𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟷𝟶𝟶

125 18 0
                                    

-Mortem Iaculis-
🪴🪴🪴

      𝔐𝔦𝔢𝔫𝔱𝔯𝔞𝔰 𝔩á𝔤𝔯𝔦𝔪𝔞𝔰 𝔣𝔯𝔢𝔰𝔠𝔞𝔰 impregnaban las mejillas de _____ Lestrange, ella continuó con un sólo propósito, y no se detuvo hasta llegar a uno de los invernaderos en el patio

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

𝔐𝔦𝔢𝔫𝔱𝔯𝔞𝔰 𝔩á𝔤𝔯𝔦𝔪𝔞𝔰 𝔣𝔯𝔢𝔰𝔠𝔞𝔰 impregnaban las mejillas de _____ Lestrange, ella continuó con un sólo propósito, y no se detuvo hasta llegar a uno de los invernaderos en el patio. El frío y brisa nocturnos la recibió, pero no le prestó atención.

-Alohomora- susurró, su aliento formó un poco de vapor al dejar sus labios.

La puerta del invernadero de cristal se abrió suavemente, afortunadamente no hizo ruido alguno. _____ entró y examinó sus alrededores por unos segundos, buscando una planta específica que podría resolver de una vez por todas su tristeza.

Y la encontró. Una Mortem Iaculis yacía en una mesita de madera, tranquila y aparentemente dormida, a juzgar por sus hojas caídas y colgantes. Un nudo se apoderó de la garganta de ______, pues un recuerdo azotó su mente con ferocidad.

-Esta es la planta de la que te hablé- había dicho Neville Longbottom al inicio del año, mientras él y su mejor amiga observaban una planta curiosa y de un olor dulce. -Mortem Iaculis.

-Es muy bonita- suspiró la chica -Al verla no me imaginaría que es tan peligrosa.

-Lo sé, las plantas más bonitas suelen ser las más mortales- rió el muchacho, con las mangas aremangadas y guantes de jardinería al cambiarle la tierra a la planta -Si se toca no pasa nada, una leve alergia tal vez, el problema es cuando se ingiere. Es capaz de matar a alguien en veinte minutos si no recibe ayuda médica inmediata.

-Vaya- murmuró _____, profundamente perdida en la pasión de Neville al explicar todo eso de las plantas, y sus ojos se llenaron de adoración al verlo moverse con tanta confianza en el invernadero.

Con la amargura del recuerdo, ______ arrancó unas cuantas hojas de la planta y las guardó en su bolsillo con brusquedad. Sin importarle el poco de tierra que se derramó en el suelo, salió del invernadero con discreción. Su corazón tenía miedo, y tembló dentro de su prisión de huesos.

🪴🪴🪴

Era de madrugada y todos dormían, pero aún _____ Lestrange estaba despierta y daba vueltas por el baño de Myrtle, quien estaba quién sabe dónde. No podía decidirse, tenía miedo. ¿Sería doloroso? ¿En verdad valía la pena? ¿Estaba exagerando? Tal vez, tal vez no.

Impaciente, cansada y desesperada, la adolescente cayó en sus rodillas en rendición y rompió en llanto una vez más. Apretó las hojas de la Mortem Iaculis en su mano con fuerza y deseó ser otra persona, deseó haber nacido en una familia normal aunque fuera una muggle, y también deseó no haber nacido del todo.

Respiró tres veces, llenando sus pulmones de todo el aire posible y cerró los ojos con fuerza. Se metió las hojas a la boca y las masticó, era como comer lechuga pero a los segundos, un sabor amargo llenó su boca por lo que se vio obligada a tomar mucha agua.

En poco tiempo se le nubló la vista, se mareó y sintió como si la estuvieran apuñalando en el estómago. Cayó completamente al suelo y se retorció en él.

Pero los ojos de una fantasma desolada observaron, y a pesar de su esencia burlesca e insensible, se conmovió. Myrtle la llorona salió de su baño por primera vez en muchísimos años y buscó al primer adulto que encontró. Ella había pasado la misma situación cuando vivió, antes de ser asesinada por el basilisco, y no le deseaba la condena de vagar sin propósito por un castillo a nadie.

Tras oír las noticias que la chica fantasma tenía que comunicar con tanta urgencia a las tres de la mañana, Minerva McGonagall, aún en su bata de dormir y el cabello trenzado corrió con un candelabro en su mano. Le instruyó a Myrtle que le dijera a Dumbledore inmediatamente, a lo que no muy contenta la fantasma obedeció.

Al llegar, la pobre Minerva casi se infarta. Encontró a ______ Lestrange tirada en el suelo inconsciente y con espuma saliendo de sus labios que se comenzaban a tornar azules.

Al poco tiempo llegaron corriendo Albus Dumbledore y Severus Snape, estupefactos ante tal escena.

-Debemos llevarla a la enfermería, Albus- exclamó la profesora con su voz aún más quebradiza y temblorosa que nunca.

Severus Snape se encargó de cargar a ______ hasta el hospital, mientras los ancianos discutían al respecto.

-No lo comprendo ¿qué pudo haber pasado?- insistía Minerva -¿Por qué de repente hay tantos estudiantes cuya vida corre peligro de una manera u otra?

-Aún no lo sé, Minerva- suspiró Dumbledore -Pero me parece que en este caso, _____ no fue atacada por nadie.

-¿Qué estás insinuando?

-Parece más un acto en su propia contra- dijo el director con pesadez, rozándose las sienes.

-¡Pero Albus!- McGonagall se llevó una mano al pecho -¡Es todavía una niña! Siempre ha sido tan dulce y alegre... no me cabe en la cabeza.

-Los problemas más grandes nunca están a simple vista, Minerva. Muchas de las sonrisas que vemos ocultan una tristeza muy profunda.

Y con _____ en la enfermería, Madame Pomfrey jamás se había apresurado tanto en su vida para preparar algún remedio. Severus Snape había encontrado los restos de las hojas de la planta mortífera en los bolsillos de la adolescente, y Madame Pomfrey conocía el tiempo que tenía para actuar, pero si viviría o moriría, nadie lo sabía.

𝔉𝔩𝔬𝔯𝔢𝔰 𝔄𝔪𝔞𝔯𝔦𝔩𝔩𝔞𝔰 ||  𝒩. 𝐿𝑜𝓃𝑔𝒷𝑜𝓉𝓉𝑜𝓂 Where stories live. Discover now