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ℌ𝔞𝔯𝔯𝔶 𝔓𝔬𝔱𝔱𝔢𝔯 reapareció en la arena, cargando el cuerpo de Cedric Diggory y llorando en él. Al aún no entender lo que ocurría, algunos celebraron, pero Dumbledore se acercó a Harry apresuradamente.
Lentamente todos comenzaron a notar que Cedric estaba tendido en el piso, inerte.
-¿¡Harry, qué pasó!?- cuestionó Dumbledore, arrodillándose junto al adolescente.
-¡Regresó, él regresó!- sollozó Harry, su voz rasposa y quebradiza -¡Cedric me pidió que le trajera su cuerpo de vuelta! _____ tenía razón... ella me lo advirtió.
Todos enmudecieron.
De repente, la chica que lo había previsto comenzó a sentir un intenso dolor de cabeza, por lo que se quejó y colocó su mano en su frente.
-¿____, qué te pasa?- cuestionó Neville, tan atónito como todos. Ella tenía razón y ni siquiera él le creyó.
-Dios mío- murmuraba ella, sosteniendo su cabeza en sus manos y comenzando a llorar. Por un momento se culpó a sí misma, tal vez si hubiera insistido más... Cedric viviría.
Dumbledore dirigió su mirada, tan áspera y punzante como una daga y se centró en _____ Lestrange. Su rostro tan lleno de confusión, incredulidad y enojo. Con sólo esa mirada, prometió que hablarían muy seriamente, y eso la llenó de temor.
-¡Déjenme pasar!- la voz de Amos Diggory exclamó desde las gradas, abriéndose paso entre la gente que estaba petrificada ante tal escena.
Las murmuraciones de la gente y el llanto de Harry llenaban el tétrico ambiente.
-¡Ese es mi hijo!- el señor Diggory se acercó a Cedric, arrodillándose junto al cadáver y abrazándolo al sollozar y gritar -¡Es mi muchacho!
Era una escena realmente desgarradora. Los gritos tan llenos del desesperación y angustia solo generaban inquietud y tormento, aquellos gritos que podrían perseguir a varios en sus pesadillas, pues eran gritos de verdad. Es inimaginable lo que debe ser aquel dolor, el de perder a un hijo, y aunque la mayoría allí presente no entendía realmente ese sentimiento, nadie era tan insensible como para no compadecerlo.
Alastor sostenía a Harry, quien luchaba por liberarse y volver al cadáver de Cedric.
En un estado de completo desconcierto, ____ observó horrorizada y con una acumulación de lágrimas en sus párpados que solo caerían al momento de parpadear. Su respiración se quedó atrapada en su garganta y se le desvaneció el habla. Su vista y memoria repetían su sueño.
Con el dolor todavía más retumbante en su cabeza, se tambaleó un poco y cayó sentada de nuevo en las gradas, preocupando a Neville.
-_____, estás ardiendo en fiebre- dijo el muchacho al colocar su mano en la frente de su amiga -Tengo que llevarte a la enfermería.
-No- ella dijo en un suspiro quebrantado -Esto no se trata de mi.
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Te lo dije.
Te dije que volvería, y aquí estoy.
Seca tus lágrimas, sé que no entiendes nada aún, pero créeme, lo harás eventualmente.
Todo estará bien, pronto estaremos todos reunidos.
