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Peter, demasiado a gusto, deja a su hermano menor en la compañía de su cuñado.

Ahora Elían, tendría el problema de arreglárselas por sigo mismo, para cuándo lo intenso que se podría llegar a poner el menor de los hermanos Chevron, además, de que estaba más que claro que Elían, se preocupaba a todo momento, y en absoluto, de que cualquiera de sus hermanos estuviera en perfectas condiciones y con cada una de sus extremidades.

No sólo lo estaba haciendo por Olivia, aúnque esa, por supuesto, que era la principal razón, lo hace, también, porque son parte de su familia, y probablemente es algo que solamente las personas que están en ese negocio tan arduo y duro como es de lo que ellos viven, pueden llegar a comprender el verdadero significado de familia y de hermandad a pesar de que pase lo que pase.

—Mi hermana va a marte cuándo te vea.— Canturrea y lo mira cínico.

Elían coloca sus ojos en blanco a medida que avanza hacia la puerta principal de la propiedad, había estado pensando durante todo este último tiempo si lo más conveniente era utilizar alguna de sus cajas de seguridad o seguir manteniéndose en la mansión en la que él y Olivia habían podido consolidar, de alguna manera, su relación y su estabilidad amorosa, no porque fuera ese el motivo principal, sino por un tema de seguridad hacia dónde es que llevaba a la familia de su mujer, más que nada teniendo en cuenta que la familia de su mejor amigo había tenido que ser reacomodando en otra parte del mundo para que no haya consecuencias.

—Tu hermana va a entender que no fuimos a buscarla todos juntos, por un tema de seguridad, y por un tema de que ella no puede vernos de esta manera sin que nos demos un baño antes, y si no lo entiende me importa absolutamente poco y nada porque la estoy protegiendo.— Demanda.

Emmett coloca sus ojos en blanco y con la cabeza mientras que pasa una mano por su cintura ejerciendo un poco más depresión de la necesaria ante el dolor que siente en aquella zona.

—Deberia de grabarte para que ella pueda escuchar tu contestación.— Sonríe cínico.

Elían suspira.

Abre la puerta, y se encuentra con la esposa de Franco, siendo una petición especial de este último, para que pudiera, junto a su equipo de coordinación de limpieza organizar todo lo que su esposo le había pedido mientras que él, todavía, sigue estando en la clínica junto a Olivia e Iván.

—Bienvenidos, señor Elían.— Hace una pequeña reverencia apretando sus labios.

Él mismo, no se sorprende en absoluto de encontrarla allí, Franco sabía muy bien cómo satisfacer cada una de sus necesidades y cómo estar siempre al pendiente de todos los detalles.

—Hola Sara, lamento mucho que hayas tenido que venir hasta acá, pero por otro lado, te agradezco, porqué sé perfectamente que tu trabajo es impecable.— Esboza una pequeña sonrisa.

Sara, se hace a un costado para darles acceso, los custodios correspondientes al equipo de Elían, se va a la casa de seguridad, permitiéndoles tener la privacidad que precisan.

—Espero que todo esté como lo indicó su mujer y a su gusto, preparamos dos cuartos de invitados para la familia Chevron, incluso en el cuarto número uno, ya lo está esperando un médico.— Sonríe mirando a Emmett.

Quién bufa, sintiéndose cómo un niño pequeño, no estaba muy alejado de la realidad, Elían le llevaba cómo, al menos, doce años, y no había forma de que lo tratara cómo su par en ese aspecto.

—Anda.— Demanda con una seña de cabeza.

Emmett sonríe cínico. —¡No sos mí maldito papá!— Sisea.

OLIVIAWo Geschichten leben. Entdecke jetzt