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𝔈𝔩 𝔯𝔢𝔤𝔯𝔢𝔰𝔬 𝔞 ℌ𝔬𝔤𝔴𝔞𝔯𝔱𝔰 fue... interesante.
Harry Potter realmente no podía pasar un verano sin meterse en algún tipo de problema.
Había sido atacado por dementores, por lo que se vio obligado a conjurar un patronus en frente de su primo Dudley, y ahora el ministerio de magia lo tenía bajo su vigilancia.
Fue a un concilio, y fue casi expulsado de Hogwarts si no fuera porque Dumbledore abogó a su favor.
En aquellos momentos, él, su mejor amigo Ron, Hermione y Neville caminaban por un camino en el bosque de Hogwarts, esperando a que un carruaje los recogiera y llevara al castillo.
De repente una voz llamó la atención de los cuatro y unos pasos apresurados corrieron en su dirección.
Un abrazo sofocador los arropó, primero a Ron, luego a Hermione y luego a Harry.
-¡Me han hecho tanta falta!- comenzó -Harry, me tenías tan preocupada, pensé que no serías capaz de volver. Tenía intenciones de ir al ministerio para apoyarte de alguna manera, pero mi tío no me permitió salir del todo, ya sabes cómo es...
-Hola, ____- suspiró Harry con una sonrisa, sintiéndose como un niño pequeño que se acababa de raspar la rodilla y su madre actuaba como si se fuera a morir.
Luego ella miró a Neville. No se veían desde la pijamada al inicio de las vacaciones, y vaya que había cambiado en ese tiempo.
Estaba aún más alto, y ya _____ se daba cuenta de que nunca tendría oportunidad de pasarlo en altura algún día. Su cabello estaba alaciado y estaba más peinado, pero aún así se veía igual de guapo que siempre. Llevaba un suéter azul que cubría su camisa de cuadros celeste y sostenía una planta pequeñita que tenía una forma particular abultada y con espinas.
Antes de darse cuenta, Neville había dejado su planta en el suelo un segundo y ya la estaba abrazando y dando vueltas, se veía tan feliz de verla como si no la hubiera abrazado en años.
Harry de repente se vio muy distraído por el carruaje que venía a recogerlos. Tenía el ceño fruncido y lo ojeaba de arriba a abajo.
-¿Qué es eso que mueve el carruaje?- cuestionó.
-Nada lo mueve, Harry, se mueve solo como siempre- dijo Hermione, confundida ante la actitud de su amigo.
Harry continuó observando el aparente aire, una voz suave y delicada interrumpió su pensamiento de estar enloqueciendo.
-No, no estás volviéndote loco- dijo la rubia subida en el carruaje, leyendo un libro al revés. De inmediato, Neville y ____ reconocieron quién era -Yo también lo veo.
Harry la miró aún más confundido.
-Tu estás tan cuerdo como yo lo estoy.
Se subieron al carruaje, un silencio incómodo se hizo presente. La chica rubia observó a todos con curiosidad.
-Chicos, esta es Lunática Love...- comenzó Hermione, pero se detuvo a media oración, sus ojos abriéndose en pánico al darse cuenta de lo que había dicho. Desvió la mirada.
_____ se aclaró la garganta y decidió arreglar el pequeño accidente de Hermione.
-Luna Lovegood- sonrió -Hace tiempo que no nos vemos, ¿cómo has estado? Me gusta tu collar.
-____- Luna sonrió con la mirada perdida -Es bueno verte, he estado bien...- tomó su collar -Es un conjuro en realidad...
-¿Para los nargles?- adivinó Lestrange.
-Exacto- respondió Luna con su tono soñador.
El carruaje emprendió camino y el silencio extraño solo permaneció.
-¿Y esta planta cuál es?- cuestionó _____ en un susurro hacia Neville, no queriendo mantenerse callada todo el camino.
-Una mimbulus mimbletonia- respondió Neville, muy orgulloso y emocionándose al hablar del tema. Sus cejas se levantaron al hablar y su sonrisa se expandió -Es muy rara, viene de Asiria. Tiene un mecanismo de defensa particular, si se pincha o altera, libera una sustancia que huele muy, muy mal... cuando me la regalaron accidentalmente la toqué muy fuerte y tuve que experimentarlo... fue horrible.
