𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟼𝟶

157 18 1
                                    

-Trajes horrendos y prácticas de vals-
🪴🪴🪴

     _____ 𝔰𝔢 𝔡𝔦𝔯𝔦𝔤í𝔞 𝔞𝔩 𝔠𝔬𝔪𝔢𝔡𝔬𝔯, muy determinada con sus pasos firmes uno tras otro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

_____ 𝔰𝔢 𝔡𝔦𝔯𝔦𝔤í𝔞 𝔞𝔩 𝔠𝔬𝔪𝔢𝔡𝔬𝔯, muy determinada con sus pasos firmes uno tras otro. No iba apurada, ni mucho menos estaba molesta, simplemente estaba tan concentrada en no pisar las líneas en el suelo que tenía una mueca que la hacía ver descontenta.

Por accidente no se fijo que alguien estaba justo frente a ella, y chocó sin querer con aquella persona, sus libros cayendo al suelo.

-Oh, cuánto lo siento, no me fijé- se disculpó ella, recogiendo sus libros y aún no mirando a la persona accidentalmente atropellada.

-Fue culpa mía, señorita, discúlpeme- un fuerte acento le respondió.

Al no reconocer la voz, ella alzó la mirada. Era uno de los chicos de Durmstrang. Ella se ruborizó ante su mirada profunda, no era maliciosa, pero si muy intensa.

-Soy Dimiter- sonrió el muchacho, muy cordialmente colocando una mano detrás de su espalda y haciendo una reverencia. -Dimiter Kostovo.

-_____- ella sonrió, ofreciéndole su mano extendida. Él sonrió un poco confundido, estrechando su mano con tal vez demasiada firmeza. -Lestrange- murmuró un poco más bajo.

-Un placer- él nunca apartó sus ojos grises de ella, y ella sonrió lo más dulcemente que pudo. Besando el dorso de su mano, Dimiter se fue, con su espalda erguida y hombros hacia atrás.

Con una última mirada hacia donde el muchacho se fue, ella se dirigió al Comedor, un poco confundida por lo recién ocurrido.

Ya en el comedor, Harry Potter se humillaba ante la chica que le gustaba. Tan embobado estaba sonriéndole a Cho Chang que olvidó tragarse el jugo de calabaza que tenía dentro la boca, el cual se regó en la mesa.

_____ trató de no burlarse cuando se acercó a Harry y Ron, con la intención de asustarlos mientras andaba de puntillas detrás de ellos. Su misión se vio interrumpida por una mueca de disgusto que se manifestó en su rostro, observando con el ceño fruncido un traje que Ron había recibido. Era realmente feo y olía a polvo, probablemente de haber estado guardado por tanto tiempo.

-Uh, Ron- comenzó, atrayendo la atención del pelirrojo -¿Qué es eso?

-No sé, no creo que sea para mi, es un vestido- se quejó Ron igual de disgustado -A lo mejor es de Ginny.

-No usaré eso, es espantoso- dijo Ginny, quien escuchó lo que decía su hermano.

-Al menos combina con tus ojos- se burló Harry.

Hermione se rió, provocando que Ron la mirara con el ceño fruncido.

-¿De qué te ríes?

-No son para Ginny, son para ti- dijo Granger. Varios que los rodeaban se unieron a la burla -Es una túnica de gala.

-¿De gala? ¿Para qué?

🪴🪴🪴

Cierto adolescente estaba incandescentemente feliz y emocionado. Había llegado la oportunidad perfecta.

La profesora McGonagall había anunciado que se acercaba el Baile de Navidad, y por lo tanto debían aprender a bailar como mínimo un pequeño vals. Afortunadamente Neville Longbottom ya sabía bailar, y de todas las cosas en las que era torpe, bailar no era una de ellas.

Su abuela siempre se esforzó en enseñarle los pasos para un vals, y en ese momento no podía estar más agradecido.

Era ya de noche, estaba solo en su habitación. Tomó sus zapatos más finos y se los colocó, aunque no combinaran para nada con su pijama de rayas azules y blancas.

Tarareó una melodía mientras practicaba su baile. Imitó con sus manos el estar sosteniendo a su pareja de baile, y no pudo evitar sonrojarse cuando lo primero que inundó su mente al cerrar los ojos fue _____.

Un, dos, tres... un, dos, tres...

El ritmo imaginario del vals lo acompañó. Imaginó que las camas y muebles a su alrededor eran personas, por lo que se esforzó en mover adecuadamente sus pies y no chocar con ninguna. Se balanceaba de izquierda a derecha, una sonrisa llena de dulzura adornaba su tierno rostro de joven enamorado.

Murmuró una melodía que recordó que bailaba su abuela en las fiestas familiares de Año Nuevo, inadvertido de que afuera de aquella habitación Harry Potter y Ron Weasley los observaban con miradas atónitas e incluso sonrisas de sorpresa.

𝔉𝔩𝔬𝔯𝔢𝔰 𝔄𝔪𝔞𝔯𝔦𝔩𝔩𝔞𝔰 ||  𝒩. 𝐿𝑜𝓃𝑔𝒷𝑜𝓉𝓉𝑜𝓂 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora