𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟻𝟼

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-El cuarto campeón-
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     𝔏𝔞 𝔫𝔬𝔠𝔥𝔢 𝔡𝔢𝔩 𝔧𝔲𝔢𝔳𝔢𝔰 𝔥𝔞𝔟í𝔞 𝔩𝔩𝔢𝔤𝔞𝔡𝔬, y con ella, la revelación de quienes habían sido los elegidos para participar en el Torneo de los Tres Magos

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𝔏𝔞 𝔫𝔬𝔠𝔥𝔢 𝔡𝔢𝔩 𝔧𝔲𝔢𝔳𝔢𝔰 𝔥𝔞𝔟í𝔞 𝔩𝔩𝔢𝔤𝔞𝔡𝔬, y con ella, la revelación de quienes habían sido los elegidos para participar en el Torneo de los Tres Magos.

-¡Siéntense todos, por favor!- instruyó Dumbledore -¡El momento que todos han estado esperando, la selección de los campeones!

Extendió su mano y la movió lentamente en el aire, las antorchas en las paredes obedecieron a su mandamiento y se apagaron casi por completo, opacando su luz y oscureciendo el salón. Luego, Dumbledore se acercó al cáliz de fuego y colocó ambas manos en la copa brevemente y sacó un papel quemado. Las llamas del cáliz cambiaron abruptamente de azules a un intenso color rojo que aún no se veía como fuego auténtico.

-El Campeón de Durmstrang es- leyó el anciano -¡Viktor Krum!

Los muchachos de Durmstrang celebraron a su amigo, todos dándole palmadas en la espalda mientras el robusto Viktor Krum se acercaba con una sonrisa modesta, dándole un breve y respetuoso abrazo a Dumbledore.

Luego el cáliz escupió otro papel, uno doblado a la perfección y elegancia en forma de un abanico que cayó en las manos del director, quien bajó la mirada para leer.

-La campeona de Beauxbatons es- continuó -¡Fleur Delacour!

Las muchachas de Beauxbatons aplaudieron y felicitaron a su amiga, quien se levantó con gracia y saludó con un apretón de manos a Dumbledore. Fleur Delacour era ciertamente más bella que todas sus compañeras, y eso no demerita a las demás que ciertamente eran todas muy guapas e inigualables, pero Fleur resaltaba. Era rubia y tenía su cabello lacio nítidamente peinado en una coleta baja, su piel no tenía ningún tipo de imperfección, tenía una sonrisa divina y amable y era muy esbelta y atlética en apariencia.

El cáliz volvió a soltar otro papel que Dumbledore, como las veces anteriores, atrapó y leyó.

-¡El campeón de Hogwarts, Cedric Diggory!

El salón entero estalló en regocijo y aplausos. Un muchacho alto y delgado se levantó de la mesa de Hufflepuff, caminando con confianza pero se le veía ruborizado ante toda la atención y pleitesía que estaba recibiendo, además de aquella sonrisa blanca y perfecta que adornaba con ternura su gentil rostro.

-¡Excelente!- Dumbledore extendió las manos -¡Ya tenemos a nuestros tres campeones! Pero al final, sólo uno llegará a hacer historia. ¡Sólo uno cargara este galardón de campeones, este vaso de victoria!

El señor Crouch comenzó a traer un objeto cubierto por una manta café, el cual se notaba que pesaba bastante por la expresión atribulada en su rostro mientras lo cargaba y el alivio que se manifestó cuando lo dejó reposando en una mesa.

𝔉𝔩𝔬𝔯𝔢𝔰 𝔄𝔪𝔞𝔯𝔦𝔩𝔩𝔞𝔰 ||  𝒩. 𝐿𝑜𝓃𝑔𝒷𝑜𝓉𝓉𝑜𝓂 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora