110

34 7 2
                                    

Estaba perpleja, no entienda de dónde había sacado el valor suficiente para hacer aquello, de lo cual no había vuelta atrás.

Y, sí bien, estaba más que segura de sus palabras y también de sus gestos, se había desconocido por completo durante unos minutos al no poder creer que ella estuviera reflejada dándole un abrazo a Elián, y siendo la primera en avanzar para poder tener contacto físico con él.

Toda una azaña, un manojo de nervios por dentro y una sonrisa radiante por fuera, sintiéndose una completa tonta pero feliz.

Felicidad que desaparece de su rostro en cuánto Morek se cruza con ella en el pasillo, aparentemente, según Olivia, estaba haciendo las recorridas por el pasillo de su habitación, de manera rutinaria.

No esperaba encontrarselo tan pronto, y menos que menos antes de la experiencia que había tenido cuando bajaron de la camioneta y el mismo le rechazo la mirada.

Siendo, justamente, que no tenía absolutamente nada preparado para poder decirle y no estaba segura de poder encontrar ahora mismo de manera inmediata las palabras correctas, para la manera en la que ella quería expresar las disculpas correspondientes que tenía que dejar en claro para con el, sabiendo que no se ha la portado de la mejor manera, y que probablemente Morek hubiera pagado caro su error.

—Morek... ¿Podemos hablar?— Lo llama inflando su pecho.

Y no puede evitar, prestar atención al golpe que tiene en su mandíbula y mejillas y cómo el mismo va subiendo poco a poco su ojo.

—Estoy trabajado, señora Olivia, si no le molesta, voy a proseguir con mi trabajo.— Le regala una mirada penetrante y avanza.

Olivia arquea sus cejas, nadie jamás la había ignorado de esa manera, y menos que menos un custodio, es por eso mismo que infla, nuevamente, su pecho y avanza hacía él para impedirle que llegue hacia las escaleras.

Morek coloca sus ojos en blanco.

No tiene inconvenientes en demostrarle que no está para nada a gusto con su presencia, y que por sobre todas las cosas, lo está incomodando.

—¡Morek!— Insiste.

—Estoy trabajando, por si no quedó claro la primera vez que se lo dije, si tiene alguna queja, consulta o sugerencia sobre mí trabajo, puede hablar directamente con el señor Elián, o con Iván, y ellos van a poder responder todas sus dudas y trasladar sus reclamos.— Sonríe cínico.

A lo qué ella no hace más que abrir y cerrar sus labios enfurecida, al mismo tiempo que aprieta sus puños con fuerza.

—¡¿Elian te golpeó?!— Sabe la respuesta, pero necesita escucharla de sus labios.

Nada va a cambiar lo que estuvo haciendo con Elián en la cocina, y menos que menos todo lo hablado con Iván, lo único que necesita saber es que ese golpe es nada más y nada menos que por su culpa.

Él, vuelve a ignorarla, una vez más, pasando por al lado de ella y avanzando.

Olivia maldice negando. —Se qué no me  comporte de la mejor manera, y tampoco pretendo que lo entiendas, porque no tenemos la relación adecuada como para que te des cuenta de como soy y de cómo me afectan ciertas cosas.— Comienza.

Morek suspira rodeando los ojos, quedándose al borde de bajar las escaleras, de espaldas hacia ella.

—No tenía otra posibilidad de hacer las cosas de otra manera, y sé perfectamente que no fue el modo correcto, pero quiero que sepas que podes estar tranquilo de que nada te va a suceder.— Suspira soltando la promesa por sus labios.

OLIVIAOù les histoires vivent. Découvrez maintenant