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—¡¡¿Que carajos fue eso?!!— Elián irrumpe en la cocina donde la rubia está degustando un tostado de jamón y queso.

No importa que sea de madrugada, casi de mañana.

Rueda los ojos y lo ignora siguiendo sus pasos.

—Le conté absolutamente paso por paso y palabra por palabra de lo que se dijo a mi hermano Peter, así que no hagas ese escándalo que mal te queda.— Murmura desinteresada.

—Olivia.— Sisea apretando su mandíbula al punto de que la misma duela.

—De todos modos supongo que a vos tu lacayo te habrá contado exactamente lo mismo, es por eso que me parece innecesario gastar saliva en volver a contar la misma versión.— Sonríe irónica dándole un gran mordisco.

Elián la toma del brazo apretando la zona. Impidiéndole que siga comiendo.

—¡Te estoy hablando de verdad, Olivia!— Amenaza molesto.

—¡¡Y yo te estoy respondiendo con toda la verdad, Fitzcher!!— Murmura casada.

—¿¡Que se te cruzo por la cabeza para bajar?! ¡Loan dijo que no le diste tiempo siquiera a que él manejara la situación!— Se queja y ella sonríe.

—No soy esa Barbie qué pensás que soy, no voy a acatar ninguna orden de tus soldados de plástico.— Sus palabras son más que suficientes para que él la suelte.

—Claramente lo sos.— Se queja pateando una banqueta.

La rubia sigue sus pasos y aprieta sus labios volviendo la atención a su tostado.

La música aún retumba en sus oídos y solo quiere comer y acostarse luego de una deliciosa ducha aunque no puede negar que la paso increíblemente bien en la fiesta de Ethan y que lo que sucedió después solo le dio más adrenalina a su noche.

—¡¡¡Te puse una maldita custodia para hacer las cosas a mí manera!!! ¿Que parte no entendés de todo esto?— Escupe.

—¡Yo no sigo tus órdenes, Fitzcher!— Admite con recelo.

Él sonríe de costado.

—¡Ya no estás viviendo con tu hermano, ahora las cosas se hacen como el dueño de esta maldita casa dice!— Se señala a si mismo.

Se encuentra fuera de sí, y sus empleados han recibido un escarmiento por lo sucedido con Álvarez y Olivia, no hay nada que no pase primero por sus oídos, es por eso que decidió brindar a uno de sus escoltas para que pudiera estar también atento a lo que sucedía con ella.

—¡No puedo creer que les tengas miedo a esos nefastos!— Se burla terminando su bocadillo de madrugada.

Elian la mira extrañado de que esté comiendo, dado a que por la mañana no la vio probar bocado de su desayuno, pero eso no es lo que le interesa ahora mismo.

—¡No es miedo, Barbie estúpida!— Se queja haciéndole entender y eleva la voz  con autoridad. —¡Es ser más inteligentes que ellos!— Golpea la mesa con rabia.

—Elián claramente no estoy para soportar tus berrinches, es una pena que no te lo hayas cruzado vos, así hacías las cosas a tu manera.— Se queja suspirando.

—¡No es ningún berrinche!— Maldice enfurecido. —¡Ese mal nacido de Álvarez te tiene en la mira ahora!— Grita.

Olivia sonríe.

—¿Tengo que suponer que estás preocupado, Elián?— Se burla dé el.

A lo que el castaño rueda los ojos.

—¡¡Estamos casados por un convenio, sabes perfectamente que no me conviene que te pase nada como a vos tampoco te conviene!!— Escupe con recelo.

—Aja.— Se burla y el rueda nuevamente ojos.

OLIVIAWhere stories live. Discover now