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Malcolm verdaderamente no lo esperaba, y se sorprende de inmediato cuándo la campanilla de su sensor indica que hay alguien en su piso.

Por eso mismo se pone alerta quitando a la mujer que tiene encima de su cuerpo y toma el arma más cercana que yace sobre la mesa baja de living colocándose de manera apresurada sus boxer.

Todavía está algo poco hábil para ese tipo de actividades sin embargo intenta entrenar, todos los días para ponerse a la par de su hermano mayor.

—¿¡Que carajos?!— Sisea tragando saliva y manteniendo sus labios entreabiertos.

Elian sonríe alzando sus manos divertido, enseñándole que no lleva ningún arma y que no es absolutamente ninguna amenaza el hecho de su visita.

Pero él no puede pensar lo mismo, solo tuerce su entrecejo y traga saliva maldiciendo el echo de haberle dicho a culebra qué no necesitaba ningún guardia por esta noche en que iba a estar tranquilo con las mujeres que tenían en su departamento.

—¿Sorprendido?— Se burla relamiendo sus labios.

Malcolm infla su pecho y niega con la cabeza no pudiendo creer que él se encuentre allí. Y lo peor de todo es que siempre parece sorprenderlo, y eso realmente lo llena de frustración, Porque le da la pauta continuamente de que su amigo siempre se encuentra un paso delante de él.

—¡¿Que carajos estás haciendo en mí casa?!— Demanda ronco.

Elian sonríe parpadeando, manteniendose por sobre todas las cosas con calma. Es por eso mismo que avanza relajado sabiendo que malcolm es demasiado malo con las armas...

Y que sus posibilidades de atacar realmente son nulas, por más que él se muestre completamente desarmado.

Incluso su vista va detrás de su hermano, dónde aquella morena sigue esperándolo en el sillón.

—Cariño, si no te importa, vos y tus amigas se van a tener que ir.— Sonríe malicioso con un extraordinario brillo en sus ojos. —Ahora.— Demanda.

Ella tiembla ante su demanda, sin embargo no hace más que observar a Malcolm para saber qué responder ante aquella orden, ya que no viene directamente del hombre con el que se estaba acostado y drogando hace minutos.

Por eso mismo malcolm maldice negando con la cabeza y bajando el arma. —Vayan...— Sisea.

Le hace una seña con la cabeza para que se retire, y ella corre hacia la habitación más cercana, para ir por dos de sus compañeras, las cuales ya estaban algo pasadas de copas y de otras sustancias más.

No demora mucho en despertarlas, ya que su desesperación es bastante notoria, por eso mismo en menos de cinco minutos las tres están saliendo de la habitación para dirigirse inmediatamente hacia el elevador pasando por al lado de Elian, dándole un vistazo al castaño aterradas por como él luce.

—Pense que no iba a poder despertarlas.— Se burla rodeando los ojos, manteniendo sus manos por delante de su vientre plano.

No era ninguna novedad para él saber que todos las invitadas especiales que tenía su hermano menor estaban drogadas hasta la médula por completo.

Malcolm relame sus labios y niega con la cabeza. —¿Feliz?— Se queja frunciendo su entrecejo.

Elian sonríe de costado.

—Estaría feliz si no hubieras metido la pata por primera vez matando mi hijo.— Explica sintiéndose libre de tomar asiento y de servirse un trago antes de hacerlo.

Su hermano menor se encuentra bastante preocupado ante la tan tranquila calma con la que se muestra el mayor.

Es por eso que se queda de pie cruzado de brazos no queriendo perderlo de su vista y por sobre todas las cosas tampoco liberar su arma de su mano...

OLIVIAWo Geschichten leben. Entdecke jetzt