OLIVIA

96

De un momento al otro todo lo que había sido una divertida visita a la casa de su mejor amigo, para poder distenderse un poco y también para poder ser sincero con el mismo,  poder explicarle y contarle cómo es que se sentía a Iván en estos momentos, respecto a la rubia, se había ido prácticamente al demonio y por el caño, a medida que, como si fuera poco, estaba pasando todo de manera tan rápida y frustrante para ellos dos.

Y a pesar de que, por supuesto, el que más salía herido de toda la situación era nada más y nada menos que Elián, para su mejor amigo verlo de este modo era algo que lo tenía completamente frustrado y al mismo tiempo abrumado , debido a qué quería por todos los medios poder ayudarlo de alguna manera y evita, en realidad, que este tipo de situaciones estuvieran pasando justamente ahora sabiendo mas que nada lo delicada que estaba su salud, agregándole el pequeño gran detalle de que luego de esta charla que habían estado teniendo durante la noche se había dado cuenta y había podido comprender un poco más cómo es que él se tomaba tan a pecho todo lo que sucedía para con Olivia, al reconocer efectivamente ahora mismo lo que ella significaba para él, habiendo sido admitido de sus propios labios.

La declaración del castaño había sido un suceso completamente avasallante y por sobre todas las cosas también había sido un suceso que claramente marcaba un antes y un después por qué significaba nada más y nada menos que la apertura de sus sentimientos y cómo es que él estaba poco a poco, de alguna manera, estaba comenzando a cambiar la perspectiva de vida que tenía y dejándose abrazar y contener ante los sentimientos que el estar cerca de Olivia le habían enseñado.

—¡Maldición, Morek! ¡Maldicion! ¿Qué les pasa que no pueden hacer un solo maldito trabajo bien? ¡Te confíe completamente su seguridad porque confiaba en vos y te di mi voto de confianza!— Sisea golpeando la mesa.

Iván cierra los ojos haciendo una mueca con sus labios. —¡¿Y ahora qué carajos hizo!?— Mira a Elian moviendo su cabeza hacia un costado y negando.

Elian se encuentra tan ensimismado en la conversación que está teniendo ahora mismo para ir con el custodio de su mujer, que de ninguna manera puede ponerse a responder y explicarle con total desenvoltura qué es lo que está pasando, al mismo tiempo que de igual manera se da cuenta de que su amigo probablemente ya tenga dicha información y solamente haya sido una pregunta esporádica de manera respetuosa para brindarle su apoyo y tener en cuenta que se empezaba a hacer cargo de la situación en cuestión.

—¡Carajos Morek! ¡¿Cómo pudiste creerle?!— Sisea perdiendo el control.

—¡Estamos hablando de Olivia y no puedo creer que me estés respondiendo de esta manera!— Suelta cerrando los ojos y realmiendo sus labios.

Tanto de su cuerpo, como de su mente, el control estaba perdido por completo. Y ese es el miedo mayor de su amigo, quién se desconcentra justamente por el sonido de su celular...

Iván achina sus ojos cuándo su teléfono se llena Inmediatamente de mensajes, al mismo tiempo que su amigo recibe una llamada que de Morek.

Y lamentablemente no necesita siquiera leer los mensajes para darse cuenta que algo muy malo está pasando, y tiene que ver con Olivia. Ya su amigo se lo había estado prácticamente gritando a los cuatro vientos en la conversación que estaba teniendo con el custodio de la rubia y por supuesto que no esperaba que fuera fácil, porque en la vida de ellos, lastimosamente, las cosas no eran fáciles.

—¡Malditos imbéciles!— Sisea apretando sus labios.

Estaba demasiado bien entrenado durante toda su infancia y adultez, por lo qué tenía gran conocimiento, sabía de tácticas y cualquier cosa que se pudiera conectar con la situación como para saber que la habían perdido de vista y no podía creer que estuviera realmente pasando una cosa asi a esta altura del partido, habiendo tomado los recaudos necesarios de todo lo que necesitaban hacer para poder salvaguardar a quién era la persona más importante hoy en día para Elian Fitzcher.