El galán Dominante de la escuela me ruega que vuelva

CAPITULO 29

Capítulo 29 Eres tan molesto

Yun Yaoze lo escuchó, pero fue muy desdeñoso.

Nunca se ha arrepentido de nada, cosas, personas. No extrañará nada que sea innecesario, pasado o que lo abandone. ¿Qué hay que extrañar en este mundo sucio y feo?

Lin Shuo volvió a dormir hasta la tarde, cenó algunos bocados y luego se acostó.

Pero hoy no tuvo tanta suerte, su madre está de vuelta en casa.

La abuela fue dada de alta del hospital y se está recuperando en casa. También hizo una videollamada con ellos. Lin Shuo se jaló el cabello e hizo todo lo posible para aparecer enérgico ante la cámara en lugar de parecer una berenjena muerta a golpes por la escarcha.

"Ya no tienes que preocuparte por mí. Ahora estoy bien. Si vienes el fin de semana, todavía puedo cocinar para ti".

La abuela estaba recostada en la silla de bambú del balcón y el abuelo abanicaba felizmente a su esposa junto a ella.

Lin Shuo asintió, "¿Qué tal si voy a verte mañana?"

La abuela se rió y regañó: "Cosita, la abuela no se confunde. Hoy es jueves y mañana tienes que estudiar".

Lin Shuo sonrió.

Se estaba haciendo tarde, entonces sus padres, lo persuadieron, le dijeron a la abuela que entrara a la habitación y durmiera rápido y que no se quedara mucho tiempo en el balcón, después de eso todos se dieron las buenas noches y colgaron el teléfono.

Tan pronto como se apagó el video, Lin Shuo quiso huir.

Tan pronto como si dio la vuelta, su madre lo agarró de la oreja y se la torció.

"Ah ah ah ah, duele, duele - ¡Mamá, por favor sé gentil!"

"Pequeño bastardo, tu madre te dejó volver pronto para que volvieras al colegio, no para que te quedaras solo en casa fingiendo ser como un jefe todo el día".

"No, mamá, no me siento bien y no puedo ir a la escuela, estoy enfermo".

"¿Me sigues mintiendo?" Mamá se revolvió de un lado a otro y luego se retorció: "¿Qué más te pasa aparte del cáncer de pereza, es tu padre el que te ha malcriado, ¡mañana tendrás que ir a la escuela, aunque sea gateando!".

"Está bien, está bien, mamá, por favor suéltala primero, ¡realmente se me van a caer las orejas!"

Lin Shuo apretó los dientes y suplicó piedad.

Qué verdadera madre, sus manos eran implacables.

La madre Lin soltó su mano y le dio una palmada en la cabeza a su hijo. Sintió que el hierro no estaba hecho de acero: "No sé qué tienes en la cabeza todo el día, si fueras la mitad de trabajador que tu hermana no tendría que preocuparme tanto, ¿dónde está tu hermana?".

"No lo sé."

"No sabes nada, ¿qué más puedes saber?"

Su madre levantó la mano para llamarlo de nuevo. Lin Shuo levantó una mano y rodó hacia el sofá desde atrás, mirando a su padre en busca de ayuda. Por lo general, su padre se comportaba muy bien cuando la tigresa de la familia la mostraba su fuerza.

"Ejem, no te enojes, no te enojes", papá sonrió y dijo: "Yao Yao me llamó. Tiene que ir a la casa de un compañero de clase para recibir tutoría debido a su tarea de hoy. Debería regresar pronto".

Después de decir eso, fue a llamar por teléfono a su hija.

De hecho, Lin Yao estaba de viaje. Tenía hambre después de no cenar por la noche, así que se bajó del taxi después de más de la mitad del viaje y pidió algo de comer en un puesto de barbacoa.