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Peter sonríe maldicioso. —Deberias de dejar de ser tan obvio.— Se burla rodeando los ojos.

Las cosas por la mañana habían resultado de forma bastante resolutiva, y habían podido lograr realizar en tiempo récord la visita hacia el taller de automóviles, y una recorrida rápida por dos de sus instalaciones más importantes.

—Literal.— Sisea Emmett, obvio.

Elian va concentrado en su teléfono hablando con tres personas distintas al mismo tiempo, primero y principal para con su mejor amigo Iván, queriendo corroborar que el primer día de kinesiología había sido efectivo, luego con Franco, ya qué necesitaba que tuvieran a disposición un plan de seguridad que lo dejara completamente tranquilo. Y finalmente con Sebastián, coordinando la visita qué haría por la tarde a su mansión.

—¿Que?— Elían sisea.

Va del lado del piloto, mientras qué Peter es quién conduce.

Algo que se había vuelto costumbre y no le gustaba en absoluto que los tres estuvieran yendo de un lado para el otro, sin tener en cuenta los demás vehículos, qué podrían manejar o tranquilamente cada uno de ellos.

—Estas enojado con Olivia, Fitzcher, estuviste toda la maldita mañana siendo más insoportable de lo que ya sos.— Sonríe cínico.

Emmett suelta una pequeña carcajada agarrando el bajo de su estómago, al no haberse estado cuidando ayer, en su aventura con Iván y Lola, se había estirado un poco más la herida y los mismos puntos.

—No sean imbéciles.— Murmura.

Peter lo mira obvio, negando con la cabeza.

—¡Y lo peor de todo es que no tenes ni la menor idea de cómo decirle que no querés ir almorzar afuera!— Agrega el menor.

Elian muerde su labio inferior pasando una mano por su barbilla.

—¡Cierren la boca!— Demanda apretando su mandíbula.

Peter sonríe. Hace una mueca con sus labios y le extiende su teléfono celular.

—Malcolm nos va a amenazar estemos encerrados, o estemos afuera, Elían.— Murmura obvió.

Siendo que no era ninguna novedad que los tres habían recibido amenazas por parte del hermano del medio de los Fitzcher.

Elian toma el teléfono respirando con profundidad, queriendo golpear el tablero, pero absteniéndose por unos instantes al reconocer que no es una de sus camionetas.

Siente que el aire se le va del pecho, y lo que estuvo tramando en su cabeza durante la última jornada, se va haciendo cada vez más realidad en su necesidad, de tener una charla frente a frente con su hermano, de hacerle entender, de algún modo, qué no puede tocar a Olivia. Que tiene que dejar esa locura de lado.

—Olivia lo tiene bloqueado, y cualquier número que le quiera llegar a mandar un mensaje de WhatsApp, una maldita videollamada, un mensaje de texto y hasta incluso una llamada convencional pasa primero por nosotros y nuestra inteligencia.— Sisea Emmett desde su ubicación.

Elían arquea una de sus cejas para mirar hacia atrás, a lo que el musculoso le sonríe levemente de costado y le guiña un ojo.

—¿Y me están burlando por no querer ir a una maldita comida, que vaya uno a saber dónde es?— Gruñe apretando con fuerza el teléfono.

—Olivia está protegida, pero sabes perfectamente cómo es mi hermana, y que no quiere estar encerrada en una cristalera, porque no nació para ser débil.— Dictamina obvio Peter.

Elian deja el teléfono en el medio de los dos, mirando hacia el frente y pasando una mano por una de sus cejas.

—Eso lo sé.— Demanda furioso.

OLIVIAWhere stories live. Discover now