𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟺𝟽

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-𝐄𝐥 𝐡𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐪𝐮𝐞 l𝐞 𝐭𝐞𝐦í𝐚 𝐚 𝐥𝐚 𝐥𝐮𝐧𝐚-
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    𝔏𝔬𝔰 𝔫𝔦ñ𝔬𝔰, junto a Sirius Black, salieron del túnel por el cual habían entrado

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𝔏𝔬𝔰 𝔫𝔦ñ𝔬𝔰, junto a Sirius Black, salieron del túnel por el cual habían entrado. Harry Potter se fue a hablar con el prisionero, que admiraba el castillo de Hogwarts a lo lejos con añoro. Hermione y Ron se quedaron hablando, y parecían tener tanta química que lo que menos quería ______ era servir de mal tercio, por lo que se quedó sola, sentada en el césped a unos cuantos metros, abrazando sus rodillas mientras tomaba una flor del suelo, únicamente iluminada por la tenue luz de la lumbrera nocturna, la luna.

-Fue muy noble lo que hiciste allá- Sirius black comentó, Harry a su lado, observando el majestuoso castillo. -Él no lo merece.

-Pensé que mi padre no hubiera querido que las cosas terminaran así para él, con sus dos mejores amigos convirtiéndose en asesinos- murmuró Harry -Aunque en realidad no hubiéramos llegado del todo si no fuera por ____, ella nos salvó a Hermione y a mi del Sauce Boxeador.

-¿_____?- cuestionó Sirius -¿Esa chica que casi se desmaya? ¿La que está sentada ahí sola?

Harry asintió, dirigiendo su mirada esmeralda brevemente a la chica que arrancaba los pétalos a la flor en su mano uno por uno.

-_____ Lestrange- Harry concluyó.

Sirius le lanzó una mirada al escuchar el apellido.

-¿Lestrange?- cuestionó el mayor, levantando sus cejas en incredulidad. Ciertamente eso era inesperado, pues aquella chica que jugaba con las flores y el césped en el suelo no tenía nada que evidenciara quien su madre era. Se veía perfectamente normal y agradable.

-Si, ¿Por qué?

Aún más sorprendente era que Harry no supiera al respecto de Bellatrix Lestrange, pero lo más sabio era que se enterara en otro momento.

-No, por nada- Black fungió ignorancia, encogiéndose de hombros -Sólo es un apellido poco común.

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Es difícil imaginar cómo alguien no sería admirador de la luna, con lo cautivadora y perfecta que es, sería fácil intuir que todos la ven con el mismo anhelo, pero había alguien que no podía permitirse el lujo de disfrutarla, y es que cuando se es un hombre lobo, el peor castigo es no poder gozar de ella.

Aquella noche solo demostró la mala suerte que perseguía a Harry Potter y sus amigos, pues hizo una perfecta y redonda luna llena, en un cielo despejado.

Remus Lupin, el hombre alérgico a la luna, apenas sacaba al traidor de la madriguera a los pies del sauce, cuando su silueta se vio iluminada por la luz del astro nocturno.

Dejando su varita caer al suelo, se le dilataron las pupilas y la luna comenzó a producir su efecto en aquel pobre y atormentado hombre.

Como en la cabaña, un déja vú extraño recorrió a _____, quien ahora en lugar de repasar la imagen de su sueño, lo único que podía hacer era contemplar lo que ocurría, y se encontró a sí misma incapaz de moverse. De rodillas entró como en un estado de trance, y sus ojos parecían espejos vacíos al reflejar aquella imagen solamente, dejando fuera todo rastro de consciencia.

Remus comenzó a jadear, aún con su mirada fija en la luna, temblaba de pies a cabeza. Sirius Black se lanzó a abrazar el cuerpo de su amigo, tratando de sostenerlo para que no enloqueciera.

-¿Te has tomado tu poción?- le cuestionaba, mientras le repetía quien era él realmente, y que no se dejara llevar por sus instintos.

Siendo el cobarde, oportunista, sin vergüenza y escoria que era, Peter Pettigrew vio aquel acontecimiento como su oportunidad para escaparse de su destino, por lo que cuando su intento de atacar falló, se transformó de nuevo en una rata y huyó despavorido por las colinas.

Remus gimió de dolor y angustia, sacudiéndose y forcejeando en el agarre de Sirius. Sus uñas comenzaron a salir y crecer lentamente, convirtiéndose en garras afiladas y negras que comenzaron a incrustarse en la espalda de su amigo. Sus dientes se transformaron en colmillos, y sus extremidades se torcieron como las de un animal.

