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Olivia sonríe, no aguantando las ganas que tiene de ir a la casa Elian, aúnque, a esta altura del partido para ser completamente sincera, en cualquier lado en el que puedan llegar a estar juntos y solos es más que suficiente.

—Ire al toilette.— Comenta poniéndose de pié.

Elian, se para de igual forma, dejando la cuenta paga, con una mirada divertida hacia los hermanos de la rubia.

—Te acompaño.— Sisea.

Mostrándose serio como siempre... Y ante todas las cosas, preocupado por la seguridad de su mujer.

La cuál, no cree que sea necesario que él la esté acompañando el baño, e incluso cree que puede llegar a ser un grave problema gracias, a la necesidad que tiene de estar para con su esposo y que ya se cansó de ocultar.

—No es necesario, vuelvo en un momento y nos vamos.— Les anuncia a todos.

Peter suspira acomodándose en la silla y dándole el último trago a su whisky.

Elian sonríe de costado maldicióso. —Estoy más que seguro de que es necesario, y qué vas a preferir que te acompañe tu esposo y no el custodio que no te habla y te voltea la cara cada vez que lo miras con intenciones de pedirle disculpas.— Sonríe, una vez más, parpadeando y sabiendo perfectamente que está logrando que la rubia pierda el control por completo.

Era demasiada la atención que había entre los dos y por sobre todas las cosas la piel que había para con ellos, por eso mismo ahora a Olivia no le importaba en absoluto el pequeño chascarrillo que su esposo le estaba haciendo.

Tan solo quería irse cuando antes de ese lugar para poder estar a solas con él, cómo había sido su idea desde un principio. Y más aún al saber que la cita que iban a tener a solas se había convertido en una cita de a cuatro personas y peor aún, qué esas dos personas agregadas era nada más y nada menos que sus hermanos.

—Bien.— Susurra avanzando.

Moviendo sus caderas, sin darse cuenta de que el bulto de Elián, comenzaba a crecer cada vez más, haciéndose notar dentro de sus pantalones.

Él sonríe mordiendo su labio inferior, y avanzando detrás de su mujer, a la que toma por la cintura en cuanto se pierden por el pasillo, no sin antes haberle hecho una seña con la mano a su grupo de custodios para que se quedarán tranquilos y en su lugar.

Estaba más que seguro de que nada podía llegar a ocurrir en ese lugar específico que él había pensado para obtener la primera cita para con Olivia, siendo absolutamente cauto de que la seguridad del mismo era privilegiada y que por sobre todas las cosas su hermano menor no tendría acceso alguno a ingresar, de la misma forma que tampoco lo tendrían sus secuaces o amigos.

—Vas a matarme si seguís caminando así.— Sisea en su cuello soltando su aliento caliente contra su piel.

Olivia, sonríe tragando saliva al no molestar le en absoluto el agarre en su cadera y menos que menos las palabras que él estaba teniendo para con ella.

—¿En serio?— Cuestiona, mordiendo su labio inferior y sonando algo pícara.

Él suspira continuando y avanzando por el pasillo cuando logra visualizar el baño mixto a disposición de cualquier sexo que deseara entrar.

—Me estás matando, y todavía no tengo ni la menor idea de porque no mande a la mierda a tus hermanos y te subí a mi jodido auto para llevarte a casa.— Sonríe, inflando su pecho y abriendo al mismo tiempo la puerta del baño.

Para sorpresa de Olivia, Elián la toma de la mano y avanza primero para corroborar que se encuentran en absoluta soledad, tomándose el tupé de cerrar la puerta con seguro a pesar de que había más cubículos disponibles.

OLIVIAWhere stories live. Discover now