OLIVIA

10

Luego de que Olivia se acomodara en el asiento del copiloto de la camioneta y su guardaespaldas en el asiento del piloto, pone la llave en contacto y el ronroneo del motor los envuelve a ambos, aún en la propiedad del castaño.

—Es raro que vengas a una entrega... aunque no me quejo, quería algo divertido.— Gael pone primera y arranca detrás del camión.

Ella asiente apretando sus labios mientras guarda su celular en el bolsillo trasero de sus jeans, alza la vista y mira cómo la rejas se abren para que ellos pasen hacia la ruta...

—Tampoco teníamos muchas opciones para quién pudiera venir.— Rueda los ojos y lo mira divertida.

—¡Un poco de acción nunca viene mal, Oli!— Le guiña un ojo y sigue mirando la ruta con total profesionalismo.

—Digo lo mismo.— Sonríe.

—Igualmente no es necesario que te diga que te mantengas siempre a mí lado, o cerca de los custodios, las entregas de este estilo no me dan para nada confianza, por favor, Olivia...— Acota.

Ella rueda los ojos...

Para Emmett: —"Ya estamos en camino, llama por favor al cuartel 8 para que corroboren el seguimiento, no confío en Fitzcher. ¿Ya estás mejor?"—

De Emmett: —"Estoy siguiéndote yo igualmente, recién corte con ellos y está todo coordinado están a tiempo, estoy bien, Peter no volvió. Eso me tiene preocupado."—

Emmett suelta un suspiro desde la oficina que tienen en la casa.

Con un gran equipo de rastreo y computación, con una taza de café y su respectiva jarra a un lado, algunos pañuelos descartables sobre el tacho de basura manchados de sangre.

Para Emmett: —"Necesita estar sólo un rato al menos, te va a llamar si te necesita, yo te diría que no lo agobies, ya sabes cómo es, estamos en contacto."—

Su hermano no volvió a responder.

Puso su entera disposición a seguir el camión con meticulosidad, a pesar de ser el menor de los tres a veces se comporta como si fuera el mayor y se pone todo al hombro, de por sí no consideran a la rubia como la hermana del medio sino que la consideran como la hermana pequeña solamente por el simple hecho de ser mujer y de la vida que toda la familia ha llevado a través de los tiempos.

—Lo sé, siguiendo el protocolo.—  Rueda una vez más los ojos, pero está vez lo acompaña de un suspiro.

—Asi es, preciosa.— Sonríe.

—Emmett no dejaba de sangrar y peter sigue dando vueltas vaya uno a saber por dónde, la última vez que lo ví él seguía en el galpón.— Lleva una mano a su cabello cansada mentalmente y sube sus hombros.

A diferencia de lo que cualquiera pueda llegar a pensar ella se lleva más que bien con tres y cuatro, más aún con Gael, quién es el que la entrena cuándo su hermano no puede,

—Dale tiempo.— Murmura.

—Asi que alguno de los tres tenía que venir, tuvimos un día completamente movido, este tipo nos quiso ver la cara haciéndonos esa mala pasada...— Suspira acomodando su cabello a un costado.

—¿Estás mejor? El médico no parecía ser de lo más amable, aunque vos no hiciste mucho esfuerzo en caerle bien.— Ambos sonríen y ella muerde su labio inferior.

—No fue nada.— Responde mirando el camino.

—Te tardaste mucho en reaccionar, Peter estaba enloqueciendo...— Tuerce las cejas y ella aprieta sus labios.