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—Te vemos alla.— Iván se despide con un movimiento de mano.

Elian chasquea la lengua, dándose media vuelta para darle una última mirada a su mejor amigo.

—Por favor... Sabes lo que te voy a pedir.— Comenta con la voz ronca.

Iván sonríe mientras que le guiña un ojo, Olivia se siente completamente ajena a la conversación, no obstante se está encargando de apagar todas las luces y a dejar absolutamente todo perfectamente ordenado, echando un vistazo al baño y a la sala común siendo esas las dos habitaciones que simplemente había utilizado en su pequeña visita a la casa.

—Lo se, entonces no es necesario que lo pidas, sólo hagamos esto rápido.— Responde firme.

Olivia a veces podía llegar a olvidar que había estado en el ejército y su comportamiento arrogante y cínico no se parecía en absoluto al de un militar, pero en estas circunstancias cuándo se ponía realmente rígido y serio entendía perfectamente cómo es que encajaba en su personalidad lo que había sido alguna vez.

—Hacele caso a Iván.— Demanda hacia Olivia.

Ella solo lo observa con una muñeca divertida en su rostro, —¡Como siempre!— Murmura rodeando los ojos.

Elian hace exactamente el mismo gesto que ella para luego a negar con la cabeza y salir directamente de la propiedad, teniendo en consideración que no es momento de estar perdiendo el tiempo y menos que menos de estar llamando la atención por sobremanera en un barrio tan relajado, tranquilo y familiar, por sobre todas las cosas.

—¡Ni siquiera estando con la presión alta deja de ser un mandón!— Suspira mordiendo su labio inferior.

A lo que Iván suelta una pequeña carcajada colocando su bolso sobre su hombro, —¿Por algo lo dice no?— Murmura cínico.

Ella no hace más que volver a hacer una mueca de burla en su dirección.

—Me tienen harta tratándome como una niñata, cuándo cada uno de ustedes sabe perfectamente que me las puedo apañar tranquilamente sola, Incluso al que deberíamos de estar ahora mismo dándole órdenes es a él y no a mí.— Agrega mientras que mueve su cabeza hacia un costado.

—Siempre vas a ser la Barbie de la familia, Olivia, y lamentablemente te tocó ese rol por cumplir y dudo que puedas llegar a hacer cambiar de opinión a una persona cómo Elian respecto a la seguridad.— Bufa.

—¡Que idiotez!— Se ríe y burla.

Dispuesta a salir de una vez por todas de la propiedad, siendo absolutamente honesto para consigo misma y teniendo en cuenta de que si no hubiera pasado todo lo que había pasado entre ella y el castaño durante esta madrugada, y más que nada, si no se hubiera enterado que el verdaderamente la estaba pasando mal se hubiera quedado todavía en la casa al menos por toda la noche.

Aún estaba completamente confundida y abrumada pero en definitiva había algo que había cambiado en ella, y eso había sido nada más y nada menos la forma de perspectiva en la que podía ver las cosas, dejando de ser una completa ciega inexperta y teniendo absoluto conocimiento en qué sí ella se estaba comportando de este modo con cada situación que ocurría respecto al castaño es porque claramente también se encontraba igual que probablemente se encontraría el.

Era estúpido negar lo inevitable, y Olivia era una mujer de armas tomar y siempre era lo que había caracterizado su personalidad, por sobre todas las cosas, es por eso mismo que necesitaba ser fiel justamente a su personalidad y aceptar las cosas como eran, no importando si era algo que le generaba miedo o no, tenía que aceptarlo porque era parte de su vida.

No tenía ni la menor idea cómo es que de ahora en adelante se podía llegar a manejar con toda esta situación que por supuesto se le había salido de las manos, y que no era ninguna estúpida como para negarlo.

OLIVIAWhere stories live. Discover now