-¡Váyanse ya!- ordenó Sirius, dándose cuenta de que no podría sostener a Remus por mucho más tiempo -¡Corran!

Harry, Ron y Hermione comenzaron a correr, dificultosamente cargando a Ron que hacía sus mejores esfuerzos por correr por su cuenta. Se detuvieron al notar que ____ no los seguía, sino que seguía con su mirada fija en la criatura. Estaba una vez más en un trance.

-____, debemos irnos- Hermione forcejeó en su brazo, pero no despertaba.

El hombre lobo se acercó un poco, al principio el gentil profesor pareció reconocerlos, pero no tardó en mostrar salvajismo y comenzar a acercarse de cuatro patas.

Cuando estaba listo para atacar, Severus Snape se lanzó a defender a sus alumnos. Cuando la vista de _____ se vio interrumpida y tapada por la capa de Snape, se desmayó, dejando que Hermione comenzara a llorar en intentos de reanimarla.

Remus Lupin comenzó a rugir y gruñir, lanzando manotazos para dañar a las personas frente a él. Severus sacó su varita, pero se vio imposibilitado de hacer algo pues Sirius Black en su forma de perro comenzó a atacar al lobo, lo que condujo que ambos se pusieran a pelear y desaparecieran entre los árboles.

A pesar de las protestas de Snape, Harry corrió tras ellos, no permitiría que Sirius terminara herido. Él era la única familia de verdad que tenía, y era el único que estaba dispuesto a darle un mejor hogar.

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_____ Lestrange abrió los ojos en la enfermería. Se le estaba haciendo una costumbre terrible. De inmediato sintió un fuerte dolor en su cabeza, que le daba vueltas y recordaba sueños y acontecimientos. Recordó las palabras de la profesora Trelawney, recordó la oniromancia y recordó lo de los sueños premonitorios. Se dijo a sí misma que si eso de tener sueños premonitorios era tan dramático y agotador siempre, ya no quería volver a tener ninguno.

Inconscientemente se le frunció el ceño al escuchar sollozos a su lado, por lo que lentamente dirigió sus ojos cansados a una figura que escondía su rostro en sus brazos cruzados, apoyados en el borde de la camilla en la que ____ reposaba.

Neville Longbottom lloraba desconsolado junto a ella, trataba de mantenerse silencioso, pero sus respiraciones entrecortadas y el movimiento brusco de sus hombros lo delataba.

Débilmente la chica levantó su mano temblorosa, y la pasó delicadamente por los rizos de Neville, acariciándole el cabello. La cabeza del chico se levantó abruptamente al sentir el contacto.

-_____- dijo en un suspiro aliviado y quebradizo.

-Neville ¿Por qué estás llorando?- cuestionó ella con dulzura, aún jugando con el cabello de su mejor amigo.

-Por Merlín, _____- Neville se quejó brevemente, secando las lágrimas de sus ojos con la manga de su camisa -¿Cuántas veces me darás un susto así?

-Lo siento- murmuró _____ con una sutil sonrisa -Tendrás que acostumbrarte.

-¡No, nada de acostumbrarme!- Neville se cruzó de brazos. Luego se avergonzó de sí mismo por haber subido el tono de su voz, bajando la mirada -Lo siento...

-Es como en nuestro primer año- comentó la chica -Siempre tenías un accidente y terminabas en la enfermería, y yo era quien te venía a visitar.

-Sigo teniendo accidentes, pero he venido tantas veces que ya me da vergüenza- rió el. Que risa tan linda y pura tenía. -¿Piensas contarme lo que pasó?

Con un suspiro para repasar todo lo ocurrido en su mente hasta el momento en que se desmayó, ______ comenzó a contar todo lo que pasó sin ocultarle nada a su amigo, quien se veía muy interesado, pues tenía esa cara que él hacía cuando algo le llamaba mucho la atención. Las cejas juntas en concentración y levemente se mordía la lengua o el labio inferior.

Neville no interrumpió ni una vez mientras ____ le contaba lo sucedido, pues aunque tuviera mil preguntas, se veía demasiado hipnotizado por el sonido de su voz.

𝔉𝔩𝔬𝔯𝔢𝔰 𝔄𝔪𝔞𝔯𝔦𝔩𝔩𝔞𝔰 ||  𝒩. 𝐿𝑜𝓃𝑔𝒷𝑜𝓉𝓉𝑜𝓂 Where stories live. Discover now