Dc: Silencio

CAPÍTULO 26

[David Lance POV]

Poco a poco, mi mente se había arreglado por el daño que había sufrido.

Recuerdos del doloroso proceso en el que el virus del Joker había agredido vorazmente mi mente, buscando consumir cualquier apariencia de razón, dejando nada más que una locura total.

Recuerdos del pasado, en detalle gráfico, detallando quién había sido, antes de llegar a este mundo, más allá de lo que solía recordar.

Recuerdos de mí, golpeando a Harley, el Espantapájaros y el Joker, con una sonrisa en la cara, disfrutando del sufrimiento que les estaba dando, sin siquiera saber por qué.

Recuerdos de lo asustado que había estado de volverme como él, de matar a alguien más que a ellos...

Tantos recuerdos... que no quería tener. Pero lo eran. Acechándome, ¿y si... hubiera sucumbido al virus del Joker? ¿Y si hubiera matado a mi hermana por eso?

Sabía que lo era, o al menos parecía inútil preocuparme por lo que podría haber sucedido, en lugar de centrarme en lo que realmente había sucedido, pero no importaba cuánto me dijera eso a mí mismo, o cuánto tratara de alejar esos pensamientos.

Mi mente simplemente seguía vagando por esa misma esquina, una y otra vez. Torturándome, en una jaula, en una pesadilla de mi propia creación. Después de todo, ¿quién tenía la culpa más que a mí mismo? Al final del día, fueron mi mente, mis miedos y mis pensamientos los que me atormentaron.

Tenía miedo.

Así que tengo mucho miedo.

Lo peor fue que ni siquiera sabía lo que me asustaba. Los what-if eran parte de mi miedo, tal vez combustible para ello, pero no eran la fuente principal de ello, lo sabía.

Lo que no sabía era lo que me hacía sentir tan desesperado.

No fue Deathstroke.

No Fue El Joker.

No eran mis poderes.

Si tuviera que describir mi miedo. Cómo me sentí con palabras, diría que era como la ansiedad y el miedo, las emociones se habían mezclado, haciendo un nuevo sentimiento solo para mí.

Tal vez fue simplemente la ansiedad, la sensación de miedo, temor e inquietud sin una causa clara, en la mayoría de los casos.

Tal vez simplemente estaba vendiendo en exceso mi propia situación.

No lo sabía.

Todo lo que sabía era... que quería que este sentimiento desapareciera.

Finalmente había hecho las paces con quien era, con mis cargas... con todo lo que me había estado atormentando, luchando contra mis emociones, mis luchas con resoluciones firmes.

Ahora, sin embargo. A diferencia de antes, no tenía un objetivo claro que abordar, ya que esta terrible sensación que estaba experimentando no tenía origen, dejándome sin tener ni idea de cómo lidiar con ella.

"Tal vez desaparezca con el tiempo", murmuré, flotando a la deriva dentro de mi paisaje mental mientras sonreía al sonido de mi voz. Me pregunto, ¿era así como sonaba realmente? ¿O fue simplemente así como me imaginé mi voz? "Acabo de tener un mal día. Todo lo que necesito... es tiempo..."

Me gustó ese pensamiento. La idea de que todo estaría bien, a tiempo.

Realmente esperaba tener razón sobre eso. De verdad que lo hice.

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[Dick Grayson POV]

Me desperté en la cueva, mi cuerpo cubierto de líneas intravenosas, administrando líquidos dentro de mí. Mi mente va directamente a David.

¿Dónde estaba? ¿Estaba bien?

Frente a mí, a pocos metros de distancia, sentado frente a la computadora, estaba Batman, y junto a él, estaban Black Canary y Green Arrow, sus ojos colectivos bloqueados en la pantalla de la computadora, analizando algún tipo de información que no podía alcanzar para leer.

"Batman..." tratando de llegar a él.

"Robin", dijo Batman, girando instantáneamente su silla al escuchar mi voz, saliendo corriendo de la silla a mi lado. "¿Cómo te sientes?"

"Bien", respondí, las palabras me dolían en la garganta cuando salían. "¿Dónde está David?"

"Está allí", respondió Green Arrow, señalando a su derecha, donde una cama que originalmente no había notado estaba, con David en ella, líneas intravenosas como las minas unidas a su cuerpo, monitores a su lado haciendo un seguimiento de sus signos vitales.

"¿Está bien?" Pregunté, mirando a Batman.

"Se está recuperando", respondió Batman, echándole un vistazo a Dinah, de quien me acabo de dar cuenta de que me había estado mirando.

No necesitaba contexto para entenderla. Ella tenía todo el derecho a enfadarse conmigo, a odiarme y mucho más.

Había puesto en juego la vida de David, solo porque quería probarme a mí mismo, para demostrar a los demás que estaba listo para más. Había engañado a mi amigo para que viniera conmigo usando una grabación de Batman, solo para que viniera.

No fui mejor que cualquier villano contra el que haya luchado.

Al final, todo lo que había logrado demostrar era que no estaba listo en absoluto, para nada. David había sido el que me salvó, a pesar de que yo había sido el que lo puso en la línea, él había sido el que lo arregló todo.

No necesitaba que Batman me dijera lo que había pasado después de que me hubieran noqueado, no había necesidad... Sus ojos ya lo habían hecho. Sus ojos estaban llenos de juicio silencioso, llenos de decepción.

Lleno de cosas que me merecía por completo.

...

.....

¿Qué había hecho?

Podría haber muerto...

¡¡¡PODRÍA HABER MUERTO!!!

"Robin", dijo Batman en voz baja, poniendo una mano tranquilizadora en mi hombro, deteniendo mi cuerpo temblando mientras las lágrimas rodaban por mis mejillas, mi garganta se cerraba.

"Casi lo mato..." Lloré, incapaz de contener lo que estaba sintiendo. Casi había matado a David, solo porque quería algo para lo que ni siquiera estaba listo... Casi lo había matado, debido a una rabieta.

"Casi lo hiciste", dijo Black Canary, echándome una mirada que no podía leer. "Casi lo haces..."

"Lo siento... Yo... Lo siento", sollocé, entre respiraciones.

"No soy yo con quien tienes que disculparte", respondió Black Canary, respirando hondo. "Es mi hermano. Le mentiste, manipulaste su confianza en ti, arriesgando no solo tu vida, que por sí sola era más que irresponsable, sino también suya... él necesita saber eso... De tu boca..."

No pude decírselo.

Ella tenía razón.

Pero no pude decírselo.

"Dick, ella tiene razón..." dijo Batman, su tono suave, pero crítico. "Cometiste un error, y los errores tienen consecuencias, esto... es la consecuencia de tus acciones. Tienes que aceptar eso, ya sea que David te perdone o no, eso depende de él".

Asentí entre lágrimas, esperando el día que tuviera que decirle a David que nunca viniera.

No podía enfrentarme a él... no después de lo que había hecho.