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Olivia muerde su labio inferior caminando de lado a lado, era imposible que Sebastián no hubiera salido a esta altura del partido.

Franco se mantenía de la misma forma corroborando que todo estuviera en perfectas condiciones, por sobre todo al resguardo de la rubia, pidiéndole a la gente de su equipo que estaba rodeando todo el pasillo de la clínica que se mantuvieran firmes... Y atentos a lo que estaba pasando a su alrededor.

Morek se había acercado de manera seria, cómo últimamente la trataba a ella misma, para ofrecerle una botella de agua, Olivia estaba completamente pálida y era más que claro que se debía a la situación que estaba sucediendo a su alrededor, por eso mismo todos los que estaban allí, además de cuidar a Iván, necesitaban mantener a la mujer de su jefe estable y protegida.

Olivia se queda mirando un punto fijo contra el ventanal, a pesar de que le habían dicho que se alejara inmediatamente de las mismas ventanas, de todos modos, era como si las montañas que estaban de fondo rodeadas de polvo blanco y le dieran algo de tranquilidad.

Tranquilidad para ponerse a pensar en cómo es que todo había sucedido de un momento al otro, cómo siempre su vida era una montaña rusa, y como antes le gustaba que eso fuera de ese modo, cuándo sólo tenía que preocuparse por la facultad y por las entregas o el armado de armas.

Luego, todo se volvió completamente confuso y muchísimo más intenso.

Elián llegando a su vida, queriendo imponer reglas y cambiando por completo su rutina y la vida a la cuál ella estaba acostumbrada llevar a diario, sí bien sus hermanos siempre se habían ocupado de protegerla y de mantenerla a salvo, se le era permitido ocuparse de los negocios familiares, porqué por algo era la hermana del medio, al mismo tiempo que sabía perfectamente cómo ocuparse de dichos asuntos.

Y en cambio, cuándo el castaño llegó a su vida, a pesar de estar involucrado con el apellido Chevron desde hace muchísimo tiempo atrás, se dio cuenta de que nada volvería a ser lo mismo, y qué en algunas oportunidades, anhelaba tener esa montaña rusa de lo que era su vida monótona. Con Elían, todo había sido peligro e intensidad desde el momento uno, y sin embargo, no se había sentido tan feliz y protegida en un lugar cómo se sentía cuando estaba junto a él.

Lo que la llevaba a pensar en todo momento, cómo es que el castaño se ocupaba de las personas que verdaderamente le importaban, un gran ejemplo era ahora mismo lo que le estaba ocurriendo a Iván, tan solo ver su rostro enfurecido y la preocupación latente corriendo por sus ojos le había dado la pauta de qué estaba en lo correcto, que ya no había vuelta atrás, estaba locamente enamorada de quién había sido su verdugo en algún momento, estaba completamente obsesionada con poder protegerlo, con poder ayudarlo a quitarle todos esos demonios que tenía tras su espalda, estaba segura de que el lugar en el que más protegida se sentía era el al lado de Elían Fitzcher.

Era irremediable, pero en algunas oportunidades, cómo ahora mismo, tan solo quería que esa montaña rusa de emociones fuera por lo que ellos vivieran en su relación, no por lo que los demás quisieran hacer con su vida, Elián se lo había dado todo, acción, peligro, amor, sexo, pasión, locura, intensidad, todo, todo aquello, completamente plasmado en la relación que llevaban.

Elían era lo que Olivia quería para su vida, al igual que también quería un poco de paz, paz que sabía que venía de la mano en que sus hermanos lo aceptarán en su familia, paz que también venía de la mano, de esa persona que estaba esperando que saliera de esa maldita puerta para poder verlo, y asegurarse de que estaba sano y salvo.

Le gustará o no, a su Olivia del pasado, los cinco, estaban unidos de alguna forma. Y esa era la paz que necesitaba para poder alzar su vista hacia esas montañas, de la misma manera que lo estaba haciendo ahora mismo, y poder sonreír con tranquilidad.

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