𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟹𝟹

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-𝐓𝐞𝐦𝐨𝐫 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐭𝐫𝐞𝐧-
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     𝔈𝔩 𝔣𝔯í𝔬 era casi insoportable en aquel tren

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𝔈𝔩 𝔣𝔯í𝔬 era casi insoportable en aquel tren. _____ finalmente había despertado, pues sentía su nariz y orejas congelándose. Se disculpó apenada cuando notó que había tenido su siesta en el hombro de Neville, el cual aseguró que estaba bien y no le molestaba. En defensa de la chica, el hombro de Neville era tan suave como una almohada.

De repente, el tren se detuvo de manera abrupta, haciendo que todo se moviera bruscamente y varios se cayeran de sus asientos.

-¿Qué pasa?- murmuró _____.

-Tal vez sean los Nargles- sugirió Luna muy convencida.

Una vez más el tren se sacudió violentamente, provocando que _____ se golpeara al chocar con la pared. Después, se puso peor, pues las luces se apagaron, y _____ no era muy admiradora de la oscuridad, sumándole el estar en un espacio cerrado. Tal combinación le traía recuerdos no muy placenteros.

Se le nubló la vista, por lo que con respiración agitada, abrazó sus rodillas mientras se trataba de reconfortar a sí misma de que no era nada grave. Probablemente exageraba, pero estaba aterrorizada con ese tipo de situaciones. Trató de disimular con una sonrisa a sus compañeros, pero su preocupación era notable.

-____, ¿estás bien?- cuestionó Neville, preocupado por la reacción de _____.

-Si- respondió ella sin aliento -Sólo tengo frío.

El tren volvió a agitarse, las puertas de vidrio cerrándose y abriéndose repetidamente debido al impacto. Las ventanas estaban heladas, casi imposibles de tocar. Un silencio de muerte rodeaba el lugar, y solo se escuchaban los cuchicheos de todos llenos de incertidumbre y confusión.

-Hay algo afuera- notó Luna con total normalidad, se le veía tan calmada como al inicio del viaje.

-¿Algo afuera?- cuestionó _____ completamente aterrorizada.

-Tranquila, seguro no es nada- murmuraba Neville, su mano en el hombro de la chica para intentar calmarla. Estaba muy confundido por lo asustada que estaba, no parecía natural, parecía que ella ya había experimentado algo así, y por eso tenía tanto miedo.

Escarcha llenó la ventana, lentamente con un sonido estremecedor hasta que se volvió imposible ver a través de ella. El agua en la mesita del compartimentó también se congeló, volviéndose nada más que hielo.

-Merlin, Merlin- susurraba _____, las manos le temblaban.

Luego, murmuraciones de ultratumba se escucharon acercándose, y una silueta se pudo distinguir al otro lado de la puerta.

Con lágrimas en los ojos, _____ escondió su rostro en las rodillas que abrazaba, y murmuraba disculpas una y otra vez. Neville la abrazó sin dudarlo, le afectaba verla tan asustada, y se preguntaba qué pudo haberle causado ese miedo tan profundo.

Aquella silueta era como ver a la mismísima muerte, peligrosamente acercándose con su mano esquelética extendida, como si estuviera lista para robarse las almas de todos.

Luna no se veía en lo absoluto preocupada, seguía leyendo su revista sin siquiera molestarse en ojear a quien sea que estuviera afuera.

Afortunadamente, la criatura siguió con su camino, atormentando a los demás en sus cabinas. Aún así, el ambiente era el mismo, lleno de suspenso terror y anticipación.

Pasaron unos segundos, _____ aún abrazaba sus rodillas y escondía su rostro en ellas, hasta que regresó la luz y el tren volvió a tener estabilizad. Por fin sintiendo que podía respirar, la chica recuperó la compostura apenada, negándose a ver a los ojos a Luna o a Neville.

-¿Qué fue lo qué pasó?- murmuró confundida.

-No sé lo que era eso- dijo Luna -Definitivamente no eran nargles, les gusta robar zapatos...

-¿Estás bien, _____?- cuestionó Neville angustiado, sus cejas juntas en confusión y alarma.

-¿Yo? Claro, ¿Por qué?- fingió _____ con una sonrisa.

-Te... veías muy asustada- titubeó el chico, la preocupación no dejando sus ojos.

-Claro que no- _____ rió como si nada -Solo tenía mucho frío, es todo.

El resto del camino siguió en un extraño silencio, _____ no despegó su mirada de la ventana por al cual escurrían gotas de lluvia, y Neville no despegó su mirada de ella, en caso de que aquello volviera a ocurrir.

𝔉𝔩𝔬𝔯𝔢𝔰 𝔄𝔪𝔞𝔯𝔦𝔩𝔩𝔞𝔰 ||  𝒩. 𝐿𝑜𝓃𝑔𝒷𝑜𝓉𝓉𝑜𝓂 Where stories live. Discover now