157

36 5 6
                                    


—¿Estás bien?— Peter apoya una mano en su hombro. 


Iván observa el gesto y asiente.


Todo estaba sobre sus hombros y sólo podía pensar en cómo organizarse para su que su cabeza no explotara en el intento.


—¿Está Emmett con ella?— Traga saliva, mirando a su alrededor.


El estacionamiento parece estar lo suficientemente vacío cómo para que ellos y sus camionetas estén alejadas del resto de los vehículos.


—Si, el enano no se movió de acá ni siquiera para ir a bañarse a casa, Sebastián le estaba prestando su oficina y su baño personal.— Muerde su labio inferior.


Iván asiente.


Tomando aire, inflando su pecho con más ansiedad que otros días y avanzando hacia la entrada principal de la clínica.


No había querido traer custodios, él nunca se manejaba con custodios a excepción de que fuera un caso muy particular y llevaba sólo uno.


Pero había sido Peter el que había organizado la salida y es por eso mismo que tenían seis personas a su disposición, más los que estaban en el pasillo en el que se encontraba Olivia.


Peter suelta un pequeño suspiro estando algo ofuscado. —¡Iván, espera!— Traga saliva y lo frena.


—¿Si?— Murmura achinando sus ojos.


Tenía que admitir que el dolor de cabeza seguía de forma tintineante en su cuerpo, a pesar de los analgésicos y de las vitaminas que le había dado su amigo.


Peter parece estar pensando las palabras que van a salir por sus labios, a pesar de que ya las tiene muy definidas en su cabeza.


—¡Quiero que sepas que podés contar conmigo, y probablemente ya te dije esto un sinfín de veces en lo que va de esta semana, pero no tenés que cargar con todo solo!— Alza sus manos.


Iván sonríe.


—De cualquier manera sé que no puedo con todo sólo, y sé que vas a estar ahí como un maldito imbécil esperando a que vaya a pedirte ayuda.— Se carajea.


Peter moja sus labios. —No me refiero sólo al trabajo, sé la carga que te estás adjudicando, sé que todavía no dijiste nada a tus padres porque no sabes cómo abordar el hecho de que te sentís culpable por algo que no fue tu culpa, si alguien es responsable es el imbécil de Malcolm. Porque cada uno de nosotros hizo lo que estuvo a nuestro alcance, y no te lo estoy diciendo para que nos conformemos, porque no somos hombres conformistas, solo te lo estoy diciendo para que cuando entres a esa habitación no seas el tipo duro que intentaste ser durante toda la semana, mi hermana puede ser demasiado fría si se lo propone, pero te aseguro que no dejó de preguntar por vos cada vez que se levantaba, y solo Emmett sabe la mirada de desilusión que había en su rostro al saber que no estabas ahí. Los dos se necesitan.— Puntualiza bajando la mirada.

OLIVIAWhere stories live. Discover now