Dc: Silencio

CAPÍTULO 43

[David Lance POV]

El tiempo pasó bastante rápido después del incidente de Rachel, y las semanas pasaron como si fueran segundos.

En su mayor parte, la Liga se mantuvo distante, pero siempre vigilando, siempre detrás de cada movimiento de Rachel. No fue el mejor resultado, lo sabía, pero era lo que era, y estaba de acuerdo con ello.

Porque a pesar de la vigilancia constante que tenían sobre ella, estaban dejando que Rachel estuviera, y ella estaba contenta con este acuerdo.

En cuanto a mí, bueno. Con la situación de Rachel arreglada, en su mayor parte, continué con mi terapia, lidiando con un problema a la vez; también me ayudó mucho tener a Rachel con quien hablar o firmar en mi caso.

Era diferente hablar con alguien que podía entenderte.

Me alegré de tenerla como amiga de más de una manera. Y en el fondo, esperaba que ella sintiera lo mismo.

Era, después de todo, una calle de doble sentido; no puedes esperar que alguien te ayude sin estar abierto a ayudarlos también de cualquier forma, ese tipo de pensamiento me convertiría en una sanguijuela, y como es el mundo ahora mismo, ya teníamos suficiente de los que caminaban por ahí.

"¡Oh, David! Respeto tu privacidad al llamar", llamó a Oliver a mi puerta tres veces consecutivas.

Encere los ojos a la puerta, sintiendo una sensación de Deja vu... "¡Pero afirmando mi autoridad como tu hermano mayor al entrar de todos modos!" En esto, me di cuenta de lo que estaba sucediendo, los recuerdos de mi primera infancia parpadeando cuando Oliver abrió la puerta usando un carnero verde que tenía convenientemente la forma de un carcaj.

Suspiré, frotándome las sienes. ~¿Por qué hiciste eso? ~

Oliver sonrió, dejando caer el carnero al suelo. "¿No escuchaste mis palabras inteligentes hace unos momentos?"

Le alze una ceja.

"Bien..." suspiró Oliver, lanzando un folleto en mi camino.

Cogí el folleto a mitad de vuelo antes de abrirlo. Eran los planes para una casa, una mansión, una grande, pero ¿qué tenía que ver eso con que él destruyera mi puerta?

Estaba aquí cuando me golpeó.

~¿Ya? ~ Pregunté con una sonrisa.

"Sí", sonrió, como un niño en su primera Nochebuena, demasiado entusiasta para mostrar cualquier otra emoción además de la total excitación.

Pensar que en menos de dos meses desde su compromiso oficial, darían el siguiente paso, viviendo juntos. ~¿Por qué la nueva mansión, sin embargo? ~

"Quiero que comencemos nuestra nueva vida con cosas nuevas", respondió Oliver, asintiendo con la cabeza como si su respuesta no fuera más que lógica.

Ahora que lo pienso, esto se siente como algo que Dinah me diría en persona; después de todo, este fue el tipo de evento que le encantaría que fuera la que me llegara, así que me pregunto por qué envió a Oliver en su lugar... Ohh, veo lo que pasó ahora... es hora de meterse con Oliver por su terrible error.

~Ella no sabe que me estás diciendo esto, ¿verdad? ~ Pregunté, luciendo una sonrisa de mala en la cara.

Oliver se congeló en su lugar, sudando mágicamente en su frente cuando se dio cuenta de su terrible error. "Yo... bueno... quiero decir..."

Sonreí, mi sonrisa se hacía cada vez más grande. ~Sería una pena que... se lo dijera, ¿verdad? ~

"¿Cuál es tu precio?", murmuró Oliver en una clara derrota.

~No me comprarán fácilmente, Oliver,~ Respondí. Probablemente lo torturaría un poco más antes de pedir una hamburguesa con queso o algo así.

"Te daré una habitación privada de cuatro pisos solo para ti en la mansión, con un cine, una sala de juegos y una biblioteca, así que Batman tendrá que obtener una tarjeta de biblioteca para tener acceso a ella, solo cuando lo permitas, por supuesto, también tendrás tu propia piscina", ofreció Oliver, su firma de voz como la de un hombre de negocios.

Parpadeé dos veces antes de pensar en mí mismo. ¿Qué?

~Yo... Iba a pedir algunas papitas o algo similar...~ Firmé.

"Tienes un trato duro", suspiró Oliver. "Añadiré dos comidas de hamburguesa con queso a mi oferta, un máximo extra por comida. Esa es mi última oferta, así que... ¿tenemos un trato?"

¿Cómo diablos era multimillonario?

Espera un segundo...

Sospechoso de esta oferta, cogí el folleto para leer los planes de la nueva mansión, para encontrar un área llamada Cueva de David, que era una sala privada de cuatro pisos con una sala de cine, una sala de juegos, una biblioteca privada y una piscina.

Estaba planeando darme eso a pesar de cualquier cosa todo el tiempo.

~Se lo diré a Dinah,~ Firmé, con los ojos entrecerrados.

Oliver entró en pánico: "¡Espera, espera! No nos apresuremos... Estoy seguro de que podemos resolver esto..."

Estreché los ojos aún más. ~Quiero tres hamburguesas con queso ahora, dos extras por cada comida y cuatro refrescos extra grandes...~ Me detuve para pensar si quería algo más, oh, claro, el postre. ~Y hasta tres postres de mi elección en cualquier lugar. ~

"Trato", asintió Oliver, estrechando mi mano.

Ambos sabíamos que todo esto era muy divertido y que no tenía sentido en cualquier caso. Quiero decir, tenía una tarjeta de crédito que me había dado, sin límites. Pero, cuando se trataba de la familia, no se trataba del dinero; se trataba del respeto.

Y había ganado hoy.

"Pero en serio, no le digas a tu hermana que te lo dije antes que ella", murmuró Oliver.

"¿No me digas qué?" le preguntó a Dinah, entrando en la habitación como si estuviera en señal, con las manos apoyadas en sus caderas.

Oliver sonrió, dándome una mirada lateral suplicante.

~Una sorpresa que estamos planeando para ti. Así que no arruines nuestros planes preguntando,~ Respondí, ocultando el folleto antes de que ella pudiera verlo. Era un hombre de palabra, las hamburguesas con queso habían sido mi precio, y por mi precio, completaría este trato.

Dinah tarareó, mirando los trozos de mi puerta rota en el suelo, antes de mirar el carnero en forma de carcaj que estaba a pocos pies de distancia de mi cama. "Tuve un día largo; ni siquiera voy a preguntar..."

Dicho esto, salió de la habitación. Dejándonos victoriosos. Ella no sabía nada; estaba totalmente en la oscuridad.

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[Dinah Lance POV]

Lo sabía.

No estaba en la oscuridad.

Pero dejaría que esos dos tuvieran su momento. Después de todo, yo era una diosa benevolente.