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Iván es el primero en soltar una bocanada y recobrar el conocimiento.

Estaba acostumbrado a este tipo de acciones porque había estado en el ejército y los entrenamientos eran mucho más duros de lo que estaba pasando ahora mismo en la vida real.

Ese pitido insoportable que estaba en los oídos de cada uno de ellos para Iván era nada más que rutina, un pitido del cual se había hecho amigo y sabía perfectamente cómo ignorar para que no le molestara y no lo interrumpiera en lo que tenía que hacer.

Inmediatamente se pone en órbita, y sonríe llevando una mano a su pecho, cuándo ve a Olivia desmayada sobre sus piernas.

Le toma el pulso rápidamente y puede volver a respirar con calma alzando la vista hacia adelante para corroborar que su mejor amigo se encuentra estable.

Llevándose el chasco de que está algo adormilado y todavía no había reaccionado, cómo lo había hecho él.

Pero el hecho de que su reloj digital siguiera lanzando sus signos vitales le daba la pauta de que estaban todos bien, dentro de lo que podía llegar a llamarse normal.

Observa por la ventana y maldice cuando la misma se encuentra sobre sus cabezas, necesita tomar el radio para poder asegurarse de poder contactarse con las otras camionetas.

Tienen muy poco tiempo de ventaja para poder salir de allí y necesita usarlo de inmediato de la forma más inteligente posible para que ninguno de ellos sufra daños, ante todo Olivia y Elián.

—¡¿Olivia?!— Elian jadea.

Cuándo recobra el conocimiento con un terrible dolor de cabeza.

Iván solo puede soltar el aire por sus labios de forma abrupta al escuchar a su mejor amigo hablar.

—¡La tengo, la tengo y está bien, pero tenemos que irnos!— Iván grita.

Acunando entre sus manos las mejillas de Olivia para poder volverla a la realidad, a medida que no deja de observar hacia atrás para corroborar que no están siendo atacados nuevamente, teniendo una pequeña ventaja para poder salir de las camionetas de forma inmediata y ponerse a correr por el bosque para llegar a la casa de seguridad.

—¿Están bien?— Sisea ronco.

Elian maldice cuándo tiene un corte en su cabeza qué no lo deja ver bien. Hasta el punto de tener que parpadear varias veces para poder concentrarse en lo que está sucediendo a su alrededor.

Necesita prestar atención a lo que le está diciendo su mejor amigo. Y de esa manera poder quedarse tranquilo ante el hecho de que su esposa se encuentra a salvo.

Pero todavía no puedes entrar su atención al 100% en poder visibilizar el hecho de que las camionetas de Peter y Emmett estaban a salvo, y ambos se dirigían hacia ellos para poder prestarles socorro.

—¡Vamos, Elian, tenés que salir de esta maldita camioneta ya, tenemos que salir y encontrarnos con los demás!— Iván maldice.

Se está ocupando de que Olivia recobré el conocimiento, todavía, dado a que el impacto había sido bastante grande.

Elian balbucea algunas incoherencias llevando ambas manos hacia su cabeza y encontrándose con sangre por dónde sea que mirara.

—Llevala a la casa. Por favor. No la pierdas de vista ni un solo momento.— Parpadea y su cabeza vuelve a caer inconciente en el volante.

Iván suelta un gruñido de frustración. —¡Elian, más te vale que recobres el conocimiento antes de que yo abra esta maldita puerta!—Patea la puerta con fuerza y maldice al sentir sus rodillas flaquear y un gran dolor que lo recorre de punta a punta.

OLIVIAWhere stories live. Discover now