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La noche fue difícil para ambos, incluso Elían no toco su cama en toda la madrugada, se la paso sobre su sillón declinable ocupándose de sus negocios para mantener la cabeza ocupada, incluso investigando los siguientes pasos que su hermano menos pensaba dar. 

—Solo es cuestión de tiempo para que expongas tu plan... Pero esta vez no vas a tomarme con la guarida baja...— Murmura para si mismo mirando como su hermano se droga en el sillón de su balcón...

Pasa una mano por su cabello frustrado sirviéndose otro vaso de ginebra, que solo lo hacía mantenerse despierto.

Cómo así también seguir observando a la rubia por las cámaras para cerciorarse de que estuviera en su habitación descansando. 

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Olivia a pesar de tener una noche en la que no dejo de dar vueltas en la cama, se levanta cómo siempre a su horario habitual dispuesta a ir a entrenar, suponía que tenía el gimnasio para si misma como lo habían acordado aquella vez y corroborado ayer cuando elían le mostró la casa y sus habitaciones.

Se dirige al baño portando su pijama a rallas rosadas con su short a tono, no usaría pijama largo a pesar del frió ya que la casa contaba con una excesiva calefacción centralizada, por eso mismo siempre trataba de estar por las noches ligera de ropa si no quería caer desmayada por un golpe de calor. 

Lava sus dientes y su rostro siguiendo su rutina de cuidado de rostro, ata su cabello claro en una cola de caballo media baja y suspira saliendo hacía su placard...

Ni siquiera sabia quien había sido el encargado de ordenar aquello y esperaba que franco no hubiera visto su ropa interior ni mucho menos el castaño, pero para tranquilidad de olivia, quienes se habían ocupado de organizar todo eran las señoras que venían por la mañana a limpiar todo siguiendo las directivas de Franco.

Toma un top deportivo rosado junto a unas calzas negras, sus zapatillas de deporte y una campera corta que se coloca encima para no estar tan expuesta en la casa.

Toma su celular, junto con sus auriculares y baja las escaleras que la separan de la cocina para ir en busca de su jugo de proteínas, el mismo había subido su dosis gracias a sebastian pero no iba a discutir con aquello. Se sorprende cuándo el pote se encuentra sobre una bandeja en la mesada a un lado de su botella cargada de agua para diluir el producto. 

Sonríe negando con la cabeza, ante la perfección que Franco tiene y el control absoluto de la casa, por lo que toma la cuchara, también preparada, y se sirve tres cucharadas de las proteínas para cerrar el pote y tomar la botella para comenzar a batirla mientras que se dirige escaleras abajo hacía el gimnasio. 

Mira su reloj pulsera mientras que toma de su vaso y da un pequeño saltito al ver a morek en la puerta del gimnasio con sus manos entre cruzadas delante de su pecho, esperándola.

—Buenos días, señora.— La saluda con voz cálida.

Ella separa sus labios de la botella para mirarlo de arriba abajo.

Se veía completamente como un muñeco de torta xl ya que sus músculos sobresalían de por debajo de su traje.

—Buenos días.— Murmura rodeando los ojos para ingresar a la habitación.

—Si me necesita estaré en la puerta.— Se mantiene quieto en su lugar mirándola para esperar su respuesta.

El gimnasio estaba muy bien equipado, incluso era más grande que el anterior, pero aquello a ella le daba completamente igual, estaba tan acostumbrada a vivir de lujos que nada la sorprendía y que nada era ni más ni menos.

OLIVIAWhere stories live. Discover now