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𝔘𝔫 𝔫𝔲𝔢𝔳𝔬 𝔥𝔢𝔠𝔥𝔦𝔷𝔬 era practicado por el Ejército de Dumbledore aquel día. Expecto Patronum, el conjuro para vencer a los dementores que requería únicamente de un recuerdo feliz.
-Que sea un recuerdo poderoso- explicaba Harry Potter, paseándose por el salón y supervisando a sus estudiantes -El más feliz que puedan, dejen que esa memoria los llene por completo. Un patronus de cuerpo completo es el más difícil de producir, pero los que toman forma de escudo pueden ser igual de útiles en contra de una variedad de oponentes. ¡Fantástico, Ginny!- alabó cuando Ginny Weasley logró hacer su patronus corpóreo, que tomó la forma de un caballo.
Luego, el de la cicatriz se acercó a la solitaria _____ Lestrange, quien en una esquina del salón no podía concentrarse en un recuerdo lo suficientemente feliz.
-Vamos, _____, inténtalo- instruyó.
Con un suspiro, _____ levantó su varita.
-Expecto Patronum- dijo, su voz debilitada y sin energías.
Se concentró en una vez que Neville y ella habían ido a Hogsmeade y habían hecho muñecos de nieve y bebido cerveza de mantequilla. La punta de su varita comenzó a iluminarse de un color azul pálido y con apariencia de humo, estaba comenzando a funcionar, pero de repente el recuerdo del rostro de su madre en aquel periódico invadió su mente y su patronus desapareció antes de siquiera poder tomar forma.
-Solo recuerda, tu patronus sólo puede protegerte siempre y cuando estés concentrada, trata de concentrarte- dijo Harry, dándole una palmada en el hombro a su amiga quien le sonrió con tristeza y asintió.
Harry se acercó a Luna, Hermione y los gemelos, todos mostraban avanzar muy rápidamente y con éxito. Luego fue con Neville, quien parecía tener un poco de dificultad.
-¿Cómo vas, Neville?
-Más o menos- el muchacho sonrió. Movió su varita una vez más y conjuró el hechizo. Cerró los ojos al recordar, primero en la primera vez que conoció a _____, luego en aquella vez en que habían cantado en el cobertizo de su casa, y por último cuando bailaron juntos en el baile de navidad. Su patronus se manifestó con firmeza, no era corpóreo, pero su composición delicada y parecida al humo de un incienso se envolvió alrededor de él con movimientos aparentemente felices y animados.
-Muy bien, Neville- sonrió Potter -Vas muy bien, sigue así.
-Gracias- respondió Neville con una sonrisa tímida.
Eventualmente Ron también lo logró, su patronus tomando la forma de un perro que al correr tumbó al pobre Neville al suelo, pero éste sólo rió al respecto.
La alegría del salón se vio interrumpida por un sonido estruendoso que retumbó en el lugar. Los candelabros de vidrio se estremecieron y los patronus de todos se apagaron. Las luces parpadearon y todos dirigieron su atención hacia la fuente de donde provenía el sonido, sus sonrisas siendo reemplazadas por expresiones de temor e incertidumbre.
De repente el espejo se quebró, cayendo al suelo en mil pedazos con un sonido inquietante. La pared tenía un hueco ahora. El pequeño Nigel se acercó tembloroso, sus cejas pelirrojas fruncidas en confusión y miedo. _____ se acercó al niño, encontrando la situación peligrosa.
Allí, del otro lado de la pared, Umbridge y su séquito sonreían con malicia. Alzó su varita.
-Bombarda- conjuró Dolores, su varita moviéndose.
______ tomó a Nigel del brazo con brusquedad y lo apartó de la pared antes de que resultara herido. La pared explotó y se derrumbó, dejando un hueco lo suficientemente grande como para que tuvieran todos completo acceso.
Cuando los escombros dejaron de caer, el mismísimo Draco Malfoy sonrió y obligó a una avergonzada Cho Chang a acercarse, quien no soportó ver las caras de sus compañeros ante la traición que había cometido.
Sobra decir que absolutamente todos y cada uno de ellos sin excepción recibieron una tortuosa y larga detención vigilada por Dolores Umbridge, quien simplemente se deleitó en sentarse en la silla que solía pertenecerle a Dumbledore y observar a sus alumnos sufrir el castigo.
