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—¿Prefiere que vaya yo por su pedido?— Consulta.

Olivia niega con la cabeza en una parada que hicieron en Starbucks, para poder comprarse un tostado y tener algo en su estómago antes de ingresar al spa con su mejor amiga.

—Puedo ir sola.— Asegura.

Kian se ríe.

—Puede hacerlo por sus propios medios pero no puede ir sola, tengo que acompañarla yo o mi compañero.— La corrige.

—entonces intenta no demorarte porque no ando con mucho tiempo— Sonríe con burla.

—Por supuesto, señorita.— Rueda los ojos y ella suspira caminando delante de él.

—¡Que irritante!— Dice entre susurros sólo para ella.

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—¡Tiene que ser una broma!— Se queja Malcolm.

—No lo es.— Sentencia Elián.

—¿Ahora me sacas de mi propia casa por esa niñata?— Pasa ambas manos por su cabello.

El castaño ya no se encuentra en las oficinas de las afueras, ahora están directamente en el penthouse.

—Voy a casarme, Malcolm, tenés que entender que tengo qué seguir algunas reglas si no quiero llamar la atención.—Explica obvio.

El menor niega con la cabeza frustrado.

—¡Dijiste que estabas haciendo esto para vengarte de los Chevron y que nos quedemos con todos sus negocios!— Se queja elevando el tono de voz.

—¡Te dije que sí, Malcolm!— Bufa y lo mira rodeando los ojos.

—¿Entonces porque le estás cumpliendo los caprichos?— Sisea con asco.

El castaño se dedica a pararse con toda la tranquilidad del mundo y su elegancia característica...

—¡Porque si no hago que las cosas sean creíbles no voy a lograr nada!— Le intenta explicar.

—¡Mientras tanto me sacas de mi maldita casa!— Escupe.

Elian se ríe ante su actitud.

—Te saco de tus comodidades y de mi casa.— Le deja en claro.

—Todo por una zorra.— Sé vuelve a quejar pasando la mano por su cabello.

—Te recuerdo que todo esto inicio por tu zorra, porque la trajiste a mi casa cuando te dije que no lo hicieras.— Le sonríe irónico.

—Ni siquiera estan casados y ya estás yendo atrás de ella como un perro faldero.— Lo acusa, señalando con el dedo.

Elián acaricia su barbilla...

—Tenés hasta las doce de la noche para sacar tus cosas e irte al departamento de abajo.— Sentencia.

Malcolm traga saliva y la mirada que su hermano le dio fue más que suficiente para cerrar su boca y no emitir ningún comentario.

—¿Así que ya le pusiste los puntos a tu hermano?— Iván se ríe.

—Eso intento.— Lleva una mano a su cabeza.

—Estás haciendo un buen trabajo.—  Afirma.

A lo que él, niega.

—No tanto, sino no estaría comportándose de manera tan irritable.— Ambos se ríen.

OLIVIAWhere stories live. Discover now