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Peter la observa cuándo ella se introduce en el asiento del copiloto del auto que va a conducir Elián.

Olivia aprieta sus labios intentando formar una fina sonrisa, que se termina convirtiendo en una mueca incómoda.

Lo había estado evitando durante todo el proceso, y no es que lo hiciera solo por no querer hablar del hecho en puntual y de lo que su hermano le diría.

La realidad es que lo había estado evitando porque se había sentido culpable de aquel ataque de pánico que había tenido Peter, y no quería volver a generarle otra sensación de angustia al tener una conversación en la que no iban a estar de acuerdo.

Y la solución más rápida y eficaz que había encontrado era mantenerse al lado de su marido y compartir el viaje con él, cambiando nada más que con ellos ahora iría Iván y no su hermano menor.

—Maldicion.— Sisea Peter.

Esperaba tener la posibilidad de hablar con su hermana menor en el transcurso en el que se dirigían hacia la propiedad.

Ya qué, dentro de la misma sería un poco más difícil poder tener acceso total a hablar en soledad para con la misma, teniendo que encontrar alguna excusa para poder regresar a la tarde y encontrar el momento adecuado en el que Olivia pudiera prestarle atención.

—¿Estás bien?— Emmett tuerce su entrecejo al ver lo nervioso que se encuentra.

Peter asiente tamborillando sus dedos entre sí, al mismo tiempo que se introduce dentro del vehículo.

—No me gustas la mierda de llegar a nuestro país y sentirnos como que estamos en piso extranjero.— Maldice.

Emmett aprieta sus labios cerrando la puerta del lado del conductor y colocándose el cinturón de seguridad, mientras que espera que los equipos de seguridad comiencen a avanzar y den la orden de que es seguro salir a la calle.

—Si, realmente es una sensación de mierda, creí que era el único que se estaba sintiendo así.— Bufa.

Peter sonríe. —Creo que estuvimos demasiado tiempo relajados y disfrutando de la navidad y del año nuevo como para que ahora esto nos resulte diferente.— Carraspea queriendo llevar el tema hacia otro lado.

Emmett sonríe.

—Ella se ve feliz y sé que no sos partidario de hacer este tipo de cosas y de llamar la atención, pero estoy del lado de ellos.— Admite señalando la camioneta en la que se encuentran Elián, Olivia e Iván.

Peter traga saliva comprendiendo la perfección el sentimiento y las palabras que está diciendo su hermano menor.

Porque él las podía llegar a sentir de la misma manera, desde que habían iniciado a poder relacionarse con Elián, luego de que su padre les había dado el mando y el cargo de todo lo que significaba el negocio familiar, es que las cosas habían sido tensas y muy complicadas.

Ni hablar del hecho del fallecimiento de Samantha y todo lo que eso había conllevado a la relación entre los dos apellidos de tanto renombre en Rusia.

No obstante, en lo que Peter está pensando ahora mismo es en todo lo previo que pasó antes de eso, su hermana había estado trabajando arduamente para poder conseguir los mejores prototipos de armas que pudieran llegar a convencer a Elián y a toda la caballería que él tenía por detrás en que era lo mejor seguir trabajando con ellos.

Elián, en aquel entonces, se había mostrado demasiado disgustado con que hubiera un cambio de renombre en aquel negocio familiar, no creyendo que sus tres hijos fueran capaces de poder mantener las cosas cómo lo había hecho él junto con el padre de los tres.

OLIVIAWhere stories live. Discover now