𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟷𝟷𝟷

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-La promesa de Luna-
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      𝔗𝔦𝔢𝔪𝔭𝔬 𝔡𝔢𝔰𝔭𝔲é𝔰, las cosas en Hogwarts comenzaron a descontrolarse tanto que se estaba volviendo imposible para _____ cuidar a los niños de que sufrieran castigos injustos

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𝔗𝔦𝔢𝔪𝔭𝔬 𝔡𝔢𝔰𝔭𝔲é𝔰, las cosas en Hogwarts comenzaron a descontrolarse tanto que se estaba volviendo imposible para _____ cuidar a los niños de que sufrieran castigos injustos. Los hermanos Carrow comenzaron a desatar más de su crueldad, y eran tantos los niños que torturaban al día que ______ solo podía defender a uno o dos. Habían tomado la práctica de poner a los estudiantes a practicar Crucio en los castigados, y si se rehusaban, ellos también recibirían la maldición.

Neville Longbottom se había vuelto el objetivo principal de los hermanos, tanto por su obvia resistencia, como para molestar a _____, ya que se habían dado cuenta de que el muchacho era un punto sensible para ella.

Lo que una vez parecía estar bajo control, estaba transformado en completo caos y discordia.

_____ había aprendido a ansiar que llegara la noche, pues en ella podía hacer lo que quisiera sin estar bajo la vigilancia de nadie. Solía visitar a Dumbledore, o simplemente pasear por el patio, pero lo disfrutaba inmensurablemente.

Y precisamente eso hacía aquella tarde. El sol se puso más tarde de lo habitual, por lo que pudo disfrutar del atardecer en soledad y calma. Se abrazó a sí misma para combatir el frío y apoyó su espalda en un árbol del bosque, en donde se encontraba en ese momento.

-______, es bueno encontrarte al fin- una voz que conocía ya muy bien la sacó de sus pensamientos, y ciertamente la asustó. -Me preguntaba a dónde ibas siempre en las noches.

-¡Luna!- se sobresaltó la mayor -¿C-Cómo?

-Podrás haber engañado a todos, pero yo siempre supe que eras tú- comenzó con suavidad -No todos los días un mortífago se rehusa a usar algún hechizo dañino en niños.

-¿Es tan obvio?- _____ suspiró en rendición, dejándose caer sentada a las raíces del árbol.

-No, supongo que no, puesto que nadie más parece sospechar. No te preocupes, no le he contado a nadie que eres tú, no quería meterte en problemas.

-Gracias, Luna- Lestrange apartó la mirada, avergonzada ante su amiga, quien solo sonrió y se sentó junto a ella en pacífica actitud.

-Sabes, me parece muy valiente lo que haces. Solo pensé que debía decírtelo.- sonrió con su ensoñación usual -Claro que al principio todos nos preocupamos, nadie podía creer que te hubieras vuelto una mortífaga.

-Ni me lo digas...

-Sé que no te gusta tu situación, _____, pero permíteme preguntar ¿cómo empezó en primer lugar?

-A veces me pregunto lo mismo- _____ se encogió de hombros -Pues... mi madre al ser quien es, claramente quería que yo siguiera sus pasos. Intenté negarme, pero tenía tanto miedo de lo que era capaz de hacerme que terminé así. Vivir en la misma casa que el Señor Oscuro tampoco ayuda, sabes que llegué a desesperarme tanto que incluso anhele morirme antes de tener que continuar con esto.

Luna colocó su mano en el hombro de _____ y le sonrió aún más, alentándola a seguir, pues ella la escucharía lo que fuera necesario.

-Mi primera misión fue... asesinar a Dumbledore junto a Draco- comenzó a relatar, inadvertida de los detalles que daba o de las lágrimas que escapaban de sus ojos -Él simplemente no pudo, y yo... yo en verdad no quería, te juro Luna que yo no quería hacerlo...

-Te creo, _____, tranquila.

-Mi madre me amenazó y entré en pánico y... cuando me di cuenta ya lo había hecho- sollozó fuertemente y escondió su rostro en sus rodillas. Luna frotó pequeños círculos en su espalda para intentar calmarla, aún sin decir nada. -Todas las noches visito su tumba para pedirle perdón, la culpa ya no me deja dormir, no tengo paz. Ya no soy quien era antes.

-Y aun así te arriesgas todos los días para protegernos a tu manera, y no hay mayor prueba de que tú no eres mala- murmuró Lovegood -Neville se pondrá muy contento cuando lo sepa.

-¡No, Luna! ¡Por favor no le digas!- exclamó la Hufflepuff, descubriendo su rostro y tomando ambas manos de Luna -El no puede saberlo.

-¿Y por qué?- Luna frunció el ceño, inclinando su cabeza.

-Tu lo conoces, y puede que siga furioso o que quiera hablar conmigo, y simplemente no puede hablar conmigo aunque yo me esté muriendo por escuchar su voz otra vez. Sabes que con una sola palabra de él yo dejaría todo y me uniría abiertamente a ustedes, pero no debo hacerlo. El Señor Oscuro me advirtió que si llego a traicionarlo sería Neville quien sufriría por ello, no puedo permitir que algo malo le pase, Luna.

-Entiendo.- suspiró la Ravenclaw.

-Luna, por favor prométeme que no le dirás- continuó _____ con respiraciones agitadas -Este debe ser un secreto entre tú y yo. Deja que él me siga odiando y que se olvide de mi.

-Neville no te odia, ______, y créeme que jamás sería capaz de olvidarse de ti, pero está bien, te lo prometo- Luna colocó otra vez su mano en el hombro de su amiga de manera delicada, ofreciéndole su apoyo.

Sin más, la rubia volvió a levantarse y regresó saltando a su sala común, no intentando demasiado ser discreta.

𝔉𝔩𝔬𝔯𝔢𝔰 𝔄𝔪𝔞𝔯𝔦𝔩𝔩𝔞𝔰 ||  𝒩. 𝐿𝑜𝓃𝑔𝒷𝑜𝓉𝓉𝑜𝓂 Where stories live. Discover now