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𝔄𝔩𝔤𝔲𝔫𝔬𝔰 𝔡í𝔞𝔰 𝔡𝔢𝔰𝔭𝔲é𝔰, el pánico y el miedo se apoderaron de Hogwarts. Todas las puertas habían sido cerradas, las ventanas bloqueadas, y los estudiantes se vieron obligados a dormir en el Gran Comedor, pues ya ni las salas comunes eran seguras. Toda la conmoción se debía a un solo nombre: Sirius Black. Al parecer la señora Gorda lo vio con sus propios ojos, e incluso había escapado de su pintura, la cual ahora tenía un gran rasguño en el centro del lienzo.
Por las noches Dumbledore se paseaba por el lugar, hablando con Severus Snape y expresando sus dudas, sospechas y demás. Sonrió un momento al ver a un par de adolescente completamente dormidos cada uno en su respectivo saco para dormir, pero aún así, se tomaban de las manos.
Eran Neville Longbottom y ____ Lestrange, el director frunció el ceño con una sonrisa extraña ante tan inusual combinación. Todo pasó porque Neville no podía dormir. El hecho de que Sirius Black estuviera merodeando por Hogwarts le daba terror, así que ____ sugirió que sostuviera su mano hasta que pudiera conciliar el sueño, lo cual ayudó más rápido y eficiente de lo esperado, y ahora ambos dormían con pacífica tranquilidad.
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Una muchacha de capa de Hufflepuff corría por los pasillos de Hogwarts, una amplia sonrisa adornando sus facciones mientras el viento al correr le desordenaba el cabello.
Buscaba a sus amigos, les tenía una noticia importante, y estuvo muy contenta de al fin encontrarlos sentados en una de las sillas del patio.
-¡____!- exclamó Hermione, una sonrisa confundida adornó sus facciones al ver el afán de su amiga -¿Todo bien?
-¿Se murió alguien?- cuestionó Ron, recibiendo un codazo en el costado por parte de Harry.
-Si alguien se hubiera muerto no traería esa sonrisa.- el de lentes rodó los ojos.
-Nadie murió- rió ____, recuperando el aliento -Les tengo una súper noticia ¡me aceptaron en el equipo de Quidditch!
-¿De verdad?- Hermione imitó la alegría de la de Hufflepuff, dándole un corto abrazo mientras ambas daban pequeños saltitos de la emoción.
-¡Asombro! Felicidades, ____- sonrió Harry.
-¿Significa que Harry y tu jugarán mañana? ¿En equipos opuestos?- cuestionó Ron con incredulidad -Lo siento Harry, pero en este partido me veo en la obligación de apoyar a Hufflepuff- bromeó, dándole una palmadita a Harry en el hombro.
-Vaya, gracias por tu apoyo Ron, me siento honrado- dijo Potter con sarcasmo, pero la sonrisa en sus labios descartaba cualquier rastro de molestia o seriedad.
-Podemos apoyarlos a ambos, Ron- suspiró Hermione.
-Y lo mejor de todo es que Draco me prestó su escoba- ____ continuó -Mi tío no quería comprarme una, entonces Draco me prestó la suya... solo me dijo que si la rompía debía pagársela con dos meses de hacerle sus tareas, y ya me comprometí.
Harry y Ron se miraron el uno al otro con incredulidad y el ceño fruncido, ¿Malfoy siendo amable? ¡Jamás!
-Estoy segura de que lo harás genial- aseguró Hermione, colocando su mano delicadamente en el hombro de su amiga. -¿Ya le contaste a Neville?
-Precisamente lo estaba buscando- respondió.
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Ya era el día del partido, cualquiera diría que aquellas circunstancias eran inapropiadas e imprudentes para realizar algo así, pues llovía con ferocidad y las nubes eran tan espesas que apenas era posible ver, pero aún así, Dumbledore no pareció ver algún inconveniente lo suficientemente grave como para reorganizar la fecha.
_____ estaba especialmente nerviosa, le habían dado una especie de gafas parecidas a las de nadar las cuales estorbaban su visión más que aclararla, además de estar tan apretadas que lo único que deseaba era quitárselas de una vez.
Afortunadamente era hábil con la escoba, y era sabia al momento de esquivar o perseguir la Snitch, la cual era su principal objetivo como buscadora. Dirigió su mirada por unos segundos a sus amigos en la torre de Gryffindor. Hermione y Ron sostenían con orgullo una bandera mitad roja y mitad amarilla, simbolizando su apoyo por cualquiera de sus amigos. Neville levantaba una bandera más pequeña la cual sostenía con una mano, era de Hufflepuff, y con orgullo llevaba una corona de flores que _____ le había hecho el día anterior, a pesar de estarse mojando todo el cabello por la sola intención de mostrar que la estaba usando.
En la torre de Slytherin, Draco Malfoy también apoyaba a su prima de la manera más disimulada posible, pues aplaudió dos veces cuando ella lo miró, mostrando que usaba unos guantes amarillos con rayas negras. La chica supuso que esa era su forma de brindar apoyo sin ridiculizarse a sí mismo.
Con una sonrisa, la chica logró divisar a la snitch entre las gruesas gotas de lluvia que le golpeaban la espalda. Voló hacia ella con agilidad y comenzó a perseguirla mientras ésta huía, al notarlo, Harry también se puso en marcha y persiguió a la Snitch, rápidamente alcanzando la velocidad de ____.
En menos de lo esperado, ambos ya se habían alejado bastante y ahora estaban en las nubes, subiendo más y más, ignorando el frío que incrementaba con la altitud. Sus escobas comenzaron a formar escarcha.
Entrecerrando los ojos debido a que el frio comenzaba a congelarle los lentes y extendiendo su brazo lo más que le fue posible, la chica cerró los dedos de su mano con la snitch dentro de su palma, pero en aquel momento en que el objeto tocó sus dedos, uno de los constantes rayos le dio a su escoba y la hizo perder el control de ella. Cayó, cayó y cayó.
De repente preocupado por su amiga, Harry hizo el intento de bajar y ayudarla, pero rápidamente se vio rodeado de dementores, los cuales lo perseguían sin cesar mientras el huía de ellos, subiendo aún más inadvertidamente.
Todo se nubló para él cuando un dementor se acercó demasiado, emitiendo un ruido desagradable que lo despojó de toda capacidad y libertad de movimiento y lo tiró de su escoba, cayendo con gran rapidez.
Alcanzó rápidamente a ____, quien inconsciente caía aún con la snitch apretada en su mano y se aferraba a lo que había quedado de su escoba.
Todos comenzaron a gritar con terror, algunos se levantaron de sus asientos para ver mejor. Neville tapó su rostro con ambas manos, si ella caía al suelo moriría, y el con solo pensarlo ya estaba llorando.
Dumbledore extendió su mano y murmuró un hechizo, salvándolos de caer y romper todos y cada uno de sus huesos.
