OLIVIA

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—¡Bueno supongo que nos veremos en algunos meses para celebrar la Navidad, pero esta vez contaremos con un integrante más!— Su madre se despide con una cálida sonrisa de Elián.

Mientras que su padre es quién se despide ahora mismo de Iván y de sus dos hijos, los mismos se quedarán unos minutos más en la propiedad.

Tres camionetas de escoltas llevarán a sus padres hacia el hotel en el cual se están hospedando para que mañana por la mañana puedan salir rumbo en su jet nuevamente hacia su hogar.

Con todas las amenazas que había recientemente por parte de malcolm no querían avivar el fuego que ya estaba bastante intenso, y tampoco querían abusar de lo excelente que había salido la visita y la cena que el castaño había organizado a espaldas de todos.

La añoranza se estaba viendo en los ojos de la familia Chevron, sí bien sus padres estaban viviendo su vida y estaban muy conformes con todo lo que tenían a su alrededor, será muy difícil tener una comunicación y una relación con sus hijos vía Skype únicamente.

La verdad es que cuando los tenían frente a frente, era un momento único en el que no querían que se terminará más, incluso, esta noche si había alargado muchísimo más siendo, ahora mismo, las tres de la mañana cuándo habían terminado de probar las delicias de las cuales Franco y el chef se habían encargado de incluir en el menú como un sobre postre.

Era increíblemente sorprendente para todos la fluidez con la que se armaban las conversaciones, y como parecía que realmente se conocían desde hace años a pesar de que algunos como por ejemplo el padre de los chicos y Elián ya lo hacían.

—No sé si voy a estar disponible justamente para esa semana porque quizás tengo algunos viajes ya preparado... Pero espero que podamos reunirnos pronto.— Elián asegura con un gesto de cabeza.

Lo primero que pasa por su mente es atajarse ante el hecho después tener que poner una excusa para no asistir a la cena navideña familiar...

La charla que había tenido frente al fuego junto a Peter no lo había dejado para nada feliz.

Y sin embargo, había podido sobrellevar la situación de la mejor manera poniendo una careta en su rostro y en su personalidad al volver a la mesa con todos los demás... Cómo así también sabía que no era bien recibido por los hijos Chevron y que no iba a arruinar la Navidad y esa cena única que tenían al año con su familia, sabiendo que prácticamente su vida y su familia ya estaba arruinada.

Y pasar otra navidad solo no era ninguna novedad para él y podría sobrevivir como todos los años lo hacía.

—Bueno esperemos que puedas pasar para más adelante lo que tengas pactado, porque sos más que bien recibido a pasar la Navidad con nosotros.— Su madre lo saluda nuevamente para luego abrazar una vez más a su hija.

—Espero que tenga un buen regreso y gracias por haber venido.— Murmura la rubia.

—Me alegra saber que estás bien, nos preocupamos mucho con tu padre cuando escuchamos las noticias y no supimos nada de ustedes.— El reproche y el regañó inmediatamente se hace presente en su voz.

Olivia si ríe parpadeando.—No queríamos asustarlos... Y la verdad es que como les contamos era algo que pudimos sortear con facilidad.— Carraspea incómoda, no queriendo volver a revivir este momento.

Haber estado de esos días internada... Y los dolores que todavía tenían su cuerpo, no eran para nada agradables, incluso las secuelas y estar vomitando cada vez que algo le daba impresión era una de las peores partes además de haber perdido un hijo y no poder gritarlo a los cuatro vientos.

—Espero que la próxima vez no los tengan que ocultar nada y que se cuidan entre todos.— Mira a los cinco, también incluyendo a Iván en la conversación.