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—¿Qué querés?— Suspira mirando sus uñas evitando así cualquier tipo de contacto con él.

Elían hizo acto de presencia en su habitación, luego de la charla que tuvo con su hermano y de que ella se bañara.

Emmett sigue completamente dormido bajo los efectos del sedante, pero Olivia no se moverse de allí.

—Esos modales, cariño...— La mira burlón y divertido.

—Elian.— Suspira llamando su atención.

No está para jugar a sus juegos de palabras.

—Nos quedó una charla pendiente.— Demanda apretando sus labios.

Manteniéndose aún en el borde de la puerta sin pasar al Interior de la habitación por completo.

—¿Cuál?— Abre sus ojos un poco más de lo común.

—¿Cómo vas a solucionar que Malcolm no se avalance encima de tu hermanito menor?— Sonríe disfrutando de la situación.

—Eso deberías de saberlo vos.— Lo mira incrédula.

—Tsss... Es tu problema preciosa.— Sube sus hombros.

—Creí que te había quedado claro lo que concordamos cuando nos juntamos a unos pocos días de contraer todo este matrimonio falso.— Infla su pecho y lo mira enfurecida porque él piense que la puede sobornar de aquella manera.

—¡Por supuesto, lo recuerdo muy bien!— Sonríe con algo de gracia.

—Entonces no entiendo qué haces parado en mi habitación.— Se cruza de brazos y se levanta acercándose a él pero aún hablando en voz muy baja para no incomodar a su hermano menor.

—Lo que cambió es el hecho de que le disparaste a mi hermano.— Sonríe burlón.

—¡El atacó a Emmett primero!— Sisea entre dientes con sus labios apretados.

Al igual que sus puños, Olivia está que no puede creer la desfachatez del castaño por insinuar que ella todavía le debe algo a su familia.

—Eso ya fue solucionado pero yo te estoy preguntando ¿qué es lo que vas a hacer vos para evitar qué Malcolm vuelva a arrinconar a tu hermanito?— Ahora es él quién se cruza de brazos y le sonríe.

Olivia está a nada de pegarle un cachetazo por el simple hecho de ver aquella sonrisa burlona marcada en su rostro constantemente.

—¿Que querés, Elián?— Alza su barbilla y su rostro se oscurece al igual que sus facciones.

—Un simple trato.— Sube sus hombros como si no fuera obvio.

—¿Que querés?— Relame sus labios y mira hacia atrás para corroborar que aún Emmett sigue inconciente.

—Qué te acuestes conmigo.— Murmura relajado.

Ella abre los ojos incrédula ante tal desfachatez.

—¡Estás loco!— Acusa.

—¡Sólo reclamo lo que es mío como tú legítimo esposo!— Acaricia su barbilla sin cortar la mirada con la de ella. —¡Te estoy ofreciendo un trato digno, en el que los dos salimos beneficiados!— Agrega.

—¡Sos el único beneficiado!— Lo mira de arriba abajo con una mueca de asco.

—La última vez que te tuve entre mis piernas no pensabas lo mismo.— Sisea.

OLIVIAWhere stories live. Discover now