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—¿Querés ir conmigo?— Cuestiona al separarse de sus labios.

Todo eso era nuevo para él, de la misma manera que lo era para Olivia, con la pequeña diferencia de que Elian, de verdad, la estaba pasando algo mal, al no saber cómo manejarse.

Ella sonríe bajando la mirada, corrobando que sus hermanos se habían levantado, y ahora mismo, se estaban retirando del restaurante.

—¿O también voy a tener que compartirte en el viaje con tus hermanos?— Bufa rodeando los ojos.

Olivia sonríe, una vez más, mordiendo su labio inferior. —¿Qué pasó con el antiguo Elian? ¡Este ahora pregunta todo!— Se burla arqueando sus cejas.

Él rueda los ojos.

—¡Vamos!— Tira de ella, con delicadeza, dejando la mano en su cadera, para luego moverla de manera delicada para llegar a entrelazar sus manos.

Olivia traga saliva, ese gesto era muy tierno y no lo podía creer por parte del castaño, por eso le hacía sonreír.

—¡Ahí está el Elian que conozco!— Se burla caminando a un lado de él.

Elian traga saliva y sonríe maldicioso cuando pasa por al lado de Peter y Emmett. —¿Estoy seguro que no les va a molestar que me lleve a mí mujer, verdad? Nos vemos en el restaurante.— Les guiña un ojo.

Olivia muerde su labio inferior, pasando una mano por su cabello, estaba nerviosa, los tres más masculinos se estaban peleando por su ego, y ella no hacía que estar en el medio, sin poder reaccionar, porqué tenía que admitir que estaba poderosamente sorprendida ante el echo de que Elian estuviera reaccionando de ese modo para con ella, y también, frente a sus hermanos.

—Si ella quiere, seguramente qué no tendremos ningún inconveniente.— Murmura Emmett.

Elian sonríe, relamiendo sus labios. —Creo que eso decanta por sí solo.— Sonríe, aún manteniendo el agarre de sus manos.

Peter sonríe, cruzado de brazos y negando con la cabeza, aquella situación era por demás chistosa, y tanto la actitud que estaba teniendo Emmett, cómo así, también, Elian, lo hacía estar disfrutando de un gran espectáculo.

—Estoy seguro de que Olivia estará en buenas manos, Emmett, no seamos tan duro con nuestro cuñado, que va a salir espantado.— El cinismo se hace presente en sus palabras.

Elian arquea sus cejas y asiente, dándole absolutamente toda la razón a Peter, ya qué Emmett se estaba pasando de la raya y no solo se trataba de ponerlo incómodo a él, sinó que creía que estaba poniendo incomoda a la rubia.

—¡Les envío la dirección por GPS!— Olivia propone con una tierna sonrisa.

—Los seguimos.— Peter sonríe y asiente, luego suspira rodeando los ojos.

Emmett, no hace más, que achinar sus ojos en una mueca de enfado hacia Elian, pero luego, se da media vuelta sin decir una sola palabra.

Y para cuando se quedan a solas, sueltan un pequeño suspiro involuntario, cómo si hubiera estado planeado. Provocando en los dos que suelten una carcajada al unísono, de manera cómplice.

—Creì qué no te dejaría ir, o que prácticamente pediría una orden judicial para llevar a mí mujer en mí maldito auto.— Se mofa Elian.

Olivia lo observa perspicaz, corrobando que sus custodios vienen detrás de ellos, aunque eso para la rubia es prácticamente lo mismo, dado a que ninguno de los tres, y menos que menos, Morek, le dirige la palabra.

—¡Es algo extraño para ellos! ¡Sólo se tienen que acostumbrar!— Comenta viendo como Elian le abre la puerta.

Ella sonríe al ingresar, —¡¿Y vos también te tenés que acostumbrar?— Cuestiona antes de cerrar la puerta.

OLIVIAKde žijí příběhy. Začni objevovat