𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐩𝐨𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐲 𝐫𝐞𝐠𝐚𝐥𝐨𝐬 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐭𝐫𝐞𝐧-
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     𝔑𝔲𝔢𝔳𝔞𝔪𝔢𝔫𝔱𝔢, aquella bellísima y única temporada de nieve, frío y regalos llegó a Hogwarts, cubriendo el castillo, el césped y los árboles con su blanquecino manto escarchado

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𝔑𝔲𝔢𝔳𝔞𝔪𝔢𝔫𝔱𝔢, aquella bellísima y única temporada de nieve, frío y regalos llegó a Hogwarts, cubriendo el castillo, el césped y los árboles con su blanquecino manto escarchado.

El techo en Hogwarts fue encantado para simular que en lugar de un cielo estrellado, cayera nieve que caía con brillo y simpleza.

Tres niños se reunían en el gran comedor, tres niños que tenían un plan que ejecutar. Harry, Ron y Hermione discutían sobre cómo remplazarían a Crabbe y Goyle, y esperaban a una cierta chica de Hufflepuff que les había prometido un último favor antes de irse a su casa para las fiestas.

Apurada y afanada, _____ Lestrange entró al Gran Comedor con prisa, arrastrando maletas con las pertenencias necesarias y caminando más rápido de lo normal.

-Hola, disculpen el retraso- suspiró ella con agotamiento, sentándose a la mesa con sus amigos.

-No te preocupes- dijo Hermione -¿Lo conseguiste?

-Sí, fue una tarea especialmente desagradable- comenzó ______, explicando cómo había logrado conseguir cabello de Crabbe y Goyle. Había tenido que fingir una conversación animada con ellos y disimuladamente tocarles el cabello que casi no tenían para arrancarles aunque sea un pelo. -Éste es de Crabbe y éste de Goyle- murmuró, colocando unos frascos sobre la mesa con una cinta en la tapa que indicaban cuál era cuál.

-Gracias _____- sonrió Ron. Hermione imitando su acción.

-Sí, nos ahorraste mucho trabajo- dijo Harry.

-De nada- sonrió _____ con dulzura. -¿Tu qué harás, Hermione? No me dijiste que consiguiera el cabello de alguien más.

-Yo ya conseguí el mío- respondió Hermione con una sonrisa orgullosa, mostrando un pequeño frasco de cristal con un mechón de pelo adentro -Se lo robé a una chica de Slytherin que lo tenía en su capa.

-De acuerdo. Me hubiera gustado quedarme a ayudarles pero como Draco decidió pasar la navidad aquí, yo debo ir a casa. Mi tía se molesta si faltamos ambos, aunque mi tío prefiere no vernos...- explicó brevemente Lestrange con una sonrisa de disculpas -Por cierto, les tengo regalos.

-¿Regalos?- sonrió Hermione -Oh, _____, no debiste molestarte.

-Nosotros no te conseguimos nada- murmuró Ron apenado.

-No se preocupen por eso- rió la chica, sacando tres pequeñas cajas envueltas torpemente en envoltorio amarillo con brillos -No lo hago esperando algo a cambio.

De repente, Neville entró al comedor, buscando casi desesperadamente a _____ pues ya era tarde.

-¡_____!- se acercó a la mesa -_____ ya es tarde. El tren se irá si no nos apuramos.

-¡Oh, cierto!- la chica se levantó, acomodando sus guantes y tomando su maleta -Bien chicos, suerte, feliz navidad- dijo, retirándose junto a Neville hacia los carruajes.

-¡Feliz navidad!- exclamaron sus amigos mientras su figura desaparecía.

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Neville y _____ viajaban juntos en el trineo para llegar al Hogwarts Express, debido a que el lago se había congelado y no se podía ir por medio de botes.

Charlaron de todo y de nada en el camino, el frío azotando sus narices y la punta de sus orejas. Finalmente llegaron al tren, que los esperaba aún, y ellos entraron apuradísimos y realmente aliviados del calor que los recibió en el interior.

Afortunadamente, debido a que no todos regresaban a casa, habían varios compartimentos vacíos, por lo que elegir uno no fue tarea difícil.

-Por cierto, te tengo un regalo- sonrió Neville con timidez, sacando de su maleta una cajita adornada.

-Yo también- _____ respondió, imitando la sonrisa de su amigo.

-No debiste molestarte.

-Y tú tampoco.

Neville sonrió, bajando la mirada y ruborizándose. Evitando los ojos de su amiga le entregó el regalo, el cual fue bien recibido.

Ella lo abrió con ansias, la amplia sonrisa jamás dejando su rostro, misma sonrisa que hacía que el corazoncito de Neville diera mil vueltas y giros.

Le quitó la tapa a la cajita cuadrada, sacando de allí dos cajas de varitas de regaliz y un ramo de flores amarillas. El detalle la hizo sonrojar.

-Muchas gracias Neville- sonrió ella, dándole un abrazo a su amigo -¿Te he dicho que eres el mejor?

-N-no- las mejillas de Neville comenzaron a arder, tanto por el rubor como por su sonrisa que cada vez se ampliaba más. Se aclaró la garganta, tratando de no ser demasiado obvio -Logré tomar esas flores antes de que el invierno las marchitara, la sabia de sauce resulta muy buena para conservar las plantas. Y le pedí a mi abuela que me mandara el regaliz por correo.

Saber que había preparado el regalo incluso antes del invierno derritió todavía más el corazón de la chica, quien amplió su sonrisa a pesar de que pareciera imposible.

-Definitivamente eres un genio- rió ella -Ahora ten, abre el tuyo.

Neville sonrió titubeante, tomando el pequeño regalo envuelto de manera torpe aunque se notaba el esfuerzo. Neville no era el tipo de niño que arrancaba el papel, muchos decían que arrancarlo era parte de la emoción, pero él era más cuidadoso, y más aún cuando el regalo venía de alguien como _____.

Con delicadeza despegó la cinta transparente que mantenía el envoltorio junto. Suavemente, éste se desprendió, revelando un libro de tamaño mediano con una portada verde oscuro, diseños florales y botánicos adornando su cobertura.

"Misterios Botánicos Sub-acuáticos"
De: Quiac Marinus.

Neville sonrió hasta que le dolieran las mejillas. ______ había notado su interés en las plantas, especialmente las acuáticas, y haberle conseguido un libro como ese era todo un detalle que le sacaría mil suspiros de ensueño al recordarlo.

-Gracias- dijo en un suspiro, lo dijo casi inconscientemente, como si hubiera salido desde lo más profundo de su ser.

-Qué bueno que te guste- rió ella, con esa risa gloriosa que tenía. Otros la considerarían una risa extraña, maquiavélica, inusual, pero para Neville, era como la melodía más suave y pura que solo un compositor celestial podría componer.

-¿Gustarme? Me fascina.

Y así siguió el resto del camino, riendo y charlando mientras compartían varitas de regaliz y _____ trenzaba flores amarillas en el corto cabello de Neville.

𝔉𝔩𝔬𝔯𝔢𝔰 𝔄𝔪𝔞𝔯𝔦𝔩𝔩𝔞𝔰 ||  𝒩. 𝐿𝑜𝓃𝑔𝒷𝑜𝓉𝓉𝑜𝓂 Where stories live. Discover now