Capitulo 8. Desesperado.

874 64 2
                                    

Me pasé toda la noche pensando en ella, no podía pensar más que en su sonrisa. Carajo Samuel! ¿Cómo fuiste tan idiota de no averiguar su nombre? me reprendía, pero ¿Qué podía hacer? Si apenas atiné a hablarle, no podía dejar de verla, era una fuerza extraña que me transmitía una profunda paz. Mañana la buscaré, me ofreceré a acompañarla y ayudarla en todo lo que necesite y más que una ayuda para ella será para mí, porque sí; ahora sé que la necesito.

A la mañana siguiente, Samuel bajó muy sonriente a la cocina y se sirvió un poco de café mientras cantaba una de las canciones que recién terminaba de componer.

"Y el amor tenia tu rostro fue un momento hermoso y romántico fue algo mágico..."

En ese momento Sofía entraba a la cocina y lo observaba sonriendo.

SOFIA: uy hermanito parece que amaneciste inspirado. ¿Nueva canción? No la había oído.

SAMUEL: es algo que empecé a componer ayer y ahí voy; el coro dice algo así como... "Me enamoré, fue sin querer no lo logro comprender, como fue que te metiste aquí en mi mente y en mi corazón..."

SOFIA: wow! Hermanito me gusta cómo suena, pero dime todo esto es por ella. ¿La mujer de la que hablabas ayer?

SAMUEL: pues mi Sofi, no te puedo mentir; la verdad es que si, me pasé la noche pensando en ella y de allí nació esta canción, espero terminarla pronto para regalársela.

SOFIA: y bueno ¿Qué tienes en mente?

SAMUEL: ella me dijo que estudiaría en la universidad, así que me dedicaré a buscarla hoy así sea debajo de las piedras, pero sabes que soy bien testarudo no me voy a rendir hasta encontrarla.

SOFIA: estás loco mi Sam, pero yo te secundo solo por ver con más frecuencia ese brillo tan espectacular que traes hoy en los ojos.

SAMUEL: te amo hermanita y ya me voy debo iniciar mi búsqueda.

Samuel le dió un beso en la frente a su hermana, luego abordó su moto y se fue en búsqueda del amor.

Desesperado, él pasó el día inútilmente dando vueltas por todas partes, pues Andrea no iría, ya que como le habían informado sus clases iniciaban hasta el lunes de la siguiente semana.

Al final de la tarde, cuando la desesperación se apoderaba de él a lo lejos vió de espaldas a una mujer, su corazón se aceleró y corrió por todo el campus, esquivando gente para llegar a ella. Cuándo por fin llegó puso su mano sobre su hombro y sonrió muy feliz; la mujer volteó y extrañada le dijo ¿Disculpa?. Él al notar que no era ella se llevó una terrible decepción discúlpame te confundí con otra persona dijo. Él dió media vuelta y se fue a su casa.

Empezaba a creer que ella no había sido más que un sueño y que jamás la volvería a ver...

amor sin fronterasWhere stories live. Discover now