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—¿Vas a estar bien si te dejo sola un rato entonces?— Emmett le acaricia la mejilla cuando despierta y lo ve a él, aún, en su habitación.

—Tranquilo voy a estar bien.— Sonríe.

—Sólo será un rato, quiero darme una ducha rápida y ver si Peter necesita ayuda con el relevamiento de las armas.— Le lleva el desayuno, para que no tenga que bajar y quizás evitar cruzarse con sus empleados o algunos guardias.

Olivia realmente, con una mano en el corazón, tiene que admitir que todo el enojo que tenía con su hermano menor, se fue de inmediato cuando él se quedó a velar su sueño y a compartir la angustia que ella tenía por dentro... Por supuesto que las palabras sobraron y no tuvo que decir absolutamente nada, pero él lo comprendió también inmediatamente.

—Si, voy a estar bien, quiero estar sola un rato al menos...— Sube sus hombros apretando sus labios.

—¿Segura?— Achina sus ojos.

—Necesito pensar.— Suspira y él asiente apretando sus labios y mirándola.

—Bien...— Sonríe sin mostrar sus dientes.

—¿Qué está haciendo Peter?— Pregunta arqueando sus cejas ya que desde ayer que no habla con su hermano y no sabe cuáles eran los planes para el día de hoy.

—Un relevamiento de todos los modelos de armas que trabajamos, queremos idear algo nuevo sacando lo mejor de cada uno.— Mueve su cabeza a un costado algo aburrido.

—¡Lamento no poder ayudar con eso hoy!— Frunce sus labios realmente sintiéndose apenada.

—Los irlandeses nos piden más potencia, los black nos piden más ostentación y cañón largo.— Vuelve a rodear los ojos como si no fuera importante realmente.

—¿Le vas a poner Nitro a una ak47?— Se burla ella.

Su hermanito suelta una carcajada y niega con la cabeza.

—Bueno por el momento no, pero quizás me hago una personal para mí y aplicó tu idea.— Bromea y ambos se vuelven a quedar en silencio por el momento.

Olivia apaga poco a poco su sonrisa.

Emmett lo nota y carraspea.

—No te sientas débil, Olí... No lo sos.— Alza una ceja muy seguro de sus palabras.

Sabía que algo tenía que decirle porque había vuelto a estar ensimismada en su mundo, con sus ojos muy perdidos en sólo sus verdaderas.

La rubia sube la mirada hacía sus ojos, y no puede no soltar unas lágrima, la cuál comienza a recorrer sus mejillas...

—Estoy bien.— Aprieta sus labios reprimiendo sus emociones.

—No te sientas obligada a ir al cementerio, no vamos si no podes estar ahí, Peter se hizo cargo de todo.— Asegura.

Olivia Suspira y luego niega con la cabeza.

Cada vez haciéndose más intenso su débil llanto, Emmett recuerda la corona de flores que llego a su casa por parte del castaño en modo de una broma de muy mal gusto para con la rubia, quién gracias a los empleados y las órdenes directas del menor de los hermanos se deshicieron de ella.

—Quiero ir...  No puedo no despedirme de él.— Dice tragando saliva y muy ofuscada verdaderamente por no haberse podido despedir como corresponde del morocho.

—Vas a tener nuestro apoyo.— Le guiña un ojo.

—No me mal interpretes, no eramos más que un custodio y jefa qué se acostaban, pero era mí custodio y le tenía cierto aprecio, además de qué nadie merece morir por mí.— Bufa.

OLIVIAWhere stories live. Discover now