Dc: Silencio

CAPÍTULO 44

[Vandal Savage POV]

Esperé en mi oficina cuando apareció un portal, uno de Klarion que dejó a Deathstroke y Ra's al Ghul en mi oficina. Por un segundo, ambos se quedaron quietos; quietos, casi como si tuvieran un pequeño pero significativo intercambio de palabras, luego se volvieron hacia mí, caminando.

"Deathstroke, Ra's al Ghul", les saludé, ofreciéndoles un asiento, que ambos se negaron a tomar.

"Los traje aquí, como preguntaste", dijo Klarion, sonando molesto mientras su familiar Teekl le maullaba, haciendo que Klarion se volviera rojo, mientras abría otro portal, saliendo de mi oficina. "¡Sé, lo sé!"

"Savage, ¿hay alguna buena razón por la que me hayas llamado aquí? Supongo que no es para socializar", dijo Ra's al Ghul, rompiendo el hielo con un pequeño ceño fruncido en la cara.

"Tienes razón", asentí con la cabeza. "Necesito que elimines algunos cultos indeseables aquí y allá, y para esa misión en particular, las sombras serán compensadas generosamente".

Trigon era una amenaza que no me daba el lujo de dejar pasar. Con la ayuda de Klarion y Black Adam, había localizado todos los cultos en la tierra que lo adoraban y estaban tratando activamente de traerlo a este mundo.

Eso, no lo permitiría.

Mi objetivo, mi único propósito en este universo, era promover la evolución humana a las alturas que sabía que podíamos alcanzar como especie. Trigon, y la aniquilación total que representó, fueron factores que simplemente no podía permitir que vinieran por ningún medio necesario.

Afortunadamente, la mayoría de los cultos que lo adoraban estaban en la tierra. El resto, bueno, estaban siendo atendidos en este momento.

"¿Qué tan bien estamos hablando aquí?" Preguntó Ra's al Ghul, sus ojos llenos de codicia que lamentablemente pensó que podía ocultar. Él era bueno en eso, pero yo era mejor leyendo a la gente. Quería un asiento en la luz.

Podría acomodarlo temporalmente.

"Las sombras obtendrán más que dinero de este acuerdo; obtendrán un asiento en la Luz", ofrecí.

"Lo más maravilloso", sonrió Ra's al Ghul. "Entonces, acepto. Las sombras erradicarán estas molestas plagas que te molestan".

Asentí con la cabeza, entregándole un archivo con información detallada sobre los objetivos que quería que me eliminaran lo antes posible, de la manera más discreta posible, con el fin de evitar la intervención de la Liga.

"Se hará", sonrió Ra's al Ghul, tomando el archivo antes de despedirse, dejándome solo con Deathstroke.

"Deathstroke", hablé mientras el mercenario se acercaba, tomando asiento en mi escritorio de todos los lugares.

"¿Hubo alguna razón en particular por la que llamaste aquí, con Ra's al Ghul?" Deathstroke habló, con su voz fuerte.

"Hay, y no hay; simplemente tenía dos tareas importantes que requerían tanto a ti como a las sombras, y Klarion pensó que era mejor traeros a los dos, pero eso no es ni aquí ni allá", respondí con un pequeño guiño.

"Entonces, ¿a quién quieres que mate?" Preguntó Deathstroke, mirando en mi dirección.

"Nadie. Quiero apoyarte en tu búsqueda para reclutar a Black Bolt", respondí, colocando una carpeta cerca de él.

Deathstroke se quedó quieto, en silencio, antes de agarrar la carpeta y leer su contenido. "Ya veo..." murmuró con una risa sofocada debajo de su máscara antes de volver a colocar la carpeta en mi escritorio.

"Como se puede ver en las carpetas, estimamos que su poder alcanzará niveles sin precedentes en poco tiempo. Sus poderes, quienquiera que se estanque o se pudra bajo el ojo vigilante de la Liga, tú, por otro lado, presentarías una oportunidad de mejora dentro de él", respondí, siendo plenamente consciente de que estaba lidiando con posibilidades que podrían ser contraproducentes en el futuro, pero sea como sea, preferí lidiar con un experimento fallido que con un héroe de su conjunto de habilidades.

"De acuerdo con esas cifras de esa carpeta, estimas que tendrá el poder de volar la tierra en unos años... No sé mucho sobre tus objetivos, pero sé que la supervivencia de la tierra está en ellos..." Respondió Deathstroke, leyendo entre las líneas no escritas.

"Tendrías razón", asentí con la cabeza, levantándome de mi asiento. "Entonces, ¿estás listo para esta tarea, Slade?"

Deathstroke se rió, saltando a sus pies. "Lo hago, Savage".

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[Deathstroke Pov]

Vandal Savage pensó que era un idiota.

Realmente no podría culparlo por eso. Era un hombre con más de cuarenta mil años de experiencia en su arsenal, por lo que para él, la mayoría eran criaturas subdesarrolladas.

Lo había hecho todo, y lo había visto todo.

Sea como fuere, me estaba subestimando gravemente.

Era cierto que era un maestro del juego largo, jugando con todos diez juegos diferentes al mismo tiempo, siempre estando diez pasos por delante de cada contendiente en todo momento.

Incluyendo al Niño Bruja, la disuasión nuclear de Vandal.

Ahora mismo, estaba jugando conmigo. Y él estaba ganando, pero oh, yo jugaría.

Este acuerdo que me había ofrecido no era más que una advertencia que tenía un doble significado.

Uno.

Perseguirían a Black Bolt independientemente de quién lo quisiera de su lado. Así que si lo quisiera, sería mejor cooperar con ellos.

Y dos.

Sabían lo que estaba haciendo en todo momento, lo que por sí solo no significaba nada, pero para aquellos capaces de leer entre líneas, significaba algo bastante simple: haz lo que te digamos que hagas, o enfréntate a las consecuencias.

En otras palabras, me estaban amenazando.

Había pasado un tiempo desde que alguien lo hizo.

Bien.

¿Querían que jugara al perro regalero? Haría mi parte, y cuando llegara el momento, estoy devolviendo el mordido.

Honestamente, en un sentido casi infantil, estaba emocionado con este desarrollo.

Ahora, los únicos problemas principales en mi mesa auxiliar fueron Savage y Klarion, dos seres inmortales.

Savage podría ser contenido. Pero el Chico Bruja, era un jugador en su propia liga. Uno, ni siquiera el kryptoniano tuvo la oportunidad de enfrentarse.

Realmente odiaba la magia. Hizo que todas las cosas fueran un poco más complicadas de lo que tenían que ser.

Pero supongo que eso es parte de la diversión.