OLIVIA

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Olivia suspira aliviada cuándo lo ve.

Lo que le hace pensar a Elían qué Peter o Emmett habían sido demasiado exagerados para con ella al comentarles cómo estaban las cosas.

—¡Elian!— Suspira enroscada en sus brazos.

Lo había extrañado horrores, y estaba completamente aterrada de que algoe hubiera pasado, tal así qué moría de ganas de abrazarlo y hundir su cabeza en su cuello por horas.

Siendo el lugar en donde ella de sentía más segura.

—¡Hola, Barbie!— Sonríe de costado.

Y se acerca a tomarla de las mejillas y dejar un beso duro y fuerte en sus labios.

Olivia se siente vivir nuevamente, parecía cómo si durante todo este tiempo hubiera estado apagada, cómo sí una parte de su cabeza y de su cuerpo hubiera estado necesitando a Elían durante todo este tiempo.

—¿Cómo estás, nena?— Sonríe, acariciando su mejilla cuando se separan del beso.

Olivia limpia una lágrima de sus ojos y le sonríe cómo puede, estaba muy conmocionada, las últimas semanas habian sido todo un descubrimiento para ella, y estaba muy sensible respecto a su relación con Elían y el miedo que le generaba que Malcolm hiciera algo para interferir entre ellos.

—¿Estás herido?— Cierra los ojos mordiendo su labio inferior.

Elian sonríe, y niega. —Estoy bien, Emmett tiene un pequeño corte en el estómago, ya una enfermera se ocupó de eso.— Explica.

Quiere decirle absolutamente toda la verdad para que ella no se preocupe cuándo lo vea con un vendaje, quiere ser transparente y qué Olivia no tenga nada que dudar de él.

—¡No puede ser!— Mira a su hermano arrugando su entrecejo.

Peter suspira y solo niega con la cabeza.

Elian, vuelve a llamar la atención de la rubia para que gire su cabeza y se concentre solamente en él.

—Se qué les pediste que vinieran para ayudarme, y qué creías que ellos iban a frenar cualquier cosa que yo quisiera ser, pero tus hermanos hicieron lo mismo que yo hubiera hecho si ellos estaban en mi lugar.— Explica de manera delicada.

Aguantando las ganas que tiene de encerrarla en una habitación y hacerla suya.

Olivia asiente apretando sus labios.

—¡Me hicieron asustar!— Se queja rodeando los ojos.

—La Barbie estaba por demás asustada al no tener noticias tuya, hermano, algo hiciste bien, o no.— Sisea maldicioso su mejor amigo.

Peter avanza con Iván, tirando de su silla de ruedas, mientras que el mismo hace muecas no queriendo estar sentado allí.

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—Puedo ir con muletas.— Sisea ronco.

Peter sonríe.

—Tu amiguito dijo que ibas a usar la silla de ruedas hasta que él lo dispusiera.— Demanda con autosuficiencia.

Iván bufa, pasando una mano por su cabello. —¡Seguro estás disfrutando de verme así!— Se queja, pero luego lanza una pequeña sonrisa maliciosa.

Peter, lo ayuda a bajarse de la camioneta para que se pueda sentar en la silla de ruedas, y de este modo poder acercarlo hacia la puerta principal de la mansión en dónde vive su hermana y su cuñado.