OLIVIA

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—¡Feliz cumpleaños!— Iván sorprende a Olivia, ingresando a su habitación y trayendo una caja con un gran lazo.

Ella sonríe extrañada, dándose media vuelta. Habiéndose dado un baño rápido hace minutos, y ahora utilizando una bata, mientras qué definía qué se pondría hoy para desayunar con sus hermanos.

No es que estuviera completamente feliz del todo por celebrar su cumpleaños, continuaban siendo semanas y meses duros, y lo peor de todo es que se hacía cada vez más difícil cuando no encontraba a su esposo en la cotidianidad de todos los días.

Sus hermanos e Iván habían insistido en que tenía que celebrar ese día, ya que sería uno de los primeros cumpleaños que tendría para con su hijo, a pesar de que todavía estuviera en su panza.

—¡Ey! Gracias.— Lo abraza.

Quedándose un poco de más aferrada a su abrazo y a su pecho mientras que oculta su cabeza en el hueco de su cuello y hombro, intentando hacer todo lo posible para no llorar.

Iván no se da cuenta de lo significativo que es aquello y la aferra más a sus brazos dando un pequeño masaje en su espalda con una sonrisa de medio lado en su rostro, para poder aminorizar toda la angustia que ella pueda llegar a tener.

Siendo una de las cosas más importantes que se había impuesto en la cabeza poder realizar todos los días, desde que había empezado a convivir para con Olivia y algunas veces para con Emmett también.

Este último iba y venía, al haber estado literalmente dos meses con ellos y haberse dado cuenta de que Iván podía cuidar a su hermana a la perfección y no haría nada de lo que les pudiera llegar a generar incertidumbre a cualquiera de ellos.

—¡Lo estás haciendo bien, Barbie!— Se separa del abrazo para tomarla de sus mejillas y dejarle un beso en su frente.

Ella sonríe, apretando sus labios sin poder decir una sola palabra, porque sí tan sólo entre abre los mismos, las lágrimas va a empezar a salir de forma acumulada por sus ojos.

—¡Quería traerte mi regalo antes de que bajaras y te encontrarás con tus hermanos y con June!— Acota colocando sus ojos en blanco.

Olivia sonríe mordiendo su labio inferior y observando el paquete que se encuentra sobre la cama.

Habían decidido que celebrarían el cumpleaños con un simple desayuno en la propiedad y luego quizás podrían ir a almorzar, dependiendo de cómo es que se daban las cosas durante la mañana.

Emmett, Peter e Iván habían comprendido y llegado a un acuerdo ante el hecho de que Olivia tenía que mantener la cabeza ocupada el mayor tiempo posible para no caer en depresión, cómo habían sido los primeros días y semanas en cuanto volvieron a la propiedad. Y por eso mismo habían aceptado que ella siguiera haciendo los diseños y la parte más administrativa de lo que se refería a la alianza que había entre los apellidos Chevron y Fitzcher.

Además de sus clases de yoga para maternidad, de natación y pilates para maternidad, y de los cursos a los que asistía para con su mejor amiga, June de cerámica y pintura, y los eventos sociales y socioculturales a los que cualquiera de los tres masculinos solían llevarla y acompañarla.

Algo completamente fuera de lugar y diferente a lo que hubiera hecho Elián, teniendo su mujer embarazada, y esperando tenerla a su resguardo en la casa el mayor tiempo posible.

Pero lo único que podía llegar a lastimar a Olivia ya estaba muerto, y ellos creían que mantener a una persona con la personalidad de Olivia encerrada en una enorme mansión no resolvería el hecho de cómo ella se encontraba para sus adentros.