𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟷𝟷𝟺

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-El secuestro y el castigo-
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     𝔏𝔞 𝔫𝔦𝔢𝔳𝔢 𝔰𝔢 𝔡𝔢𝔯𝔯𝔦𝔱𝔦ó con el pasar de los días y el llegar de la primavera

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𝔏𝔞 𝔫𝔦𝔢𝔳𝔢 𝔰𝔢 𝔡𝔢𝔯𝔯𝔦𝔱𝔦ó con el pasar de los días y el llegar de la primavera. Ya había pasado algún tiempo desde que _____ Lestrange huyó de Hogwarts y volvió a la Mansión Malfoy, y su vida era tan deprimente como ya lo había previsto.

Desde el día de su llegada fue el doble de infeliz. Había logrado convencer al Señor Tenebroso de que había hecho su trabajo de espiar e incluso había inventado un poco de información que pensó le llamaría la atención. Esto fue exitoso y Voldemort estaba satisfecho con su tiempo en el colegio, por lo que le fue permitido quedarse en la casa.

Hasta que algo horrible ocurrió (de todas formas pasaban cosas horribles cada día, pero esto era diferente).

En una de las muchas noches en que la adolescente se metía a la biblioteca de Lucius a investigar sobre una manera de ayudar a Harry Potter en todo lo sucedido, escuchó un ruido que la perturbó.

Leía sobre horcruxes, algo que sabía por alguna razón que Harry y sus amigos debían destruir para lograr matar a Voldemort, y también era obvio que ellos no sabrían dónde estaban esos horcruxes. La idea era simple, recopilar la información y luego escapar para decirle todo a Potter y poder terminar con todo. No debía ser demasiado difícil ¿o si?

Dejó el libro apresuradamente de nuevo en el estante y salió de la biblioteca, asustada por la conmoción que podía escucharse en la sala. Golpes y cosas cayendo de manera brusca y desenfrenada.

Al salir, no vio a nadie ni nada, solo a una joven rubia y asustada acurrucada en el suelo mientras cubría su rostro para protegerse.

-¡Luna!- ______ corrió hacia ella y se arrodilló a su lado, tomando su rostro y examinando las heridas en sus mejillas -¿Qué haces aquí? ¿Qué está pasando?

-Ellos me- me- susurró la menor, notablemente aterrada y abrazando a su amiga, encontrando único consuelo en ella al estar en un lugar tan tétrico y maligno.

-¿De qué hablas, Luna? ¿Quiénes te lastimaron?

De repente, las dos jovenes se vieron rodeadas. ______ comprendió todo al ver a un numeroso grupo de mortífagos con sonrisas demoniacas y sádicas.

-¿Qué ocurre? ¿Por qué la trajeron aquí?- cuestionó Lestrange, levantándose del suelo y retándolos a todos con la mirada.

-Yo se los ordené- una voz que ya reconocía muy bien le respondió -Porque... la última vez que me fijé, yo soy el que las da, y también el que hace las preguntas.

______ comenzó a entrar en pánico, indecisa de lo que debía hacer o decir para defenderse a ella o a Luna.

-Mi señor- suspiró.

-¿La conoces?- cuestionó Voldemort, paseándose por la sala con las manos detrás de su espalda y una alarmante actitud calmada.

-S-Sí, señor- ______ se vio obligada a decir la verdad -Es una amiga que hice en Hogwarts.

-Una amiga, pero qué encantador- susurró el mayor, acercándose a _______ para comenzar a colocar su mano en su mejilla. Con sus uñas tocó levemente su piel y las deslizó delicadamente, apenas y pellizcándola un poco de lo afiladas que estaban. ______ hizo una mueca de disgusto pero no podía hacer nada más que eso -¿Desde hace cuánto se puede saber?...

-D-Desde s-segundo... ¿tercer año? N-No recuerdo, mi señor.

-Aún así es bastante tiempo...- murmuró con veneno, aún con su mano en el rostro de la muchacha. Fue cuestión de segundos para darse cuenta en el momento en que la había abofeteado con fuerza y sus uñas habían desgarrado parte de su piel. ______ sostuvo su herida con ambas manos, inconscientemente apartándose del hombre -¿Y es que tú no has aprendido nada? Que mala costumbre tienes de hacerte amiga del enemigo.

-¡Lo siento!- exclamó ella -Aún así no entiendo porqué ella está aquí, no tiene nada que ver con esto.

-Eso no es de tu incumbencia- gruñó el Señor Tenebroso -Deja de pensar que tienes algún tipo de autoridad para cuestionarme.

Y por algunos segundos la mirada fulminante y serpentina de Voldemort penetró el alma de ______ y logró asustarla una vez más. Esos ojos, sin un alma tras ellos, no revelaban sentimiento alguno, solo sed de sangre y crueldad. Eran rojos y estaban como encendidos por la ira.

-Mi señor- habló uno de los mortífagos -¿Qué hacemos con la prisionera?

-Llévenla al calabozo- ordenó -Y en cuanto a ti... aprenderás a no desafiarme- se refirió a ______ -Llévensela a su cuarto y enciérrenla. No le abran bajo ninguna circunstancia ni aunque sea para comer, y quítenle la varita.

Luna no se resistió ante las personas que la tomaron bruscamente de los brazos y la arrastraron por el suelo hasta los calabozos que por alguna extraña razón había en la Mansión Malfoy. En cambio ______ luchó y gritó para que aquellos sirvientes no se la llevaran, pataleó y forcejeó, pero sin su varita, no tenía mucha oportunidad contra los más grandes y fornidos que la jalonaron de los brazos y la arrastraron por las escaleras hasta llegar a su habitación.

Al llegar, sin decir ni una palabra, la arrojaron en el suelo y cerraron la puerta, y a la pobre muchacha no le dio tiempo de levantarse y se limitó a golpear la puerta muchas veces hasta que se le ensangrentaron los nudillos. Lloró de nuevo mientras con sus manos adoloridas le daba golpes debilitados a la puerta que era tan resistente que ni un solo raspón presentaba. ______ se dejó caer al suelo y apoyó su espalda en la pared, insegura de lo que pasaría ahora que no tenía magia, ni comida, ni a nadie que realmente la quisiera.

Ocurriéndosele una idea alocada, corrió a la ventana de su cuarto, tal vez podría escapar por allí. Abrió el vidrio y sacó su cabeza, haciendo una mueca al notar lo alto que era. Mala suerte era el tener una habitación en un segundo piso. Pero no pensaba rendirse tan fácilmente. Tomó todas las sabanas que tenía, la de su cama y las que guardaba en el armario, las juntó con un nudo e hizo una cuerda con ellas. Luego la arrojó por la ventana, con la esperanza de que fuera lo suficientemente larga, pero no era así, su improvisada soga no era ni de la mitad del largo que necesitaba, por lo que suspirando agotada y angustiada, ______ se rindió.

𝔉𝔩𝔬𝔯𝔢𝔰 𝔄𝔪𝔞𝔯𝔦𝔩𝔩𝔞𝔰 ||  𝒩. 𝐿𝑜𝓃𝑔𝒷𝑜𝓉𝓉𝑜𝓂 Where stories live. Discover now