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—Franco.— Elían lo increpa en la cocina abriendo la heladera para tomar de la misma una lata de energizante.

—Señor.— lo saluda con un pequeño movimiento de cabeza. —¿Con que lo puedo ayudar?— Lo mira fijamente.

Elían se da media vuelta para tenerlo de frente, lleva su cabello atado en una especie de pequeño rodete que lo hace ver más temerario.

Pero sus ojeras son notables en su rostro, al punto de verse incluso rosadas.

—¿Estas controlando la medicación de Olivia?— Cuestiona abriendo la lata para comenzar a consumir el contenido.

Franco sonríe y asiente caminando hacía uno de los cajones de la blanca cocina en busca de una tablet, la misma que suele llevar siempre de lado a lado.

Desbloquea la misma e ingresa a la sección que estaba buscando para mostrarle el seguimiento que se armo para las tomas de medicaciones y colaciones de la dieta de olivia tal como sebastian encomiendo.

—Lo tengo todo cronometrado, señor, despreocúpese de eso que voy a cuidar bien de su esposa.— Lo mira a los ojos para darle seguridad.

—No puede pasarse ni un solo minuto, Franco, si te trae problemas quiero que me lo informes de inmediato, este o no en la propiedad.— Aprieta sus labios al dar la orden para que la misma quede más que clara.

—Así sera, señor.— Asegura serio y profesional.

Elían asiente elevando su barbilla para luego tirar al cesto de basura lo que quedaba de la lata energética. —¿Llego el pedido?— Mueve su cabeza a un costado. 

—Efectivamente señor, el pedido de Anschütz esta esperándolo en su oficina.— Indica tildando en la tablet algunas tareas que ya había realizado.

A su alrededor se encuentran los mozos y los ayudantes del chef como franco le había comentado que estarían por la casa, pero no se preocupa en hablar en códigos ya que todo aquel que pise alguna de sus propiedades por trabajo tiene que firmar un contrato de confidencialidad con su abogado.

—Estaré allí.— Demanda dándose media vuelta...

—Señor.— franco carraspea. —Llego otro pedido también, se lo deje en su oficina.— Explica y lo mira perspicaz, dándole a entender que es algo que quizás no esperaba que llegara.

Elían asiente en silencio y se retira luego de un apretón de labios por su parte, al guardarse los comentarios al respecto.

Pasa su mano por su cabello y sube las escaleras en dirección a su oficina, sonríe burlón al escuchar a olivia quejarse y discutir con quienes parecen ser sus hermanos. 

Morek le hace una seña con la cabeza a modo de saludo cuando él pasa por allí y sigue manteniéndose en su puesto firme cuando Elían cierra la puerta de su oficina encerrándose en la misma.

Logra diferenciar la caja que corresponde al pedido de Anschütz, pero tuerce las cejas cuando encuentra un sobre de color madera sobre el escritorio con su nombre escrito en él.

Traga saliva al tomarlo y ver el lacrado de la iglesia en donde habían estado dejando los restos de su hijo... 

Deja el sobre nuevamente en su lugar y pasa una mano por su barbilla arrastrando su barba de algunos días, niega con la cabeza y patea el sillón con ruedas en el que suele trabajar... 

—Carajo... Carajo.— Sisea para él mismo realmente temeroso de abrir el sobre... 

Y es bastante irónico ya que Elían Fiztcher jamas le teme a algo, pero desde que le mataron a su hijo si... 

OLIVIAWhere stories live. Discover now