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𝔘𝔫𝔞 𝔥𝔬𝔯𝔯𝔦𝔟𝔩𝔢 𝔱𝔯𝔞𝔤𝔢𝔡𝔦𝔞 había ocurrido. Todo comenzó cuando la mujer a quien Draco Malfoy había puesto bajo el conjuro de imperio, Madame Rosmerta, le entregó el paquete con el collar a la persona equivocada. Tal persona era una pobre muchacha de Gryffindor, Katie Bell. Había sido maldecida, y había terminado en la enfermería; era todo un milagro que siguiera viva. Draco estaba metido en un gran problema.
Pero alguien sospechaba.
Desde el inicio de año Harry estaba convencido. Siempre había sospechado de Draco Malfoy, en todas las ocasiones en que pasaba algo malo siempre lo señalaba como culpable, pero ya no sólo era el rubio quien lo desconcertaba.
Ahora su intuición señalaba hacia ______ Lestrange. Estas sospechas levantaban culpa en su interior, pues ____ siempre había sido una buena amiga, pero había algo raro en ella.
Y a pesar de la gravedad del asunto, no le atemorizaba expresar sus dudas.
-Fueron Draco y _____- acusó mientras él y sus amigos explicaban lo ocurrido frente a la profesora McGonagall y Severus Snape.
Hermione y Ron le lanzaron una mirada atónita. ¿Cómo podía decir eso? Lo de Malfoy tenía tal vez un poco de sentido ¿pero _____? ¿Cómo podía dudar de la lealtad de _____?
-Esa es una acusación muy seria, Potter- dijo la profesora, incrédula de lo que escuchaban sus oídos. Se levantaron sus finas cejas grisáceas y la voz le tembló más de los normal.
-Lo es- comentó Severus -¿Y la evidencia?
-Sólo lo sé- se justificó Harry.
-"Sólo lo sabe"- repitió Snape -Y pensar que después de tantos años de ser amigo de Lestrange ahora la esté acusando de algo tan grave. ¿No son asombrosos los dones que se tienen al ser el elegido?- dijo con puro sarcasmo en su monótona y lenta voz.
-Sugiero que se vayan ya a sus dormitorios, los tres- dijo McGonagall.
Ron y Hermione obedecieron de inmediato, pero por unos breves segundos Harry permaneció en su lugar y le lanzó una mirada a Snape llena de rencor y amenaza.
Y desde ese momento, Harry vigilo cada movimiento de Malfoy y Lestrange, siguió sus pisadas en el mapa de los merodeadores y prestó especial atención a cada detalle, aunque se tratase de parpadear o recoger una pluma del suelo.
Además de eso, Potter se vio obligado a lidiar con la furia de Hermione cada vez que se le ocurría mencionarlo.
-Harry Potter- diría cada vez -Si sigues hablando mal de _____ te juro que voy a quemar ese libro de pociones. _____ es y siempre ha sido nuestra amiga, no puedo creer que te atrevas a siquiera señalarla. Es muy hipócrita de tu parte.
-Pero Hermione...
-¡No quiero escucharlo!
Harry odiaría admitirlo, pero sus sospechas habían comenzado desde el día de la muerte de Sirius Black. Harry simplemente no podía creer que de una mujer tan malvada, despiadada y cruel como lo era Bellatrix Lestrange pudiera salir algo bueno. Comenzó a pensar que la dulzura y amabilidad de ______ era todo una farsa, y que ella los había estado engañando a propósito.
Ahora, cada vez que _____ los saludaba o se acercaba, el de lentes rodaría los ojos sin que nadie se diera cuenta, y era aún más frustrante ser el único que pensaba así. Para el, todos estaban cegados con la aparente ternura de la Hufflepuff, incluso Ron estaba en desacuerdo con sus sospechas, aunque no se enojaría tanto como Hermione.
Pero se prometió una cosa, no descansaría hasta probar que Draco Malfoy y ______ Lestrange eran la traición personificada.
